"El destino es tan incierto, que muchas de las cosas que nos pasan, a veces no tienen sentido, pero en realidad dentro de ti, sabes muy bien que todo sucede por una razón"
12 De Noviembre es la última pieza del rompecabezas llamado "vida" que Liam...
Despierto un poco confundida y aún con sueño, miro la hora en mi teléfono y son dos y media de la tarde, escucho un ruido detrás de mi y es Liam guardando ropa en su mochila del colegio, varias dosis de adrenalina me erizaron la piel y me acerqué a el rápidamente.
Vamos a huir? A donde vamos amor? - Le pregunté, pero el seguía escogiendo que llevar -
En eso estoy pensando, quizás no es a dónde vamos, más bien, cuánto tiempo nos ausentarémos? - Respondió Liam con la mirada apesadumbrada...
Estaba nervioso, se lo notaba ansioso, sus manos temblaban y sus ganas de llorar eran muy obvias, lo tome de los brazos y lo sacudí mirándolo a los ojos, lo abracé y le dije: "Todo va a estar bien, mientras permanezcamos juntos"
La señora Diandra nos llamó desde la cocina, la comida estaba servida, no se porque le digo señora si aún no tiene treinta años, creo que es por respeto...
Muy bien - Suspiró profundamente Liam - Después de comer nos vamos, si?
Asentí con la cabeza y una sonrisa para hacer sentir mejor a mi novio, sé lo duro que es esto para él, a diferencia mía, él es muy apegado a su mamá...
Nos abrazamos y bajamos a almorzar, casi no hablamos, fué la comida más larga de mi vida, me sentía mal por escapar así de ese lugar, no me habían hecho nada malo, al contrario, me estaban ayudando, pero era necesario que Liam y yo huyamos lejos de mi mamá.
Liam, voy un momento a la oficina de pago, estarán bien si se quedan solos 10 minutos? - Dijo su mamá mientras se colocaba unos tenis azules -
Claro má! Descuida estaremos arriba - Respondió Liam apretando sus puños y mirando por la ventana mientras varias lagrimas caían por sus mejillas...
Pasados los 5 minutos, Liam dejó de mirar hacia el suelo y se levantó para tomar las mochilas, me miro fijamente y dibujó una sonrisa que venia desde su corazón, el mío también pudo sentirlo y saltó a palpitar emocionado y tonto...
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Al salir, caminamos en dirección opuesta a las oficinas de pago, para no toparnos con la mamá de Liam cuando regrese de cancelar las planillas de agua, luz y teléfono, había mucho sol y las nubes eran demasiado blancas, casi como las que veo en mis sueños, el viento desprendía las hojas de los arboles y chocaban en nuestras caras mientras entre cerrábamos los ojos y arreglamos nuestro cabello...
Tomamos el metro hacia el centro de la ciudad, nos sentamos hasta atrás donde estaba más vacío, Liam compartió sus audífonos conmigo y escuchamos una de nuestras canciones favoritas de Fall Out Boy, luego escribió con un marcador permanente en una de las bancas delante nuestro un mensaje que decía: "Sin norte y sin sur".
