*LEMON*

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¿Porque tenía que ser un amargado?

Con el puchero en su boca, Wilhemina Snape iba caminando por el callejón Diagon, había discutido con Severus y todo porque no quería dejarla ir con sus amigas a un concierto muggle. Resultaba que su novio mortifago no quería que fuera, ya habían pasado los problemas de la guerra hacía años ¡Por merlín!, aún así, ella era una adulta.

Podría ir al concierto, Snape no era su padre para negárselo. 

Pronto le cayó el recuerdo, en parte sí era como un padre, ya que un tiempo fue su tutor, se encargó de cuidarla en su niñez y gran parte de su adolescencia, solo que las cuestiones de la guerra  y otras cosas los llevaron a terminar como pareja, así que en resumidas cuentas... si tenía que obedecer ante esa orden.

¿Tenía algo de malo que fuera a divertirse?

—Es peor que mi padre Voldemort, cuando se enoja —pensó Mina, en aquellos años pasados cuando su padre el mago tenebroso colerizaba ante algún error cometido por parte de sus ineptos mortifagos de bajo rango.

—El limón suele ser el mejor para quitar lo amargo de nuestros pensamientos —expresó una voz algo chillona, irrumpiendo las cavilaciones que hacía en voz alta Mina para ella misma.

—¿Eh? —Mina freno de inmediato su caminar al sorprenderse.

¿De donde provenía?

—Parece que requiere un poco de acidez —volvió decir aquella voz.

Willhemina pudo escuchar con más claridad, giro para ver que detrás suyo estaba una pequeña joven con ropas muy lindas, aunque algo fuera de lo común para el mundo mágico.

Ropas de una mesera, de verde casi a lo pasto, rayas blancas decorativas, así como un mandil ligero de holanes, unas medias de rayas muy bizarras de distinta medida, listones por donde sea, y para rematar un sombrero de copa baja con diseño similar al pastel.

Albina de ojos al tono del vestido, cabello blanco o quizás plateado, con rayos del mismo tono de su ropa. Sin duda la joven era algo rara.

—¿Hola?, ¿Nos conocemos? —cuestiono extrañada Mina.

—Sígame por favor —dijo sonriente la joven.

Mina observo avanzar a la joven con sus bolsas de compras, era rara pero había llamado su atención, caminaban casi a las afueras del callejón, una sección que conectaba la división de la entrada al callejón Knockturn y la última salida de Diagon, eso no era bueno.

—¿Quién eres? —cuestionó a la defensiva Mina, alzando su mano derecha para invocar una esfera de poder, si la estaba guiando a ese lugar, no era nada buena la noticia.

La aludida volteó para verla—. No se preocupe, no soy oscura, bienvenida a la cafetería "El café" —respondió tranquila y sin verse afectada la joven mesera, la puerta del negocio se abrió por sí sola, accediendo primero la joven al lugar.

El sonido de un rítmico jazz sonaba del interior, con duda y manteniendo la esfera activa de magia, Mina entró para revisar, el sitio estaba completamente lleno, al parecer había una fiesta ya que muchas personas estaban bailando al ritmo de un grupo con instrumentos de música muggle, una música muy contagiosa para estar en la pista de baile.

Aquello dejó a Mina muy sorprendida, aunque confusa, ¿Que rayos era ese sitio?

Para su asombro, reconoció a gran parte de los invitados ahí, ¿Qué rayos hacían?.

Alastor, los Weasley, Viktor Krum (que hasta se le hacía raro verlo ahí), incluso ¡Minerva!

—Por favor baje su conjuro, tenemos prohibido ataques mágicos u alguna otra energía que sea de peligro a nuestros clientes —le aconsejo la mesera que había aparecido frente a Mina.

El Café ⌜Especial Fest-Aniv⌟Where stories live. Discover now