Capítulo 20

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Nala estaba durmiendo, Sarafina estaba a su lado.
Nala empezó a escuchar su nombre de nuevo. Rápidamente se despertó. Lo seguía escuchando.
—No puede ser mi imaginación si lo escucho dos veces—dijo Nala levantándose.
Caminó hacia afuera de la cueva, salió de ella. Todas las hienas estaban durmiendo. Salió y camino entre todas ellas siguiendo el sonido para intentar averiguar quién era el que la llamaba. Su nombre fue pronunciado muchas veces. Siguió caminando hasta salir de la roca del rey.
— ¿Quien anda ahí?—Preguntó Nala
Escuchó algo moverse detrás de ella en la hierba. Volteó a ver rápido. Había tanto silencio que el sonido del viento moviendo la hierba la asustaba.
Nala se empezó a asustar. Comenzó a pensar que no era cualquier sujeto. Pensó que era un depredador. Rápidamente se fue corriendo hacia la roca del rey, de dos saltos entró a la cueva. E intentó dormir de nuevo. Se tapó las orejas con sus patas y cerró sus ojos.
Nala abrió de nuevo los ojos. Era de día. Se sorprendió por qué se durmió sin darse cuenta por el miedo.
Miró a su alrededor, solo había dos leonas, como era la costumbre.
—Creí que jamás despertarías—dijo Tama sonriendo.
—Hola Tama—dijo Nala— ¿A qué hora se fueron las leonas?
—Hace media hora—Respondió Tama
—Creo que dormí bastante—dijo Nala
Tama se acercó a Nala.
—Oye Nala—dijo Tama
— ¿Qué pasa?—Preguntó Nala
—Escuché algo sobre los leones que atacaron a las hienas—dijo Tama
Nala volteó a verla rápido con curiosidad.
— ¿En serio?—Preguntó Nala
—Si, ellos viven en un lugar al sur de la roca del rey—dijo Tama
Nala se sorprendió, por fin iba a poder cumplir su sueño.
— ¿Como supiste sobre eso?—Preguntó Nala
Tama la miró, observó a los alrededores y se acercó a Nala.
—Escuche la conversación de dos hienas, hablaban con Scar, hablaron sobre su ubicación—dijo Tama abriendo sus grandes ojos miel
—Eso es perfecto—dijo Nala—Te lo agradezco mucho
Nala abrazó a Tama.
—Eres la mejor—dijo Nala
Sarafina regresó al medio día. Traía un antílope. Nala se lo comió.
—Oye mamá—dijo Nala
— ¿Qué sucede?—Preguntó Sarafina
Nala miró a Sarafina.
—Mamá necesito que me apoyes en esto—dijo Nala
— ¿De que hablas?—Preguntó Sarafina
—Tenemos que resolver este problema—dijo Nala
— ¿Cuál? ¿Me sigues hablando sobre lo de pedir ayuda?—Dijo Sarafina enojandose
Sarafina se paró.
—Nala te he explicó muchas veces que eso es algo imposible de hacer—dijo Sarafina
Nala se levantó.
— ¿Porque te empeñas tanto en estar en mi contra?—Preguntó Nala
—No intentó estar en tu contra, te digo que es peligroso—dijo Sarafina
—Es mentira, lo único que me has estado diciendo es lo contrario a lo que yo te digo—dijo Nala
—A veces pienso que no me apoyas—dijo Nala
—Nala por favor—dijo Sarafina
—Tu no me apoyas—dijo Nala
—Nala—dijo Sarafina
Nala se empezaba a levantar su voz
—Esta idea es para ayudar a que vivamos mejor—dijo Nala
Sarafina tenía la mirada baja
—Respondeme ya—dijo Nala enojada
— ¿Acaso estás de acuerdo con Scar?—dijo Nala
— ¿Porque, no, me apoyas?—Dijo Nala
—¡Porque quiero protegerte!—Gritó Sarafina
Nala se sorprendió al escuchar eso.
—Quiero protegerte, lo que intentas hacer es demasiado peligroso—dijo Sarafina casi llorando
—Te amo, no quiero perderte, buscando a esos leones solo iniciarias una guerra la cual no podrías ganar—dijo Sarafina llorando
Nala escuchaba las palabras de su madre.
—Mira Nala, lo único que intentó hacer es protegerte, es por eso que no puedo dejarte hacer esto, podría perderte—dijo Sarafina
Nala se acercó a Sarafina, la leona no paraba de llorar. Nala la abrazó.
—Lo lamento mamá—dijo Nala
Sarafina devolvió el abrazo a Nala y la apretó bastante.
Nala aceptó lo que Sarafina le dijo, ciertamente comprendió que lo que su madre le decía era más real que todas las ideas que ella tenía. Ella dejó de intentar hacer cosas que le eran imposibles de lograr.
A la mañana siguiente. Sarafina despertó a Nala. Le reviso el pecho.
— ¿Ya te sientes mejor?—Preguntó Sarafina
—Si mamá y....lamento lo de ayer—dijo Nala
—Esta bien hija, siempre y cuando hayas entendido—dijo Sarafina
—Claro mamá, lo entendí—dijo Nala
Nala y Sarafina tendrán que vivir bajo el reinado de Scar, Nala empezaba a aceptar esa terrible idea pero tenía que hacerlo, al menos era más seguro que su idea de derrocar a Scar.
Nala a veces recordaba a Simba y pensaba en toda la fuerza moral que el tenían, era valiente, fuerte y no sé rendía. Ella tenía que aprender a ser como el para poder superar las penas que tenían, también tenía que escuchar más a su madre, ella tiene más experiencia en la vida que Nala.






El Rey León: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora