—¡Calumnias!

—¿Calumnias decís Markus, cuando mi madre, Lorena, Linka y Pruna vieron el espectáculo?

—¿Es cierto lo que dice este muchacho hija? —inquirió preocupado Vincent

—¡No! —enrojeció preocupada, no quería que su vergüenza se supiera, estaba enojada con Lorand por su crueldad y restregarle la felicidad de su matrimonio, él sería suyo tarde o temprano y lograría meterlo en su cama, una vez lo poseyera, ya podía desecharlo como hacía con todos los demás, ¿Por qué no se lo ponía fácil y solo se entregaba a ella?

Lorand se sorprendió de que siguieran viéndola como una dulce e inocente palomita, cuando era una mujer perversa y lasciva.

—Igual no es válido el matrimonio —intervino Markus para ser el centro de atención nuevamente, su tío le pareció ridículo.

—¿Quién dice que no? —estaba empezando alterarse, ellos sabían que Lorand era de mecha corta, ¡No entendía por qué se empeñaban tanto en provocarle!

—Entiende que... puedes casarte con Ágnes, mi nieta, —quiso mediar Vincent—, no son parientes cercanos y la pobre niña siempre estuvo encaprichada contigo... tienes que pensar en una estabilidad emocional, tienes que dirigir toda una comunidad, la cual va a expandirse ahora que obtuviste el terreno que te correspondía de parte de los Báthory.

—¿Estabilidad emocional con una mujer que se desnuda ante un hombre casado? ¿Cómo puedo estar tranquilo con una mujer así? No, quiero una que me ame y me sea solo fiel a mí, no que quiera acostarse con cada hombre que le pase por el lado, ¡¿Queréis una boda!? Una boda tendréis, pero no con esta mujer, jamás serás tú Ágnes —gruñó y abandonó la escena dejando a su madre con los dos buitres que solo querían los beneficios de la comunidad para sí mismos, Markus lo expresaba abiertamente, pero Vincent pretendía ser más diplomático, cuando en realidad ambos querían lo mismo. No se sabía cuál de los dos era peor, o al menos eso quería pensar Lorand.

—Convéncelo Imara, es lo mejor para él...

—Es lo mejor para vosotros y no, no voy a decirle nada, es un hombre, no un niño, él es quien debe decidir con quién estar.

—¡Ese libertinaje es lo que provoca la destrucción y corrupción en muchachos como ese!

—Sí, como digáis, con permiso.

Se alejó de allí queriendo respirando un aire nuevo. Le parecía ridícula e infantil la actitud de sus parientes.

Por su parte Lorand decidió convocar a todos los miembros de la comunidad a su hogar donde se preparaba para dar un anuncio muy importante.

—Habitantes de la comunidad Császár, os habla vuestro líder, Lorand Árpád Báthory Császár Lakatos, no es un secreto para vosotros el hecho de que pertenezca a ambos clanes y estoy seguro de que cuando os enterasteis de mis orígenes os sentisteis traicionados, os expreso —hizo una pausa y jadeó—, mi más sincera y sentida disculpa, es cierto que un Császár es quien debería gobernar en estas tierras, pero mañana en la mañana en nuestro periódico veréis que en el testamento del señor Császár, el único hombre a quien puedo llamar padre, especificó que me legaba a mí el mando de esta comunidad. Así que, lamento que no hayáis sabido todo desde el principio, era doloroso para mi recordar dicho acontecimiento —ocultó la tristeza en su rostro y prosiguió—. Pero ya que todos lo sabéis no hay por qué acotar más el tema. Otro anuncio público que quiero daros, y espero que mi tío Markus y Vincent Rákóczi padrino de mi madre escuchen muy bien, No aceptaré la mano de ninguna joven de ninguna familia —exhaló recalcando la palabra "ninguna"—, porque ya estoy casado con Pruna Boldog, nuestra señora Hannah Rainer hija del noble Gerald Rainer, así que, no quiero escuchar rumor alguno de que voy a casarme, y tampoco quiero que nadie, absolutamente nadie haga de celestino e intente buscarme esposa, sépase que ya estoy casado y el fraile de nuestra ciudad Ferenc Hegedűs —señaló al hombre quien yacía a unos metros a su izquierda— hace justicia a mis palabras, porque fue quien dictó la ceremonia de mis esponsales y casamiento con Pruna, así que dejad de crear conjeturas en vuestras mentes, que aun si mi esposa estuviera al borde de la muerte seguiría siendo mi esposa y ninguna otra mujer, ni aun después de su muerte, ocupará su lugar, ¿Habéis entendido? Ahora, aunque estamos casados debido a la clandestinidad y rapidez de nuestro matrimonio no tuvimos una celebración apropiada, así que ahora formalmente quiero invitaros a todos a la celebración de mi boda, que será dada en la villa Császár.

Boldog Szilva: Ciruela Feliz libro 1 [Sin Editar]Where stories live. Discover now