Capítulo 1 ; "¿Qué hice?"

9.1K 306 7
                                    

Suspiró medio dormida, y empezó a desemperezarse de buena mañana, la cabeza comenzaba a palpitar a una manera desagradable como si le estuvieran dando cabezazos pero por dentro y era un dolor, insoportable, que producían mareos al rato y acababas vomitando en el baño. No era la primera vez que le pasaba y estaba en esta situación, pero rezaba que no fuera como la vez anterior que su amiga tuvo que amarrarle el pelo para que pudiera vomitar en paz.

Odiaba vomitar, era la peor situación que podías vivir, de pequeña se acordaba que solía tener un cubo al lado de su cama cuando se ponía mala, por si acaso no le daba tiempo de llegar al lavabo y era bastante útil. Al fin y al cabo, siempre tienes que hacer caso a las madres.

Volvió a soltar un silencioso suspiro junto a un gemido que soltó al estirar sus huesos sobre una cama que no parecía la suya por la suave y comodidad que esta le brindaba, por lo que abrió rápidamente los ojos con algo de miedo en el cuerpo, no se acordaba nada de lo que habría podido hacer ayer por la noche y podía temerse lo peor, aunque más mal de lo que estaba no podía afectarle, nada.

Miró a su alrededor y vio a un hombre a un lado de ella, con la cabeza girada hacia el otro lado. Cerró los ojos fuertemente rezando para que no fuera quién se imaginaba, se inclinó hacia adelante para dejar ver su cara y se tapó la boca rápidamente para no soltar un ruidoso grito.

Se equivocaba, definitivamente, esto podía afectarle. Como en su vida personal, como en la profesional, de eso no tenía lugar a dudas. ¿Cómo había pasado aquello? No podía ser, tenía que ser un sueño, sí, eso, un sueño, un ridículo sueño.

Cerró los ojos y empezó a pellizcarse el brazo izquierdo para poder despertarse de ese terrible sueño. Abrió los ojos lentamente y miró a su alrededor, seguía en esa habitación y con él. No era un sueño, era la pura realidad, y se maldecía por haber salido ayer. ¿Ahora que podría hacer con Eduard? Después de esto se engancharía a ella como a una lapa, de eso estaba segura.

Sintió como Eduard se movía a su lado, y cerró los ojos fuertemente para que no se despertara, tenía que salir de allí cuanto antes, podría salir de esa casa como si no hubiera pasado nada y lue…

Sintió como unas manos acariciaban su brazo, comenzando por el hombro hasta el codo y se maldijo por dentro, ya que era demasiado tarde para escapar de esa casa, porque se había desesperado.

-¿Cómo has dormido princesa? -Le preguntó obsequiándole un casto beso tras la oreja.

Ella abrió los ojos, por el sobrenombre que le había puesto. Esto tenía que acabar, no iba a dejar que él se encariñara con ella, porque en esa relación no había nada, es que simplemente, ni existía la relación, pero conocía a Eduard y sabía como acabaría esto, después de todo.

-Eduard… -Se giró hacia él, y él la observaba con una sonrisa estampada en su cara.

-Dime, preciosa..

Ella tragó saliva y agarró la sabana contra su pecho con más intensidad.

-Primero, no me digas ni princesa, ni preciosa, ni nada parecido… y segundo, ¿qué pasó ayer? ¿Cómo acabé contigo así?

Él se encogió de hombros. -Ibas algo borracha…

-¿Te aprovechaste de mí en ese estado? -Gritó, alucinada.

-No, no, no… -Negó con la cabeza. -Al contrario.

-¿Qué?

-Fuiste tu la que… -Señaló.

-¿Yo? -Preguntó a lo que él asintió con la cabeza. -Esto tiene que acabar, me voy.

-Pero… ¿Dónde vas?

-¿A ti que te parece? A mi casa… -Dijo, recogiendo sus cosas, y vistiéndose bajo las sabanas ante la atenta mirada de Eduard.

-Pero… ¿lo de ayer no significó nada para ti? -Preguntó desilusionado.

-No, porque técnicamente no me acuerdo de nada de lo que pasó.

-¿Y tu novio no dirá nada de esto? -Preguntó cruzándose de brazos sobre la cama.

-No, porque no se lo voy a contar… -Se encogió de hombros, ante su mentira.

-Mientes… -Le acusó él.

-¿Qué?

-Sí, ayer me confirmaste que no tenías novio y que nunca había habido.

Ella negó con la cabeza. -Vale, no tengo, pero eso no es escusa para tenerte todo el día pegado a mi trasero.

-¿Lo hago?

-Al principio, sí.

-No lo sabía… -Se quedó pensativo, sin mover un músculo.

-Recapacita en tu técnica, machote. Me voy. -Salió de la habitación, escopeteada.

-¡Espera! -Un grito proveniente de Eduard la hizo parar a pocos metros de la puerta.

-¿Qué quieres? -Se cruzó de brazos, y viendo como venía completamente desnudo, miró hacia otro lado, incómoda.

-Nada, solo… -Se acercó a ella y en un rápido momento sus labios estaban en contacto, ella empezó a pegar contra su pecho para que la soltara cosa que no funcionó y cuando Eduard separó sus labios de los de ella, _________ alzó su mano y le dio una cachetada en la mejilla.

-Que sea la última vez que lo haces. -Dijo antes de desaparecer por la puerta.

-Como me gusta que te me pongas difícil -Gritó detrás de ella, Eduard. -Nos vemos mañana princesa.

*~*

Aquí tenéis el primer capítulo de la temporada.

Espero que os haya gustado. 

¡Pronto subiré el próximo capítulo! Gracias por todos los comentarios.

ereѕ nυeѕтra {נυѕтιɴ&тú} #Book 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora