Capítulo 12 "Un Mensaje Enviado al Azar"

20 2 0
                                    

Narra Diandra (Madre de Liam):

Una vez más lo he vuelto a hacer, he fracasado en el más importante de mis anhelos, proteger a Liam del sufrimiento de la vida real, verlo ahí sentado con los ojos empapados me parte el corazón, esto no es culpa mía... ¿Porqué debo ser yo la que tiene que lidiar con esto?

- Cariño, escucha con atención lo que te voy a decir - Levanté su carita para que me vea a mí en vez de las fotos que tanto lo herían.

Amor yo no te oculté las cosas porque quiero herirte, al contrario quiero protegerte de esto, de lo que estas sintiendo en este momento, sabía que algún día tendría que contarte todo y mostrarte estas cosas viejas, empolvadas con tristeza y quizás algo de rencor, pero nunca me imaginé que ese día llegaría tan temprano, tan deprisa... 

Y es que así estas creciendo, tan rápido... No debería pero, acepto toda la culpa y te pido perdón Liam, nunca voy a hablar mal de tu padre, solo te conté las cosas tal y como sucedieron...

Estas fotos son recuerdos de tiempos que no volverán, cartas que tu papá me escribía, le encantaba que yo le escribiera todo lo que sentía y pensaba, esta es el acta de matrimonio, mírala... 

Cosas vanas y personales como estas pulseras, estos anteojos viejos, cuerdas de guitarra que nunca salieron de su paquete, este es un dibujo que hizo tu papá para ti... Y demás cosas que la verdad no quisiera seguir revisando...

Entonces vi en sus ojos una chispa de comprensión, dejó la caja a un lado y me abrazó, mi hijo, la luz que me da calma lloró y lloró hasta quedarse sin voz... Ningún niño, jamás, ningún chico merece esto.

Mientras lo abrazaba, empezaba a creer que Liam va a cambiar, esta conociendo cada vez más y más acerca de su padre, creo que ya tiene novia, no lo se... Pero nadie lo va a lastimar nunca, de eso si estoy muy segura porque no lo voy a permitir...

Se quedo dormido en mis brazos, no tengo fuerzas para llevarlo hasta su cama como cuando era pequeño, así que lo acosté en el sillón de la sala, abandoné esa habitación y fui hacia la computadora en mi estudio, abrí una antigua cuenta de correo electrónico, pulsé la opción de: "enviar mensaje nuevo" di un suspiro muy hondo y pesado, abrí mis ojos y observé el cursor parpadeando en la pantalla. Empecé a escribir:

[Tavo, me sorprende a mi misma que después de tanto tiempo te siga llamando así, no te estoy escribiendo porque te extrañe o porque necesito más dinero del que envías cada mes, a decir verdad estaba por pedirte que dejes de hacerlo, pero no tenía ganas o mejor dicho, fuerzas para escribirte por un tema tan absurdo.

Te estoy escribiendo porque Liam lo sabe todo, ambos sabíamos que este día llegaría y aquí estoy, como una tonta enviándote un mail que quizás nunca recibirás, que nunca responderás, no se porqué voy a preguntarte lo siguiente porque está muy fuera de lugar pero...

¿A caso ya no nos amas? ¿Eres más feliz allá? ¿Piensas en nosotros de vez en cuando?

Es demasiado hasta para mi... Yo puedo vivir en la desolación porque es parte de mi desde que era pequeña ¿lo recuerdas? Tu me salvaste de esa oscuridad, pero es ahora tu hijo quien te necesita y mucho, se que nunca lo vas a hacer pero, como me gustaría que entraras por esa puerta y resolvieras todo como solías hacerlo antes... Disculpa si te molesto con este mensaje.]

Apagué la computadora y me recosté en el piso por un momento, suspiré muy profundo y empecé a recordar los años que habían quedado atrás, Liam sonreía a diario y estaba tan apegado a su papá, era su héroe... Ahora es un chico que casi todo el tiempo esta triste y vive sumergido en sus pensamientos.

¿Me pregunto si esa chica lo podrá ayudar? Ojalá no lo lastime... Mendoza... Me suena conocido ese apellido, bueno hay cientos de personas que se apellidan así, es muy común después de todo.

La tarde estaba agonizando y una vez más mi cocina se tornaba color naranja, ya no alcanzo a cocinar a tiempo, creo que le preguntaré a Liam si quiere salir a comer algo afuera, quizás eso lo reanime un poco...

La tarde estaba agonizando y una vez más mi cocina se tornaba color naranja, ya no alcanzo a cocinar a tiempo, creo que le preguntaré a Liam si quiere salir a comer algo afuera, quizás eso lo reanime un poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
12 De NoviembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora