Siete

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¿Te gusta? –Pregunto Jeongyeon.

Momo abría sus ojos con fuerza gracias a la luz que encandilaba el lugar.

-¿Podemos subir? –Pregunto la menor, aunque sintiendo mucho miedo, después de todo le temía las alturas, solo que no había dicho nada, aún.

-No te he traído aquí para quedarnos abajo, claro que podemos subir. -Dijo Jeongyeon.

Antes de llegar aquel lugar las dos ya había ido a sacar dinero, habían comprado abrigos a juego como una pareja y hasta mochilas de pareja.

-“¡Como una verdadera cita!” –Dijo Momo, mientras compraban todo y Jeongyeon le entusiasmaba a pesar de que pensaba que tiempos atrás hacer algo como eso sería una reverenda ridiculez.

Las escaleras eran muchas pero el entusiasmo que llevaba Jeongyeon contagiaba a Momo.

Cuando al final estaban allí en la cima del faro, se podía escuchar el eco del mar.

Momo se asomó y estiro sus brazos para sentir la brisa fría del mar y mientras Jeongyeon acomodaba sus comprar y unas pequeñas sillas donde pretendían sentarse.

-¡No, no! –Deja eso. -¡Ven conmigo! –Momo entrelazaba sus dedos con Jeongyeon.

Las manos de Momo estaban heladas pero su sonrisa alumbraba con fuerzas igual que el gigante foco, Momo miraba a cada lado el chocar de las olas y sonreía para Jeongyeon era como una niña pequeña, era la joven que conoció en el orfanato.
De pronto Jeong recordó al padre de Momo, a su protector y le dolió.

Pero Momo rápidamente la hizo olvidar.

-¿Jeongyeon cuál es tu lugar favorito? -preguntó.

Jeongyeon pensó por un momento y se dio cuenta que no tenía uno, era tan vana que no veía esas cosas.

-No, no tengo... Creo que vivir en un orfanato no me dejo conocer bien el mundo, pero si pudiese escoger uno, sería el mar.
-Creo que el mar esconde tantas cosas, tantas historias, va y viene, es imponente pero a la vez pacífico.

Momo miraba con la pasión con la que hablaba Jeongyeon y la encontró tan atractiva que sonrió solo para ella.

-¿Cuándo fue la primera vez que conociste el mar? –Pregunto Momo.

-Hubo una familia que me adopto a los ocho años, en mi primer viaje familiar me llevaron al mar pero no lo disfrute mucho.

¿Por qué? –Momo sonaba curiosa, le importaba conocer ese pasado de Jeongyeon, ese pasado que Jeongyeon solo compartía con Mina.

-Ellos nunca se adaptaron a mí y ni yo a ellos, ese viaje me fue difícil, todos eran la verdadera familia y yo era la niña a la que mirar porque era adoptada, no se sintió nada bien.
-Luego la señora quedó embarazada y me fueron dejando a un lado y volvieron a dejarme en el orfanato… -Por un momento ambas quedaron en silencio y Jeongyeon comenzó a jugar con sus uñas tratando de ocultar la frustración que le causaba esa parte de su pasado.

Momo le tomo las manos y la mayor la miró rápidamente.

-¡Tengo frío! Caliéntalas. –Momo fingía órdenes a la mayor.

Jeongyeon tomo ambas manos de Momo y las hizo frotarlas una con la otra y luego lanzó con sus labios aire cálido en las manos de la menor para hacerlas frotar otra vez.

Momo llevo sus manos a sus ojos tapándolos mientras quería reírse.
-¡aww eres muy cursi Jeongyeon! ¿quién lo diría?– luego intento contener su risa pero no lo soporto.

Jeongyeon la miraba fuerte, no sabía si debía reírse también o enojarse.

-¡Pero me gustas así! –y le pagó las risas con un beso en los nudillos de la mayor.

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