•°• S U S O J O S •°•

231 83 41
                                    

Cuando sientes que puedes perder algo tan importante; sientes un dolor en el pecho, y tal vez sea por el hecho de no poder hacer nada al respecto. En estos momentos me siento cansada pero, feliz porque con una buena noticia quién no lo estaría.

Me siento mediantemente plena, saber que mi hermana está fuera de peligro y que pronto volverá a casa, me tiene contenta. Después de haber despertado, no quiso ver a Matt, así que solo se limitó a hablar lo preciso.

Voy de camino al hospital, ya que Stephanía aún se encuentra en recuperación, mañana empiezan las clases para mí, además de que no he tenido descanso, Jonathan y yo no nos hemos visto desde la noticia de Stephanía, así que debe de estar muy ocupado. Una llamada entrante hace que deje mis pensamientos de lado, reviso la pantalla, choco con alguien y se cae mi móvil, junto a algunos papeles de la otra persona.

Me encojo rápido para ayudar a recoger los papeles y revisar mi móvil, todo pasa en primer plano en tan sólo un segundo e inesperadamente, me levanto disculpándome.

- ¡Lo siento tanto!- digo apenada, pasándole los papeles- Venía muy- me detengo abruptamente, mirándolo a los ojos, un tanto pasmada.

- Valla, valla-dice una voz ronca, reconocible para mi- Miren a quien tenemos aquí.

- Nathan...-pronuncio su nombre de forma amarga y mirándolo mal.

- Stephy...- dice sonriendo ampliamente como sino rompiera ni un plato.

- Ya me voy- me puse recta y lo esquivo para seguir por donde iba, pero se cruza en medio, impidiéndome el paso-Quítate, Nathan- ordeno con fastidio.

- ¿Por qué tanta prisa?- volteo los ojos- ¿Ya no me quieres ver?

Su descaro me deja atónita-¿Quién querría verte?- finjo pensar en algo, poniendo mi dedo pulgar e índice en mi barbilla- ¿Charlotte?

Su sonrisa desvanece y ladea la cabeza- Y sigues con lo mismo, ya supéralo- su descaro me hace hervir la sangre.

- Ya te he mandado al carajo, eres tu el intenso aquí que solo sirve para joderme, ¿no te cansas?- le pregunto enojada, apretando los labios con fuerza. Aún hay heridas sin sanar y por el momento, no necesito más problemas.

Mis palabras le picaron, haciéndolo tensarse y apretar los labios.

Derrotado, sus hombros cayeron, y se queda mirando hacia el suelo- No sabes lo que realmente sucedió y solo me juzgas- susurra, quitándose de mi camino.

- ¡¿Ah, no sé lo que pasó?!- alzo la voz- No me jodas con ese disco que está muy rayado- mi voz se quiebra de forma lastimera y una lágrima sale sin permiso cayendo por mi mejilla- ¡Eres un maldito egoísta, Nathan!.

- No quise hacerte eso, no quise lastimarte...-su voz suena quebrada y por un momento siento un atisbo de ¿arrepentimiento?, ¿tristeza? en su voz.

- Pero lo hiciste- pongo mis manos en mi cabeza - ¡Joder, claro que lo hiciste!- lo empujo y él no hace nada, solo retrocede- ¡¿No ves lo que hiciste de mi?!- le pregunto, reprochándole- Me hiciste mierda y no te importó, ahora déjame en paz y no te quiero volver a ver en mi maldita vida- digo pasando por su lado, evitando cualquier otro contacto.

Seco las lágrimas que se me escaparon, y sigo mi ruta, el hecho de que me haya dañado tanto es lo que me dispone a ser como soy, su traición fue la gota que derramó el vaso. Tragándome el nudo que se ha formado en mi garganta, entro al hospital después de calmarme un poco.

Camino hasta la recepción, hago lo que habitualmente suelo hacer cada vez que vengo, saludo a la recepcionista que ha resultado ser muy amigable. Me acerco al ascensor y espero un rato para que pueda entrar en el.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 02, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cuando Te Conocí [En Proceso] Where stories live. Discover now