Capítulo 18

942 58 3
                                    

En esta historia los animales tendrán edades humanas por lo tanto crecen y envejecen igual que los humanos. Una cosa es que todos los personajes empezarán a perder agilidad y facilidad de movimiento hasta los 70 años, creo que es igual con los humanos.
En esta historia Nala tiene: 13 años Sarafina: 36 años. Scar: 44 años. Tama: 12 años. Kula: 13 años. Sarabi: 38 años. Leonas del grupo de caza: entre 20 y 30 años. Simba: 13 años
Bueno solo eso quería decir, si me faltan personajes los iré poniendo, lamento la demora aquí está el capítulo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tama abrió los ojos como platos.
— ¿Como que quieren matarte?—Preguntó Tama
—En serio, esas tres hienas se mantienen a una distancia la cual siempre puedan estar a mi espalda, me mantienen vigilada en todo momento—dijo Nala
—Nala pero en primer lugar—dijo Tama— ¿Qué razones tendrían para querer asesinarte?
—No lo se Tama, eso me tiene preocupada—dijo Nala
—Debes decirle a tu madre—mencionó Tama
—No puedo, solo voy a preocuparla—dijo Nala
—Pero ella sabrá cómo resolver tu problema—dijo Tama
Nala estaba muy preocupada, esas tres hienas se mantenían afilando sus garras todo el día.
Esas hienas se mantenían hablando a sus espaldas, en ciertos momentos ella escuchó decir a las hienas que tenían que esperar un tiempo para hacerlo, Nala nunca escuchaba nada sobre que ellas quisieran matarla, pero siempre lo sospechaba.
Scar impuso una ley para todas las hienas, la cual era que en ningún momento se debe lastimar, insultar o en el peor de los casos asesinar a ninguna leona. Por esas razones Nala empezaba a creer que Scar la quería matar, pero no estaba segura, no quería decirle a su madre, solo la iba a preocupar. No solo eso, la mantendría alerta y jamás podría volver a vivir tranquila.
En la noche Nala estaba intentando dormir, Sarafina la tenía entre sus patas, como todas las noches. Escuchó a hienas hablar, la mayoría de ellas solo hablaban sobre comida o sobre algún tema sin importancia. Eso tranquilizó a Nala, ella intentó dormir.
El tiempo pasó y Nala ya no supo nada sobre esas hienas.
Rápidamente dejó pasar sin darse cuenta 2 años ya tenía 15 años.
En esos momentos ya era casi del tamaño de su madre.
Nala era una joven adolescente en ese momento, se mantenía en la cueva todos los días esperando a que su madre regresara. Olvidó aquel terrible sueño que tuvo hace dos años.
Zira ahora vivía en la roca del rey, cambió mucho en dos años.
Zira era ahora la esposa de Scar, la proclamó su reina dos meses después de que empezó el segundo año.
La sequía terminó con las tierras del reino, Nala se sentía deprimida, creía haber perdido ese bello sentimiento por aquel león de color oro.
—Estoy segura de que ahora serías mi pareja—pensaba Nala recordando a Simba.
Se le salieron lágrimas de los ojos. Era el amor de su vida, ella pensaba hacer perdido el amor que sentía por Simba, pero cada vez que lo recordaba no podía evitar llorar.
Sarafina entró junto con las demás leonas, y dejó una cebra enfrente de Nala. La leona levantó la mirada hacia su madre, tenía la expresión más triste que se podía imaginar.
—Oh no hija, lo lamento—dijo Sarafina echándose al al lado de Nala
—¿Lo recordaste otra vez?—Preguntó Sarafina
—Ahh—suspiró—si mamá, lo recordé
—Lo siento hija, se que es triste—dijo Sarafina abrazando a Nala—lamento todo lo que está pasando.
—Por favor no te preocupes mamá—dijo Nala—nada de esto es tu culpa
