Capitulo 3

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"En el cementerio están los muertos y en las ciudades los vivos y los muertos"


La lluvia comenzó a mitad del viaje. Jake no sabía por dónde lo llevaban, pero tampoco se animaba a preguntar, así que en silencio se quedó mirando por la ventana del coche a ver si conocía alguna cosa que lo rodeaba.

–Ya estamos cerca –comentó Patrick al verlo por el espejo de dentro de coche y verle el rosto de "No tengo ni la pálida idea de donde estamos".

–¿Dónde... Dónde vamos? –preguntó tímidamente.

Alarick siguió con su juego mientras que Patrick lo miró a los ojos por el mismo espejo. Le sonrió levemente.

–Estamos yendo a un pequeño cementerio en un pueblo cercano –le dijo Patrick para introducirlo un poco.

–¿Para qué?

–Parece que a alguien le dio ganas de remover algunas tumbas por la noche –le contestó Alarick sin quitar la vista de su juego que iba ganando.

–¿QUÉ? –preguntó algo alterado.

–Tu toque de humanidad se ve que se fue cómo siempre –se quejó Patrick y lo miró de reojo. Alarick solo se encogió de hombros.

No continuaron hablando. Jake se encontraba demasiado absorto en sus propios pensamientos asimilando todo lo que le había ocurrido en aquel lugar.

Primero. Llegó y se encontró con un intruso en la casa, que dice ser alguien que su padre lo dejó quedarse en la casa.

Segundo. Esa persona que pensaba que tenía su misma edad o unos pocos años más... era ni más ni menos que un maldito vampiro sacado de un cuento de terror. ¿Cómo era posible aquello? Jake nunca se hubiera imagina de criaturas como él existieran en el mundo. Nunca había sido muy creyente en aquellas cosas, pero... como dicen. Algunas personas deben ver para creer y él lo había visto muy claro.

Tercero. El chupasangre trabajaba para los policías ¿era eso coherente? No para nada.

Cuarto. No había un cuarto, pero con esos tres puntos eran más que suficientes para ocupar su pensamiento.

Cuando llegaron los tres bajaron del coche a la par. Alarick antes de hacerlo, se colocó un par de lentes de sol.

–¿Por qué llevas lentes? –le preguntó Jake acercándose a la altura de Patrick y Alarick quienes se habían encaminado a la entrada del cementerio.

–Dije que no me hacía daño el sol, pero me molesta en los ojos –le contestó y se adentró en el cementerio, seguido por Patrick y Jake.

Un grupo de policías ya se encontraban en la escena y estaban interrogando a un pobre hombre que se veía asustado.

Alarick se puso a ver los alrededores, mientras que Patrick se fue a hablar con un grupo de los policías y ver qué era lo que habían averiguado. Jake por su parte se había quedado parado allí sin hacer nada y sin tocar nada.

–Jake –lo llamó de pronto Alarick y el nombrado se acercó hasta él para ver qué era lo que quería.

–¿Qué... ¿Qué sucede? –le preguntó tímidamente cuando se encontró a su lado. Pero los ojos se le abrieron como platos al ver del otro lado de la tumba que Alarick estaba mirando. Un cuerpo de un niño estaba tirado allí, bañado en sangre y con el estómago abierto.

Jake no pudo evitar vomitar al ver todo aquello. ¿Quién era capaz de hacer aquel atroz acto?

–Llama a Patrick –le dijo seriamente y se puso de cuclillas para ver mejor el cuerpo del pequeño niño.

Deseos de sangreWhere stories live. Discover now