슈짐 Gay Movie → [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ]

Capitulo 41

-¿YoonGi?, mi amor, ¿me escuchas?- Sentí a Jimin susurrar muy cerca de mi oído, de un momento a otro estaba tumbado sobre la cama de la habitación, no sé cómo llegué hasta aquí, solo sé que Jimin tenía el ceño bastante fruncido y su rostro reflejaba una tremenda preocupación. 

Pero pasó otra vez, él y yo estábamos en un auto, él cantaba muy alegre y yo solo sonreía ante el espectáculo que estaba causando. Él se acercó para besarme, sus labios solo alcanzaron a rozarse con los míos, cuando sentimos el descontrol del auto y luego todo ya estaba oscuro.

-¿Me escuchas?- volvió a preguntar. Ésta vez me giré para poder observarlo, no podía formular alguna palabra, tampoco entender lo que ealmente estaba pasando. Solo pude asentir ante su pregunta 

-¿Estás bien?, ¿quieres hablar de lo ocurrido?- una de sus manos acarició mi mejilla, mi respiración estaba calmada, ¿quería hablar de todo lo ocurrido?, la verdad, quería hacerlo, quería saber todo sobre ese accidente 

-T-tu...- no pude continuar, las imágenes cada vez seguían pasando po mi mente, Jimin cantando, yo riendo de él, una y otra vez

-Tu...- prosiguió, logrando sacar esos pensamientos 

-T-Tuvimos un accidente- murmuré al fin, Jimin no estaba sorprendido ante mis palabras, solo cerró los ojos unos instantes, tratando de procesar la información, luego se alejó de mí, caminó hasta uno de sus cajones, donde extrajo una hoja de algún periódico antiguo, bueno, al menos se veía antiguo 

-Sí, lo tuvimos, y lamento que te enteraras de todo esto por Jin Hee, hubiera preferido contártelo yo cuando fuera el momento, pero como ya lo sabes, no me queda otra que explicarte lo que realmente ocurrió esa noche y todo lo que ocurrió con nosotros en el pasado- se quedó en silencio esperando lguna reacción de mi parte, pero solo pude sentarme en la cama, mirarlo y esperar que comenzara su relato y su versión de las cosas.

-Bien- prosiguió-, me enamoré de ti cuando era muy pequeño- sonrió algo triste-, era solo un mocoso y no sabía lo que era el amor- negó un poco-, cuando llegue a la adolescencia, ya supe lo que era amar y yo realmente te amaba, bueno, aún lo hago, pero ese fue el momento donde me di cuenta de mis verdaderos sentimientos, cuando salías con alguien, sentía celos, y no unos celos de mejor amigo, estos eran deseos tan aterradores en contra de las chicas con las que salías- rió un poco-, cuando logré que te fijaras en mí, tu padre no lo aceptó, y decidiste ocultar nuestra relación, hasta que un día, fuimos a una fiesta de cumpleaños de uno de los chicos de la escuela, nos emborrachamos, los dos, y nos captaron juntos- tomó una gran cantidad de aire para seguir-, bueno, todos se enteraron y decidimos escapar- sentí un nudo en la garganta-, ellos cortaron los frenos y además dañaron parte del motor, lo que hizo que el auto perdiera el control por sí solo, ese día estábamos tan contentos, te gustaba que te cantara mientras manejaba, te reías todo el camino, me hacía sentir satisfecho, oír tu risa, nunca podré olvidar todo eso.- su voz estaba rota y lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, y yo, ya estaba sollozando-, recuerdo que te iba a besar, cuando el auto perdió el control, y íbamos en una curva, así que caímos por un acantilado, tú no llevabas cinturón, tampoco tu asiento tenía una bolsa de aire- ver a Jimin llorar, me rompe aún más el corazón-, cuando retomé el conocimiento, pude salir del auto, ya que yo llevaba el cinturón y tenía la bolsa de aire, recuerdo que caminé por todas partes, buscándote, hasta que te encontré, estabas a unos cien metros del accidente, respirabas, eso me impulsó a llamar a urgencias, traté de que reaccionaras, pero fue imposible, tenías una hemorragia en tu cabeza, tenías una gran herida allí, donde está tu cicatriz- llevó su mano hasta mi cabello y con sus dedos acarició la cicatriz que he estado escondiendo por años y nunca supe por qué la tenía.

-¿Qué paso luego?- sorbí un poco mi nariz para tranquilizarme 

-Nos llevaron al hospital y tu familia no dejó que me acercara nunca más a ti, pero eso no me lo impidió, pude verte de todas formas en ese hospital, yo me había fracturado el brazo y una de mis piernas, por las noches, tomaba mi silla de ruedas y me iba hasta tu habitación, donde pasaba horas, cantándote, leyéndote algún libro, hablándote...