Capítulo 1:Leo, cuida tus palabras

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/Narra Amelia/

Mi nombre es Amelia Shepherd. Soy neurocirujana en el Grey Sloan Memorial Hospital, ubicado en Seattle.
Tengo cuatro hijos: Samantha, Heather, Leo y Esme.
Mi ex marido se llama Owen Hunt, hace un año y medio nos divorciamos.
Y mi actual pareja se llama Liam.
Junto a Owen tengo tres hijos:Samantha, Heather y Leo.
Junto a Liam sólo tenemos a Esme.
Sam y Heather tienen trece años y son gemelas, idénticas a Owen.
Leo tiene tres años y a él lo adoptamos cuando era solo un bebé.
Mientras que Esme es una bebé de un mes.
Desde que Owen y yo nos separamos, nada volvió a ser lo mismo, nuestras hijas se molestaron con ambos y Leo es aún más travieso.
Me encontraba observando a Sam y Heather, ambas realizaban sus tareas y dejaban todos sus conocimientos sobre las hojas.
-¿De qué es la tarea?-pregunté.
-Ciencia-respondió Sam con un tono frío.
Suspiré frustrada, hace tiempo no lograba que me hablen de otra forma.
-Completen todas sus tareas, su padre estará aquí en una hora.
-¿Pretendes que una hora sea suficiente?-preguntó Heather de mala manera.
-Pretendo que en una hora tengan todo listo, o al menos lo que más puedan-respondí utilizando el mismo tono de voz.
Caminé hacia la habitación de Leo y sonreí al verlo concentrado con sus juguetes.
-¿Jugar con Woody es divertido?-pregunté haciendo referencia al vaquero de juguete.
-Sí-respondió. -Pero quiero a Jessie también.
-Tendrás a la vaquera entoces-reí. -Pero ahora debes prepararte, tu padre vendrá en una hora.
-¿Esos son sesenta minutos?
-Exacto pequeño Einstein-reí. -¿Cómo sabes eso?
-Heather-se encogió de hombros.
-¿Heather te ha enseñado todo eso?-pregunté.
-Sí mami-respondió. -¿Podrías ayudarme a elegir un juguete para llevarme?
-Woody-respondí con seguridad.
Negó con la cabeza y se cruzó de brazos.
-¿Por qué no?
-No quiero compartir mis cosas con Allison-se encogió de hombros.
-Leo-reí. -No debes ser egoísta.
-No soy egotista-dijo y reí al escucharlo pronunciar la última palabra.
-Entonces puedes llevar a Buzz-propuse.
-O mis bloques-sonrió.
-No, Leo-dije con autoridad. -La última vez tus bloques lastimaron a tu hermanita.
Intenté no reír, porque ese día me enfureció y no era gracioso, pero su sonrisa pícara intentando hacerme cambiar de opinión vencía cualquier enojo.
-¿Mis bloques dónde los guardo?-preguntó.
-En tu mochila-dije y reí, ningún niño jamás lograba manipularme cómo él.
Obedeció mis órdenes y luego corrió hacia mí para que lo tome en brazos y así poder depositar un dulce beso en mi mejilla.
-Gracias mami.
-No tienes que agradecerme pequeño príncipe-sonreí y esta vez fui yo quien besó su mejilla.
Se aferró a mí y regresé a la cocina, donde Sam y Heather seguían realizando sus tareas pero esta vez Esme también estaba allí.
-¿Por qué Liam no está aquí?-preguntó Samantha.
-Desgraciadamente hoy debía trabajar-respondí.
Sonrió apenada y continuó escribiendo con su pequeña hermanita en brazos.
-No quiero ver a Teddy-soltó Heather llamando mi atención.
-¿Por qué?-pregunté.
-No lo sé-se encogió de hombros. -Hay algo en ella que no me gusta.
-Su actitud-agregó Sammie. -Es...
-Una imbécil-completó Heath.
-¡Heather!-dije.
Leo la observó y sonrió con malicia.
-¡Le diré a Teddy que es una imbécil!
-¡No!-exclamé. -Por favor Leo, no le digas eso.
Bajó de mis brazos y corrió hacia su hermana.
-Heather, yo creo que Teddy es linda.
-Por supuesto-masculló su hermana. -Es hermosa.
Reí y negué con la cabeza, yo también odiaba a esa rubia.

