No soportaba estar un minuto más dentro del carro, intento abrir mi puerta empujándola con todo mi peso pero esta no sede, pensé en salir por la ventana pero al estar toda manchada de mi vomito deserte esa idea, como última alternativa me lancé a los asientos traseros los cuales, al igual que los de adelante estaban llenos de pequeños pedazos de vidrio, abrí la puerta con dificultad y la mirada de aquellos dos hombres seguían cada uno de mis movimientos, Raúl fue detrás mío y Oliver salió por la ventana de su lugar.
Despeinaba mi cabello haciendo remolinos con mi mano y me paseaba de un lado a otro recordando lo de hace unos momentos.
Aquel hombre que 4 meses atrás me secuestro en su casa, se acercaba a mí a paso rápido.
-No. –Mi voz salió con desesperación y un tono ronco por frustración, mi garganta estaba seca, y él seguía avanzando en mi dirección. –Detente. –Eleve mi mano dejando distancia entre nosotros, se detuvo y sus ojos buscaban los míos, pero no quería verlo, no quería ver la cara de un hombre sin corazón, un hombre dispuesto con acabar una vida.
-Eras tú o ellos, no te preocupes, a la próxima dejare que te maten. –Su voz ronca apareció entre el silencio. Él sabía lo que rondaba por mí mente.
Ahora nuestros ojos se miraban con odio, en una guerra de saber quien ganara.
-Wow no. - Oliver se interpuso entre nosotros empujando levemente a Raúl por el pecho.
Nuestros ojos seguían luchando y con un giro de talones abandono nuestro espacio.
-¿Recuerdas que la familia se apoya? –Me miro Oliver sacudiéndome de lo hombros. Mi atención fue a su cabello rubio y las gotas de sangre que corrían por su frente. –Al estar con nosotros estarás a salvo. Él no va a dejarte morir.
-Estaba a salvo en mi hogar, con mi vida normal. No con un par de delincuentes que van matando personas en peleas automovilísticas. –Le grite mientras trataba de alejarme pero lo impidió tomándome con fuerza.
-Sí siguieras en lo que llamas, vida normal, en estos momentos tu cuerpo estaría dentro de una bolsa aventado por algún lugar de alguna carretera. –Oliver me abrazo y la tensión de mi cuerpo se hizo presente, pero no me di cuenta de lo mucho que necesitaba de calor humano hasta que mis brazos se aferraron a su cintura. –No seas dura con él. Estamos dentro de dos bandos. Ninguno es positivo o negativo, son exactamente iguales. Cada uno pelea por su propia vida y eso involucra ser el malo. Pero también tienen diferentes posturas y las nuestras son las buenas. –Susurro él.- No es fácil acabar con la vida de una persona sea cual sea la circunstancia en la que estés. No es fácil sí tienes un poco de humanidad. Los hombres como los de hace rato, pudieron acabar con tú vida y lo celebrarían bebiendo una cerveza.
Raúl lo tendrá presente cada momento, cada noche, cada día.
Pero es la vida la que está en juego. No puede temblarte la mano al defender a los tuyos.
No debes echárselo en cara.
Nunca sabes lo que cualquier persona tenga en sus pensamientos, y quizás solo estés metiéndole más mierda. –Finalizo el sobando mi espalda en un acto cariñoso.
-No puedo celebrarle el ser un asesino. –Le susurre.
-Solo... No le metas más mierda. –Beso mi frente y se alejó en dirección al Peugeot lo vi revisar su destruido carro y dio una patada en la llanta del piloto, se arrepintió al momento y lo abraso desde el capo. Mi cara dejo a la vista una mueca, quería sonreír ante aquel gesto de amor a su carro pero todo seguía en mi mente. Mire en dirección a Raúl, estaba sentado al final de la pista con su cabeza entre sus manos, se irguió y levanto del piso, sacudió sus pantalones, camino al carro tomó la puerta y se detuvo antes de subir.
-Tenemos que seguir. –Demando y Oliver obedeció subiendo a su lugar.
Ambos estaban dentro esperando por mí. Mi cerebro daba la señal a mis piernas para que avanzaran pero estas se negaban. Al final con indecisión subí a la parte trasera compartiendo lugar con Raúl quien limpiaba los asientos de cualquier pedazo de vidrio.
BINABASA MO ANG
~~TRAFICANTES DEL AMOR~~
Action[EN PROCESO] Mentir, escapar, esconderse, todo eso y más, mucho más es lo que tendrán que hacer para huir del peligro. ¿Cuánto se puede vivir llevando una gran carga sobre tus hombros? ¿Qué estás dispuesto a dar para cuidar a los tuyos? Existe un...
