8. Alfa

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— ¡JiMin, hay una de tus protestas favoritas en la televisión!.—Grita papá desde la planta baja.

— ¡Ya voy!.

Es domingo y por ende me encuentro refugiado en mi casa, lugar en donde tengo mi santuario y dónde los normales le llaman habitación.

Acomodó mis libros en el estante de madera que papá me confeccionó hace algunos años y sonrió porque ahora estan limpios. La universidad no me deja mucho tiempo para venir hasta casa y limpiar mi habitación, por lo que cada fin de semana mamá me obliga a hacerlo. ¡Nunca me dejan descansar!.

— Oh cariño, —Me sorprende mi madre al filo de la escalera— la señora Min nos invitó a una cena está noche.

Y ese es un aviso de que estoy a unas horas de pasar por las inevitables escenas vergonzosas que por alguna razón siempre me pasan, supongo es un tipo de maldición que me persigue y hace que quede como un estúpido, claro que mamá asegura es por mera timidez. Bah, prefiero suponer que es una maldición.

Si se preguntan qué tal ha ido las clases con Min YoonGi, pues sólo puedo decirles que ha sido todo un fiasco no lanzarle un puñetazo por su actitud arrogante y egocéntrica, pero fuera de eso ha ido más que bien, de hecho ya sé mucho más cosas de lo que algún día creí llegar a saber con respecto al piano. ¡Pronto seré el hijo perdido de Mozart!.

Papá toca el timbre de la lujosa casa y por primera vez no me arrepiento de haber retenido mi cuerpo por un largo tiempo frente al espejo de mi habitación, los señores Min nos saludan en cuanto la puerta se abre y puedo notar que apesar de no vestir con ropa demasiado cara, la elegancia parece estar pegada a sus cuerpos.

— ¡Hola!. —Chilla la señora Min y se abalanza a abrazar a mi madre.

Las dos parecen demasiado felices de verse y la actitud de ser amigas de años, haría titubiar a cualquiera. Según logré escuchar de mi madre, ya hasta saben la forma en que sus esposos se les declararon. Mi papá y el de YoonGi son un poco más reservados y sólo hablan del trabajo, aunque no parecen incómodos con eso, al contrario, parecen congeniar bien al hablar de temas de ese tipo.

— YoonGi nos mencionó que estabas aprendiendo piano.—Habla el señor Min mientras vierte más vino a su copa.

¿Lo hizo?.

— Sí, él es muy buen tutor.—Los ojos de YoonGi se encuentran con los míos y por alguna extraña razón no pude rehuir de ellos, son tan oscuros y pesados que no dejan duda de su linaje de alfa.

— ¿Es tu tutor?. –Cuestiona mamá con un deje de sorpresa y yo asiento sin querer dar gran importancia al asunto– ¿Porque no nos lo dijiste?.–Susurra en tono herido.

Mamá sigue replanteando la idea de que le escondo cosas y apesar de que he tratado de refutar y alegar que no es así, ella sigue insistiendo, supongo que al llegar a casa me hará muchas preguntas respecto al tema de mi repentino tutor de música.

— Lo lamento, lo olvide. –Mamá asintió con una sonrisa plana, pero aún así su mirada era una clara advertencia de que debía contarle todo en cuanto pisaramos el piso de nuestra casa.

Será una larga noche.

— Me alegra que se estén llevando bien. –Soltó la señora Min, su sonrisa era de orgullo y dejo un suave apretón en la mano de YoonGi, quién sólo asintió sin agregar nada más.

Uh, si llevar bien significa gritarle alfa descerebrado cada que me corrige. Entonces si, nos llevamos bien.

— YoonGi, ¿Por qué no invitas a JiMin a pasar a tu sala de grabación?. A lo mejor y un día terminan grabando algo juntos.

LISTA DE ALFAS PERFECTOS PARA MÍ; YoonMin/윤민Where stories live. Discover now