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El reflejo en el espejo no le devolvía en absoluto la imagen que tenía de sí mismo en ese instante. Sus facciones duras y varoniles enmascaraban la inseguridad y los nervios que le devoraban por dentro, a tan solo un par de horas de la que sería la misión más importante de su carrera como policía. El día que menos quería que llegara había comenzado. El día en que se encontraría cara a cara de nuevo con Bucky y debería tomar una decisión definitiva: ser un buen policía o un amigo leal. Apresarlo y esperar que las cosas salieran bien, o dejarle ir sin saber qué ocurriría después.

Nunca antes había dudado tanto de sí mismo, ni siquiera en el pasado cuando no era más que un chico enclenque y enfermizo del que todo el mundo se reía. Siempre tuvo muy presente la justicia como el más alto estandarte, pero cuando se trataba de Bucky todos sus principios se tambaleaban. Era tanto lo que habían vivido juntos, tantos recuerdos atesorados, que era incapaz de tomar una decisión objetiva en todo aquel asunto. ¿Era realmente Bucky un criminal a sangre fría al que había que parar los pies? ¿O se trataba de una víctima producto de las circunstancias? 

Steve sabía que de tratarse de cualquier otro criminal desconocido todo podría haberse resuelto la noche del Wakanda. Antes incluso, si no hubiera sido tan ingenuo el día del traslado al juzgado. 

—Es hora de irnos. 

Una voz al otro lado de la puerta del baño le sacó de sus cavilaciones y profirió un jadeo de frustración. Al salir, Sharon le miraba como si supiera lo que pasaba por su mente.

—Rogers, sé que esta situación es dura para ti, pero te necesito de nuestro lado. 

—Lo estoy...  

La falta de convicción en sus palabras no pasó inadvertida para la mujer, quien ignoró el reloj para tomar aire antes de agarrarle del brazo y obtener toda su atención.

—Escúchame bien, Steve. Vi algo en ti cuando te conocí, algo que muy pocos agentes tienen. La mayoría ven este trabajo como una forma más de ganarse el pan, pero tú no. Tú eres como yo, llevas esta profesión en la sangre. Mostraste gran astucia e instinto durante el interrogatorio a Stark, por eso sé que te quiero de mi lado. 

—Gracias...

—No. Si quieres agradecérmelo mantén segura la confianza que he depositado en ti — le soltó y empezó a andar hacia la puerta —. No me falles esta noche. 

Steve se quedó inmóvil con el vacío en el estómago creciendo por momentos. El peso en su consciencia había aumentado mientras que las dudas seguían siendo las mismas. 


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El tiempo pareció empezar a correr cual tren desbocado una vez se subió al coche de Carter. 

Se dirigieron en silencio al muelle donde supuestamente se llevaría a cabo el intercambio entre Munroe y Lukin, y donde el resto del equipo llevaba un rato esperándoles. Faltaban un par de horas para que el cielo terminara de oscurecerse y llegara la hora prevista, pero la tensión ya podía palparse en el ambiente. Aquella noche las preocupaciones de Steve eran mínimas a comparación de las consecuencias venideras si fracasaban en la misión. Si Lukin escapaba con los planos de Stark y el Vibranium se convertiría en el amo y señor de la guerra. Nada ni nadie podría detenerlo. 

Undisclosed [Stucky UA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora