[EN PROCESO]
Mentir, escapar, esconderse, todo eso y más, mucho más es lo que tendrán que hacer para huir del peligro.
¿Cuánto se puede vivir llevando una gran carga sobre tus hombros?
¿Qué estás dispuesto a dar para cuidar a los tuyos?
Existe un...
Ya van 81 días desde la primera vez que conocí a Raúl. He contado cada uno de ellos esperando el día en que todo de fin, sin embargo, al paso del tiempo todo se vuelve más complicado, empezó con mi secuestro y después todo fue muertes y más muertes, a cada paso que damos recorre sangre entre nuestros pies.
Hoy es Julio 13, tenemos dos días durmiendo en el motel que paramos después de nuestra desagradable visita con Antwan, para ser sincera me adueñe de la cama, aunque le comparto solo un pequeño pedazo a Oliver, Raúl suele dormir en el piso, pues lo he visto más tiempo despierto y frente al computador que con su cabeza sobre alguna almohada, se ha vuelto nuestro hombre responsable, ya que, desde la noche del video el chico de cabello rubio y yo hemos estado descansando.
La noche anterior Oliver me comento que se acercaba el cumpleaños de Raúl, está un poco emocionado y tiene en mente darle un día "normal" como regalo, ciertamente desconozco su plan, pero él me amenazo sutilmente que el día 17 bajara mis barreras y fuera lo más dócil frente a Raúl. No le prometí gran cosa, pero en esta situación hasta yo quiero un día normal.
He meditado en estos días, y llegue a la gran lista que quiero cumplir. 1.- La primera cosa es recuperar el libro que deje a medio camino cuando empezó el verdadero desastre, aún recuerdo que se titula "Angeles Caídos – Susan Ee" 1
2.- En segundo lugar, tendré que hacerme a la idea de que mi vida de hace 81 días atrás se ha desintegrado, tendré que olvidar y seguir avanzando.
3.- Mi corazón siente que se desbordara si no me contacto con mi familia, tengo lo que quizás muchas personas no pueden tener, un padre, un hermano, abuelos y simplemente lo estoy echando a perder con ellos, quizás no lo saben, pero son mi todo, y sé que me he comportado de manera errónea con ellos, no lo merecen, sean como sean, son mi familia y no quiero perderla.
4.-Saber mi historia, debería de estar en la lista como el número uno, pero mientras lo meditaba me di cuenta que soy más a lo superficial que a lo sentimental, no es que quiera serlo, pero me cuesta trabajo entrar en lo privado de mi ser. Así que sí, no más secretos, tendría que saber de una vez por todas, mi verdad.
5.- Por último y con el gran dolor de mi corazón, tendré que darle una amistad a Raúl o por lo menos un compañerismo, entendí que solo somos tres contra toda una banda de criminales, además, se escucha mucho "Si no puedes contra ellos, únete a él." Así que me uniré a Raúl en su etapa de héroe prematuro, no más peleas, no más contradicciones y no más tribalismo entre nosotros, al menos que Raúl me dé buenos motivos para soltarle un golpe, no porque este de su lado tendré que estar en completo acuerdo con él, tiene que entender que soy libre de tomar mis propias decisiones y puedo opinar sobre las cosas que mejor le hagan a mi vida.
ꭕ ꭕ ꭕ 6.- Encontrar un regalo para Raúl. ꭕ ꭕ ꭕ
Ya casi es medio día y permanezco sentada sobre la cama esperando a que Raúl termine su ducha.
-¿Aun te falta mucho? –Le grito para ser escuchada, pero de su boca sale una estrofa muy desafinada de una canción en Ingles. – Enserio necesito el inodoro. –Vuelvo a gritar.
-Oye. –Oliver brinca a la cama. –¿Te parece si prendemos el Jacuzzi? – Señala la pequeña alberca en el centro de la habitación y luego pone sus dedos frente a mis ojos.
-No creo que sea lo más higiénica. –Mire el azul claro del agua con un poco de perturbación en mis ojos, tengo en mente que todo en esta habitación ha sido usado por dos amantes queriendo pasar un divertido rato.
-Oh, vamos, eres un agua-fiestas. -Sonríe mientras se encamina al Jacuzzi y presiona un par de botones.
-No puedo, hay momentos en las chicas que por más que queramos no podemos compartir aguas relajantes, y estoy en esos momentos. –Me avergoncé un poco al contárselo, pero sabía que sería la única manera en que dejara el tema zancado.
-Chica, estamos en la época moderna, por si no lo sabes, existen esos tubitos que se ponen las mujeres y absorben todo desde dentro. Me han contado, obviamente. – Me guiña un ojo y tienta el agua.
-No pienso usar uno de esos, gracias.
-Por lo menos acompáñame. –Sin remedio me acerque a él hasta estar sentada en la orilla del agua. Lo mire mientras se desnudaba hasta quedar en bóxer's y meter su cuerpo al jacuzzi.
- ¿Esas son burbujas? –Señalo el envase frente mío. -Supongo. –Lo tomé en manos para leer la etiqueta. - ¿Quieres? –Oliver asintió y vertí el líquido en el agua. –Creo que es solo Jabón. –Leí la etiqueta por segunda vez, pero no especificaba que eran burbujas. Seguí todos los movimientos del hombre en el agua.
- ¿Y porque no quieres usarlos? Ya sabes, los tubitos absorbentes. Supongo que han de ser más cómodos que esos pañales pequeños que se ponen. -Porque son tampones y esos van dentro de... ya sabes. -¿Qué tiene de malo?. – Sumergió su cabeza conteniendo la respiración por 30 segundos. -Ya, déjalo. –Me recuesto en el borde de la alberca. -Enserio, con esos puedes hacer lo que quieras. –Acomoda su melena que se volvió más castaña con el agua. - ¿Y tú como sabes? – Me reí de él. -Bueno, veo publicidad en la televisión y me gustan mucho las chicas. Es información básica. -Como sea. –Giro mis ojos. -Vamos, deberías de probarlos y me platicas tu experiencia. -Ja, como no. –Carcajee tan alto esperando que captara mi sarcasmo. -No puede ser tan malo. -Enserio no dejaras el tema? - Su sonrisa apareció sobre el agua. -No voy a hacerlo. -Kenaaa... -No -Por favor. – Mostro su labio superior esperando que cayera en su juego. -No – Arrugue mi frente -¿Porque no? -Porque, No. -¿Porque? -Porque en mi cuerpo no entrara nada hasta que me case. –Grite enojada y aventé la botella de jabón cerca de su cuerpo.
Escuche como la puerta del baño era abierta y gire para mirar, Raúl salía del baño con una toalla enrollada a su cintura, me levante y camine dentro cerrando con un portazo.
-Eres un baboso. –Escuche a Raúl, después de sentarme en el inodoro.
Tras una ducha con 10 minutos de exceso, estaba arreglada con mi usual modo casual y más relajada mentalmente, dispuesta a seguir con todo lo que se pusiera en mi camino. Al salir del cuarto de baño me dejan una perfectas vistas de un trasero rubio.
-Oh dios, oh dios. –Grite con gran vergüenza cubriendo mis ojos. -¿QUÉ? –Pregunto Oliver, escuche el sonido de la toalla y él se dio cuenta que el color de su bóxer blanco se había puesto transparente con el agua. –Perdón. – Se burló él. Traté de caminar con los ojos cerrados, y sentí la ayuda de dos manos guiándome a otra parte de la habitación.
- ¿Qué es? – Solté la pregunta mientras abría mis ojos mirando a Raúl dejándome frente a la ventana. - ¿El qué? – Pregunto Oliver. -Tu tatuaje. –Sin querer, me percate que tenía un tatuaje en su glúteo izquierdo. -Son puntos cardinales. –Contesto él. -¿Tienen algún significado? -Son mi familia, resulta que cuando era pequeño mi mamá me decía que me rayara las nalgas. Significa mi familia, como un recordatorio de que no todo está perdido ante cualquier adversidad. - ¿Tienes a tu familia tatuada en el trasero? -La tengo en mi corazón, pero sí, también ahí.
Sonreí y negué con la cabeza, solo a él se le ocurre tatuarse el trasero. Es un acto bonito pero un poco alocado, sentí la presencia de Oliver en mi espalda.
-Tengo otros dos tatuajes, luego te los muestro. - ¿Dos más? ¿Por qué no los he visto? –Pregunte sorprendida. -No eres tan observadora como deberías. Otra cosa, si quieres hablar de chicas, estoy seguro que no pasara nada con uno de esos tampones. –Susurro cercas de mí y siguió avanzando hacia la ducha.
-Debes apurarte – Grito Raúl- Es hora de seguir.
1 Ángeles caídos es la primera parte de la trilogía El fin de los tiempos escrita por Susan Ee.
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