Extra I: "Creando Lazos"

Start from the beginning
                                    

—Ben por fin decidió mirar a su abuelo, pues lo que menos quería, era que su adorado abuelo se culpara por su falta de comprensión—. Yo no te culpo de nada —murmuró con un sentimiento de culpa. Su abuelo no merecía ningún tipo de reproche, menos cuando sus dos hijos habían fallecido no hacía mucho—. Trataré de no dar problemas a mi abuela y a Gwen.

—Ben, tu no das ningún problema hijo.

—El Omega negó con premura—. De todos modos abuelo, insisto en lo que dije —respondió con una pequeña sonrisa. Y a pesar de que aún tenía algunas palabras que decir, para que su abuelo quitara esa mirada llena de culpas, no pudo seguir con esa charla tan necesitada, pues justo en el cielo, pudo ver una extraña nave llegar a ese deshabitado planeta—. Abuelo, ¿qué es eso? —nervioso, señaló aquella nave.

Max al mirar de manera nerviosa aquella gran nave, terminó por alarmarse demasiado al reconocer aquel peculiar diseño.

— ¡Vamos por tu abuela y prima! —

Ben se preocupó demasiado. Era demasiado extraño ver así de temeroso a su abuelo, así que dedujo que esa nave y las personas que estuvieran en su interior, no traían nada bueno consigo.

Ambos se apresuraron a ir en busca de las dos Omegas, quienes solamente detuvieron su entrenamiento y los miraron como si estuvieran locos al irrumpir algo de suma importancia.

— ¿Qué sucede Max?, Gwen estaba por aprender a tele transportarse, así que espero que sea importante lo que tienes que decir —más que molesta, miro de manera severa a su nieto, esperando que no fuera por él que su entrenamiento se viera interrumpido.

—Hay que irnos Verdona. Justo ahora, acaba de llegar una nave. Y era una nave de las Raíces.

Verdona abrió los ojos de par en par. Ella sabía a la perfección quienes eran las Raíces, y que su nieta y ella estuvieran en un mismo sitio con esos neandertales era sumamente peligroso.

— ¡Debemos irnos! —

Rápidamente, Verdona hizo uso de sus poderes para guardar cada una de las cosas que tenían en su improvisado campamento, mientras que Max iba a alistar la nave para huir de manera rápida.

Mientras que Ben y Gwen, no entendían para nada el comportamiento de sus abuelos.

— ¿Qué son las Raíces?, abuelo —preguntó dudoso el joven Omega.

—Las Raíces son un grupo de operaciones especiales, algo así como un oscuro secreto de los Plomeros —mencionó Verdona, a la pregunta de su nieto, aún si a ella no le hubiesen preguntado.

—Justo antes de lo sucedido con los Plomeros, algunos Magistrados y yo, descubrimos lo que en realidad hacían las Raíces. Ellos secuestraban alienígenas con habilidades sumamente raras y experimentaban con ellos. Su líder, Proctor Servantis fue demasiado lejos al usarse a sí mismo para uno de esos experimentos, y terminó por perder su humanidad —explicó Max lo más breve posible.

— ¿Es por eso que se ven tan alarmados? —cuestionó Gwen con preocupación.

—Dense prisa niños —pidió Verdona lo más calmada que podía.

El par de primos se miró mutuamente con preocupación. Ambos comenzaron a ayudar en lo que pudieran para empacar. Sin embargo, las cosas salieron demasiado mal, y las Raíces ya sabían de su presencia en el planeta, más específico, en la presencia de dos Anoditas.

Todo pasó demasiado rápido, y sin que se pudiera evitar del todo. Verdona al estar más pendiente de Gwen y sus poderes, no se dio cuenta de que alguien faltaba, y aprovechó que su esposo y nieta estaban lo suficientemente cerca de aquella nave. Tomó su forma Anodita para poder utilizar su poder y tele transportarlos a un sitio seguro, pero Ben no tuvo tanta suerte, pues al tratar de ir donde su familia se encontraba, ese extraño hombre de piel anaranjada lo había dejado inmovilizado. Solo se dio cuenta de que su familia ya no estaba, cuando salió de ese extraño trance, al parecer, impuesto por ese extraño ser.

LazosWhere stories live. Discover now