/Narra Owen/

Toqué el timbre de la casa de mi ex y esperé ansioso por ver a mis tres hijos.
-Hey-Sam me regaló una sonrisa tímida al abrir la puerta. -Justo estábamos esperándote.
-Hola princesa-sonreí y besé su cabeza.
-Pasa-ordenó. -Aún falta Heather.
Obedecí sus órdenes y me adentré en el hermoso y acogedor lugar.
Amelia estaba allí junto a Leo, al parecer lo estaba preparando.
-¡Papi!-exclamó.
-Hey pequeño-sonreí y caminé hacia él lentamente.
Besé su mejilla y él la mía.
-¡Teddy es una imbécil!
-¡Leo!-exclamó Amelia con furia. -¿Qué te he dicho sobre utilizar esas palabras?
-Heather lo dijo-se encogió de hombros.
Respiré profundamente mientras observaba a Amelia con enojo.
-¿Tú le has enseñado a utilizar esas palabras?
-Por supuesto que no, tú me conoces-respondió a la defensiva.
-Tu envidia hacia Teddy es evidente-me encogí de hombros.
-¿Mi qué?-preguntó y comenzó a reír irónicamente. -Owen, creí que me conocías.
-Leo ha aprendido demasiadas palabras inadecuadas, y tú no lo has regañado.
-Por supuesto que lo hice-dijo con furia. -¿No acabas de escuchar mis palabras?
Rodé los ojos y agradecí que Heather haya llegado al living justo en ese momento.
-Me alegra que ya estén discutiendo-dijo. -¿Al menos no pueden contenerse un instante?
-No-respondimos ambos al unísono, a veces parecíamos nosotros los adolescentes inmaduros.
Luego de asegurarme de que estábamos listos para dirigirnos hacia mi hogar, lo hicimos.
Heather y Samantha se encontraban en silencio, mientras que Leo no paraba de cantar.
-Leo-dije. -Hoy estás muy inquieto.
-Estoy feliz-se encogió de hombros. -¿Tú no lo estás?
-Sí-respondí con diversión, a veces sus ocurrencias no se parecían en nada a las de un nene de tres años.
-Papi, traje mis bloques.
-Oh, no-dije. -Leo esta vez no debes enojarte con Allison y lastimar su rostro con tus bloques, ¿entendido?
Asintió con su cabeza y continuó observando el camino.
-Necesito ayuda con matemática, más tarde-dijo Sam, que por primera vez desde que salimos de la casa de Amelia me permitía oír su dulce voz.
-Teddy puede ayudarte-dije. -Yo soy pésimo en eso.
No respondió, sólo apoyó su cabeza sobre el hombro de su hermana.
-¿Algo que quieran charlar conmigo?-pregunté intentando oír a las gemelas.
-Sí-dijo Leo. -Quiero a Jessie, la vaquera.
-Entendido-sonreí y acaricié su mejilla. -¿Ustedes también quieren algo?
-Que mamá y tú dejen de discutir-dijo Heather.
Sonreí apenado e intentando reflexionar.
Definitivamente no debíamos discutir frente a nuestros hijos, ya demasiado habían tolerado mientras estábamos juntos.
Al llegar, Leo y Sam saludaron a Teddy amablemente.
Heather permanecía a mi lado, sólo sonrió y luego se dirigió hacia su habitación.
-Tranquilo-dijo Teddy al notar que mi semblante había cambiado su expresión. -Aún le cuesta aceptar que su madre y tú se han divorciado y a mí no me quiere, es evidente.
-Estoy algo cansado-dije. -No quiero verla mal.
-Ya estará bien-dijo. -Créeme, es momentáneo, aceptará esto.
Sonreí y la besé.
Leo se acercó hacia nosotros dando pequeños saltitos y sonreí al verlo.
-Teddy mi hermana dijo que eres una imbécil-dijo.
Llevé mis manos a mi rostro y lo cubrí expresando el cansancio que me había invadido.
Leo era un niño de tres años, por supuesto que iba a mencionarlo.
-Hablaré con ella-le informé y sonrió.
-Recuerda que es sólo una niña-dijo.
Sonreí y me dirigí hacia la habitación de Heather y Samantha.
Toqué la puerta y Sammie me abrió al instante.
-¿Puedo pasar?-pregunté.
-Por supuesto-respondió sonriente. -Pero dudo que sea a mí a quien vienes a ver.
Sonreí y asentí.
-Quédate aquí, hablaré con las dos.
Tomé asiento en una de las camas y observé a ambas.
-No sé por qué están tan molestas conmigo-dije. -Pero, Heather, no debes criticar a Teddy solo por ser mi nuevo amor.
-Todo iba bien hasta que lo mencionaste-dijo.
-¿Qué?-pregunté.
-"Mi nuevo amor", apesta. Tu nuevo amor y su sonrisa falsa apestan.
Respiré profundamente, todo iba a ser más difícil de lo que creía.
-Lo siento, pero no querré jamás a Teddy, por mucho que eso te moleste a ti.
-¿Y sí quieres a Liam?
-Es diferente-dijo. -Liam no sonríe falsamente ni es presumido, él es distinto.
-Tu problema es Teddy-dije.
-Exacto-sonrió. -Al parecer lograste entender todo a la perfección.
-Lamento informarte que Teddy seguirá a mi lado.
-No te estoy pidiendo que cambies eso-dijo. -Solo quería que sepas lo mucho que la odio.
No respondí, solo la observé apenado y enfadado al mismo tiempo, no entendía por qué se comportaba así.
Pero quizás Teddy tenía razón, sus celos eran algo momentáneo y lo aceptaría.
Finalmente regresé al living, o estaba dispuesto a hacerlo antes de oír a Leo conversar animadamente con Teddy.
-¿Tienes alguna persona favorita?-preguntó.
-Sí-respondió Teddy. -¿Y tú?
-Mi mami-respondió. -Ella es mi persona favorita.
-Oh eso es genial-sonrió. -Mi persona favorita también era mi madre antes.
-¿Y ahora?-preguntó Leo.
-Allison-respondió.
El pequeño sonrió y guardó silencio, demostrando que estaba algo pensativo.
-Mi mami es genial-dijo finalmente.
-Amas mucho a tu mami, ¿verdad?
-Sí-respondió. -Muchas personas dicen que están enamoradas de otras, yo creo que lo estoy de ella-finalizó la oración con inocencia y dulzura a la vez, logrando sacarme una sonrisa.
Amelia y yo no teníamos una buena relación, pero de algo estaba seguro: era una excelente madre.

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Primer capítulo ♡
Espero les haya gustado esta introducción.
¡Me encantaría saber qué opinan!
Gracias por leer♡

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