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Argentina se dio la vuelta al notar el rostro de espanto del estado junto a él, notando en seguida como Brasil trataba de mantenerse de pie, este únicamente tenía sus calzoncillos y se tambaleaba por el lugar con un paño sobre la cabeza.

El país de azul y banco se volteo de nuevo para ver al estado pero este ya no se encontraba allí.
Por otro lado Yucatán había salido corriendo al notar que aún había otros países tirados en el suelo, jamás había visto a tantos juntos y en verdad es que le intimidaban un poco, por suerte vio que su padre estaba en la cocina junto con un par de chiles en su mano y abdomen, el chico con suma agresividad , trató de sacudir a su padre para que despertará.

-Papá, padre, se nos hará tarde, por favor despierta-

Murmuraba mientras intentaba despertarlo, lo cual fue un fracaso al oírlo roncar, este suspiro y al ver un vaso decidió tomarlo y llenarlo de agua fría, una vez listo se acercó a él y luego de acomodarse bien su zapato le tiro toda el agua en el rostro del tricolor, por fortuna este despertó, aunque claro, ahora el estado se había quedado sin tímpanos.

-¡Papá, ya es tarde, y hoy es la junta!-

-¿Yucatán?, junta... ¿Junta?... ¡LA JUNTA!-

El de tricolor abrió los ojos con sorpresa y corrió rápidamente por su casa para llegar a la dichosa junta, y aunque por extraño que parezca ya no había ningún país por su casa lo cual alegraba al pequeño estado, México tomó una ducha rápida y se vistió con rapidez mientras tomaba todo lo necesario para ir.

En ese momento Yucatán se había puesto a cocinar algo rápido para que su padre comiera en el camino, una vez listo México bajo con rapidez casi tropezandose con sus pies.

-Ten papá, come lo mientras llegamos al aeropuerto- Mencionó el de cinco estrellas mientras le entregaba un tuper a su padre.

El país le sonrió a su hijo y ambos corrieron con rapidez para pedir un taxi e ir al aeropuerto, el yucateco le explicaba a su padre algunas palabras en coreano por si este se llegaba a perder, palabras básicas como, hola, comida, baño, auxilio, entre otras.

Cuando ambos llegaron subieron al avión y se dirigieron a su siguiente parada, Corea del Sur...

El viaje en avión fue una enorme tortura para el yucateco quien nunca había viajado tanto tiempo en avión como su padre, el cual estaba más que acostumbrado, este tenía mareos y mucho pero mucho miedo, por lo que su padre recurrió a decirle que se durmiera para que no pensara más en eso, lo cual por increíble que parezca este no sintió el viaje ya que había quedado completamente dormido.

Luego de muchas horas de viaje, aterrizaron, y ambos quedaron maravillados por el lugar.

-Ah cabron, no sabía que tenían estas madres- menciono mientras tocaba unas plantas muy raras.

-Es muy bonito papá-

Ambos latinos decidieron dejar sus maletas en el hotel para conocer un poco más del lugar ya que la junta sería en la tarde, padre e hijo recorrieron los lugares más emocionantes y se tomaron un montón de fotos, Yucatán procuraba tomarle foto a todo ya que quería recordar este viaje, además el no era mucho de salir, pero ahora era una gran oportunidad para disfrutar a lo grande y que mejor que con su padre.

-¡Mira aquella fuente apá!-

-Se la rifan los coreanitos- mencionó con una sonrisa al ver tan feliz a su hijo.

México estaba feliz de ver la sonrisa de Yucatán, la realidad de que este estuviera aquí no era por que CDMX estuviera enfermo, más bien era para poder tener lazos más fuertes con su hijo, este parecía maravillado por su alrededor y no podía dejar de probar un montón de comida extraña pero muy rica por el lugar.

Luego de un rato México propuso ir a comer y luego regresar al hotel para alistarse e ir a la dichosa junta.
Ellos fueron a un restaurante muy popular, la comida era deliciosa por lo que ambos no dudaron en pedir más.

-Nunca había probado comida asi- mencionó el pequeño maravillado por los platillos frente a él.

-estan chingones sus cubiertos y todo-

Ambos no pudieron evitar reír por ello ya que a ambos les costaba comer con los palillos, al final tuvieron que pedir una cuchara y un tenedor para comer aunque Yucatán se propuso aprender a comer con ellos.

El pequeño estado le dijo a su padre que irá al baño, el país le sonrió y asintió sin dejar de comer lo que hizo reír a su hijo. El chico entró al sanitario de caballeros con suma tranquilidad y se impreciono por lo bonitos que estos eran, cuando este término se lavo las manos y salió de allí mientras agachaba la cabeza para ver todas las fotos que antes había tomado con su cámara, el chico estaba tan distraído que no se dio cuenta que choco con alguien por lo que sin mirar a la persona realizó una pequeña reverencia mientras se disculpaba, el pequeño estado camino tranquilamente hasta su asiento sin notar que con quien se había chocado antes no era nada más ni nada menos que con el país de ese lugar, Corea del Sur...

Al terminar de comer ambos latinos se dirigieron al dichoso hotel, México como siempre se vistió de manera casual por otro lado Yucatán quería dar una buena imagen por lo que no sabía si llevar su esmoquin o simplemente ir formalmente, cuando estaba por preguntarle a su padre este vio como iba vestido y en verdad se alarmó.

-¿Papá iras así?- comentó el de cinco estrellas mientras negaba.

-Si, ¿por? -

-Papá es una junta con la ONU se supone que todos los países estarán allí, tienes que verte bien- regaño el pequeño mintras se acercaba a su padre.

-Esta bien mijo, siempre voy asi-

El yucateco lo vio con cara de terror, ¿cómo es que su hermano nunca le decía nada a su padre sobre su vestimenta?, él pequeño suspiro y decidió no decir nada más, se vistió con una ropa formal lo cual hacía ver sumamente tierno al ser muy pequeño de altura, este acomodo su ropa una última vez antes de irse, este tenía en una pequeña mochila donde guardaba su diccionario, teléfono y un poco de dinero, se encontraba realmente nervioso aunque su padre decía que no era nada del otro mundo, el había estado en juntas con sus hermanos pero nunca en juntas tan importantes como la ONU.

Cuando ambos llegaron al lugar el pequeño estado estaba más que nervioso le temblaban las manos y le sudaban de sobre manera, México al ver esto tomó su hombro y le sonrió, para luego pegarle un portazo a la puerta y gritar.

-¡Ya llegó por quien lloraban!-

En ese momento Yucatán quería desaparecer de la faz de la tierra...

"YUCATÁN"Where stories live. Discover now