"Cuando alguien se va de tu vida te duele, pero cuando realmente amas a esa persona te destruye."
La vida de un humano no es eterna, pero aun así sientes que tus seres queridos vivirán para siempre. Cuando llega el momento de que se vayan, te preguntas una y otra vez ¿por qué él/ella? ¿Por qué no yo? En ese momento tus lágrimas caen y comienzas a ceder ante la depresión. Tus manos tiemblan y tu cabeza te duele, tus ojos hinchados ya casi no pueden abrirse, y tu corazón ya no quiere latir. Los pensamientos, la culpabilidad, comienzan a molestarte, a lastimarte y lo peor de todo es que eres tú mismo que te culpas de no haber apreciado los momentos que pudiste estar junto a esa persona.
Cuando al fin lo puedes ver, acostado en su cama ya descansando en paz, no puedes parar de llorar y agradeciendo de que ya no esté sufriendo, y aunque te duela en lo fondo de tu alma, comprendes que fue lo mejor. Les dices a tus amigos que ahora no puedes hablar, que no quieres recordar pero ¿Que pasa después? No puedes quedarte para siempre en ese estado, menos cuando sabes que él/ella no te quiere ver así.
Sonreirás de nuevo, después de derramar las lágrimas que necesites.
Te levantaras de nuevo, cuando ya hayas a prendido a caminar de nuevo.
Tu corazón sanara de nuevo, cuando te des cuenta que vivirá para siempre en el.
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Este escrito originalmente lo hice cuando mi abuela murió, tal vez tiene fallos pero no quise corregirlo porque al final solo era para desahogarme.
