Thor

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Dos mundos distintos, dos personas totalmente distintas, dos caracteres que chocaban al punto de explotar pero yo como una idiota me enamoré de aquel maldito dios. Maldigo el día, maldigo la noche pasada y esa maldita fiesta de Tony.

Agarre las sabanas en busca de mi ropa interior y mire al dios del trueno antes de salir de la habitación enrollada en la sabana.

-¿Una noche divertida?

Pegue un bote y apreté mas la mata a mi cuerpo.

-Casi me da un infarto por tu culpa cabron.

-¿Lo hace bien el dios?¿Mejor que yo?

-Oh Tony cariño mejor que tú no ha nadie.

Me reí empujándolo a un lado para poder entrar en mi habitación. Me metí rápidamente en mi ducha cerrando la mampara. Me concentre en enjabonar el pelo.

-Lady Rebecca.

-¡Thor que me estoy bañando! Este es mi momento.

-Lo de anoche fue un error Rebecca.

-Claro que fue un error. –Trague intentando aguantar las ganas de llorar.

-Quería dejar claro que aunque nos hayamos acostado no quiero que nada cambie entre nosotros.

-¿Que nada cambie entre nosotros? Thor ambos nos odiamos si ayer estuve amable contigo fue porque el vodka me afectó, ahora si me puedes dejar en paz.

Escuche como la puerta del baño se cerraba. Me deslicé lentamente hasta esconder mi cara en las rodillas sin evitar las ganas de llorar.

"1 semana más tarde"

-No... no puede ser.

Mi teléfono cayó haciendo que los que se encontraban en la sala me mirasen preocupados. Recogí rápidamente lo que se me había caído y corrí a mi habitación. Me metí en la cama. Mi madre acababa de llamarme avisando con mi mejor amiga de toda la vida había decidido quitarse la vida. Llevábamos siendo amigas por casi veintitrés años y yo no he estado para ella cuando lo ha necesitado. La dejé sola cuando necesitaba ayuda. Me levante echa una furia y comencé a golpear la pared con mucha rabia y fuerza. Me sentía impotente y todo a mi alrededor comenzaba a flotar por condición de mis poderes mutantes. Me deslicé por la pared hasta sentarme y esconder mi cabeza en el suelo llorando. Las cosas que habían comenzado a flotar cayeron de golpe creando un estrepitoso y molesto ruido que seguro que se escuchó por toda la torre. La puerta se abrió de golpe y mire hacia esta. Thor estaba de pie mirando todo.

-Fuera de mi habitación.

Hizo caso omiso a lo que le dije y cerró la puerta. Se sentó junto a mi y me hizo que me acurrucase en su pecho.

-Ya no puedo más Thor. Primero mi abuela, luego mi padre y ahora mi mejor amiga. Me estoy quedando sola...

-No Becca, no estás sola.

-No intentes consolarme, ni siquiera me merezco que estés aquí. Siempre te trato como una mierda. –Seque algunas lágrimas de mis ojos.–Pero te trato como una mierda porque estoy muy enamorada de ti pero no quería que esos sentimientos aflorasen más porque siempre hago daño a las personas que quiero y a ti nunca querría hacerte daño. Se que el sentimiento no es correspondido pero desde lo de la otra noche Thor... todo es más difícil y creo que necesito espacio y tiempo para olvidarme de ti.

Me levante y le sonreí.

-Si eres tan amable de salir de mi habitación. Tengo que empacar porque me voy.

Se levantó rápidamente y agarró mis hombros.

-¿Huir es la mejor opción?

-Huir es de cobardes y yo no estoy huyendo de nada.

"5 años después"

-¿Entonces?

-A esa hombre no le interesaba salir con una madre soltera.

-¿Quien es el padre de Alexander, Becca?

Trague duro y seguí empujando el carrito de la compra.

-Un polvo de una noche con un compañero de trabajo.

Metí algunos paquetes de galletas en el carro porque así contendría a la fiera que tengo por hijo. Exacto  fui madre, madre de un semi-Dios  por culpa de aquel polvo con Thor borrachos. No me arrepiento y mi hijo es la persona a la que más quiero en todos los mundos que existen.

Agarre el bolso con la boca y metí las llaves en la puerta principal. Como siempre me había pasado con las compras. Empuje la puerta con el culo y solté todo en la entrada.

-¿Hola?¿Mamá? –Camine lentamente al salón– ¿Alex?

La sorpresa me la lleve al ver a los vengadores sentados tomándose una taza de té con mi madre.

-Oh cariño han venido unos amigos tuyos.

-En esta foto estás muy Graciosa. –Tony levantó el álbum y me sonroje rápidamente.

-¿Qué hacéis aquí?

-Venir a visitarte. Ha pasado mucho tiempo Lady Rebecca.

Me giré para encontrarme con el dios sonriendo.

-Debería de haber pasado más tiempo.

La puerta de la entrada se abrió y lo primero que se escuchó fueron los quejidos de mi hermano por el desorden de las bolsas en la puerta y luego se escucharon unos pasitos corriendo hasta llegar a mi.

-¡Mamá mira el tito me ha comprado un muñeco de Thor!

Me zarandeó el muñeco el cual cayó al suelo al ver a su ídolo allí.

-Hola pequeñín.

Ahora al verlos los dos juntos me di cuenta de que el parecido era muy notable. Thor y Alex eran prácticamente iguales no podría negarse que eran padre e hijo.

-Oh, no sabíamos que habías sido madre. –Natasha me miro sonriendo.–

-El es mi mayor regalo de la vida.

Era obvio que todos se dieron cuenta de lo mucho que se parecían incluido el mismo Dios.

-Rebecca, ¿Podemos hablar en privado?

Asentí cruzándome de brazos y fuimos hacia el porche.

-¿Te casaste?

-¿Acaso ves los anillos?

-No sabía que habías sido madre.

-No lo sabía nadie, yo me enteré bastante tarde a decir verdad.

-¿Sabes quien es el padre?

-¿Por quien me tomas Thor? Desde que tú y yo nos acostamos no volví a acostarme con nadie más y creo que es obvio quien es el padre.

-Si es mío, ¿por qué no me lo dijiste?

-¿No lo recuerdas? Dijiste que lo que pasó fue un error, ¿como iba a decirte meses más tarde que de ese error había surgido un niño maravilloso?

-Si lo hubieras dicho.

-No quería que mi hijo viviese de una mentira. Ambos hemos sabido cuidarnos sin ayuda de nadie y a mi hijo no le hace falta un padre.

-Déjame de intentarlo, vamos a intentarlo.

-¿Intentar?¿Intentar el que Thor?

-Podemos ser una familia, una familia normal.

-Lo siento pero nunca seremos una familia normal. Podrás ver a tu hijo cuando quieras venir las veces que quieras. Pero nosotros nunca seremos una familia. Ahora por favor. Os ofrezco a todos a largaros de mi casa.

Quien diría que ese día sería el último día en tu vida que verías al único y gran verdadero amor de tu vida además de también ser la última vez que verías a alguno de tus compañeros o mejor dicho, a alguno de tus mejores amigos...

One Shots // MarvelWhere stories live. Discover now