—Gracias hija, bueno será mejor que comas—dijo Sarafina
Nala le sonrió.
—Gracias mamá—respondió Nala.
Nala se comió la cebra.
En la noche, Nala se echó al lado de Sarafina y apoyó su cabeza al cuerpo de ella. Sarafina sonrió, apoyó su cabeza en sus patas y cerró los ojos, Nala empezaba a dormise. Sarafina se acostó en el suelo, Nala cayó y eso la despertó, se volvió a colocar y se acostó pegada a Sarafina. Entró en un profundo sueño.
En la mañana, Nala sintió como una pata le rodeaba todo el cuello, era de su mismo color, al levantar la mirada se dió cuenta de que era su madre, aún estaba dormida. Nala intentó dormirse otra vez.
Al despertar, Nala estaba sola, en la cueva solo habían dos leonas, que vigilaban la entrada, Nala pensó que habían salido a cazar.
Cuando su madre regresó, le dió comida. Como siempre se la comió.
— ¿Recuerdas que de pequeña me rogabas que te enseñara a cazar?—Preguntó Sarafina
—Si mamá, te rogaba todo los días—dijo Nala riendo.
—Bueno, creo que ya es tiempo de que empieces a aprender—mencionó Sarafina.
Nala levantó la mirada rápidamente.
— ¿Es en serio?—Preguntó Nala emocionada.
—Si, solo que ahora no hay muchos animales, costará un poco pero se que lo lograrás—dijo Sarafina.
Nala abrazó a su madre de un salto.
—Gracias mamá—dijo Nala
—Esta bien hija—dijo Sarafina
Sarafina le explicó a Scar que era lo que iban a hacer, Scar accedió sin muchos problemas, ya que en el futuros, Nala iba a ser una leona en le grupo de caza.
Nala y Sarafina iban caminando hacia el campo. Sarafina volteó a ver a Nala.
—Cuanto has crecido—dijo Sarafina
—Si, todo ha pasado muy rápido ¿no crees?—dijo Nala
—Si hija, estoy segura de que seguirás creciendo—dijo Sarafina
Nala y Sarafina llegaron al campo, Sarafina le dijo a Nala que se agazapara, ella hizo caso.
—Ahora debes caminar agachada entre la hierba, cuando estés a una distancia considerable, quédate echada con la cabeza baja, cuando una de esas cebras este cerca de ti, debes correr hacia ella hasta atraparla, en ese momento debes clavarle tus colmillos en el cuello—explicó Sarafina
—Entendido—dijo Nala
—Ahora ve—dijo Sarafina
Nala iba caminando hacia la manada de cebras, se agachó, al estar cerca de ellas, corrió rápido hasta una de ellas, pero logró escapar.
—Rayos—dijo Nala
—¡Nala! Regresa—Gritó Sarafina
Nala llegó con Sarafina.
—No te preocupes hija, siempre es así la primera vez—dijo Sarafina
—Gracias mamá—dijo Nala
Las dos leonas regresaron a la roca del rey, las hienas las inspeccionaron,
Scar estaba con Zira en la cueva. Nala entro junto a su madre, ya estaba anocheciendo. 15 hienas se quedaron cuidando la cueva, les habían informado avistamientos de leones provenientes de otros reinos que atacaron a hienas, Scar quería muerto a todo aquel que quiera amenazar su existencia. Nala escuchó sobre esos rumores. Pensaba en la idea de pedirle ayuda a alguien para que los ayudará a derrocar a Scar, estuvo siendo un pésimo rey los últimos dos años. Necesitaban la ayuda de alguien más, nadie se atrevía a intentar enfrentar a Scar.
Nala se echó con Sarafina e intentó dormir. Su madre la abrazó, la hizo dormir con mucha facilidad.
---------------------------------------------------------
Les puse edades humanas a los animales para intentar alargar el período de vida, y que tengan más experiencias. Creo que este es el capítulo más largo que he escrito. Comenten, Salu2.

El Rey León: La Historia de NalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora