Las otras damas habían aceptado sus condiciones y en menos de un mes esos bebés ya no existían, pero Vanessa no lo hizo. A veces cree volverse loco pensando en aquel bebé.

¿Lo tratará bien? ¿Es feliz? ¿Tiene otro padre? ¿Sabrá qué es hijo del proximo rey?

Es un hombre frío, calculador y no le importa nada ni nadie. No tienen una idea de lo arrepentido que está por haberla abandonado, pero el sie pre le dijo que no quería hijo, aunque jamás jamás se perdonará por lo que hizo, pero ningún bebé podía arruinar sus planes.

Así que otra razón de su nerviosismo es por fin descubrir a su heredero. ¿Será niña? ¡Oh dios! Una pequeña que no ha recibido ni una sola libra de su parte, que quizá desea tener un padre y no tiene nada y él puede gastar millones en una sola noche y ese bebé ni siquiera sabe quien es.

El hospital de Boston no es tan diferente al de Zurich, las ambulancias pasan por las calles, los internos caminan con los rostros cansados, la busca entre los médicos pero ninguno es ella. Alexander no se bajo de su camioneta, se siente como un cobarde por no poder enfrentarla e ir a buscarla al hospital como lo hacia antes.

Después de lo que a su parecer fueron horas, se decidió entrar al hospital. Antes le gustaba ir a visitarla y hacerse pasar como uno de sus pacientes para pasar la tarde con ella. 

Llegó hasta la recepción sin saber en donde comenzar a buscar, sin que se dieran cuenda que es un príncipe ingles perdido en América. Tiene el rostro bajo para no ser reconocido, camina entre los enfermos y se acerca hasta la señora de color y gafas extrañas. Los enfermos tosen a su alrededor y se aleja con asco, pensó en irse de una maldita vez de este lugar de plebeyos, sin embargo entendió que no hay otra persona que pueda operar a su abuela.

— Necesitó saber donde esta la doctora Rizzi...— pregunto harto de estar esperando en una fila interminable. Su tiempo vale oro. Se adelantó y le hablo a la mujer detrás de la gigantesca pila de papeles. 

— No puedo contestarte. Espera en la fila como todos los demás —  contesto la recepcionista para girarse y mirar un par de papeles. — No puedes pasarte la fila. ¿Quien eres? ¿El presidente o un principe? ¡No lo creo! Haz fila o vete de aquí —

Estaba a punto de exigirle información, por dios, estaba dispuesto a decir que es el príncipe, todo seria mas fácil si supieran quien es, tendría la información en minutos. ¡Como odio a américa!  Aun no puede entender cual fue el motivo que lo obligó a mirar a su lado, quizá fue pura coincidencia o el simple destino, pero la vio.  

Al igual que hace tres años, Vanessa salio segura de sí misma caminando como una diosa de la cirugía. Pero Alexander no pudo reconocerla al primer instante en que sus ojos se posaron en ella. Luce tan diferente a aquella mujer a la cual corrió tan vilmente y dejó embarazada, que no pudo despegar sus ojos de ella ni por un segundo.

Por lo contrario, estos años no se notan en su piel, incluso puede verse mas joven, se ve sonriente, su ropa es juvenil y su cabello es tan negro como la misma noche, la confundió con una princesa del pasado. Su piel es aun mas blanca y su cabello resalta sus mejillas rosadas, las puntas rizadas de su cabello rosan su estrecha cintura, sin duda es la mujer mas hermosa que a visto. 

Por un momento creyó que la sonrisa que mostraba era para él y su corazón latió mas rápido emocionado. Se equivoco rotundamente por que Vanessa nunca lo miro, sino a su novio que la espera en la entrada del hospital y cuando la miró pasar a su lado sin reconocerlo, algo en su orgullo como mujeriego se rompió, murió lentamente al ser ignorado de tal manera. 

— Si no vas a preguntar nada, vete de la fila, tengo a muchos enfermos esperando ser atendidos — dijo la enfermera al verlo absorto en sus pensamientos. Pero Alexander ya no pudo escucharla porque sin pensar sus pies caminaron sin permiso y lo llevaron detrás de ella. La siguió como un acechador nocturno. Loco de los celos. 

¿Porque de todos los hombres tiene que ser él? ¿Acaso la vida quiere burlarse? ¿Se conocieron en le palacio de Buckingham?

Los siguió por toda la ciudad, manejando cerca de su auto pero sin ser visto. Aprieta el volante con todas sus fuerzas y su ceño se frunce al imaginarla cerca de ese estúpido  árabe. Se detuvo afuera de la casa de Vanessa, a una distancia considerable para poder verlos. La noche a caído y su rostro se oculta bajó la sobra de los árboles de verano. Su mirada no se despego de ella en ningún momento. 

La observó bajar del auto y subir las escaleras hasta su casa ¿En que momento cambio tanto?  Su novio esconde su cara en su cuello para hacerla reír y se contuvo de golpearlo cuando pensó que la besaría, le importa un bledo lo que pase, siempre sera suya...

Tenia que hacer algo, tomó la carta que la reina le dio como segunda opción si por algún motivo lo despreciaba. 

"Deja esta carta bajo su puerta y de seguro que en unos días estará en el palacio" 

Cuando ambos estuvieron dentro de su casa bajó de su camioneta y cubierto por la oscuridad, sintió la adrenalina correr por sus venas mientras se acerca, solo esa maldita puerta de madera lo separa de la mujer de la que estuvo enamorado. Dejó la carta y un pequeño obsequio para ella por ganar su premio, tocó su timbre y se alejó de nuevo hasta su camioneta, mientras cuenta los segundos esperando que abra la puerta. 

Vanessa abrió la puerta esperando ver a alguien, pero en lugar de eso solo pudo notar una estela de perfume, ese perfume que no puede olvidar, un poco asustada y nerviosa miró a todos lados, puede que este loca pero cree que él príncipe pudo estar en su puerta, pero no hay absolutamente nadie. Ishaq la llama de nuevo, pero se detuvo al mirar una carta y una pequeña caja de terciopelo y entonces definitivamente supo que alguien de la realeza había estado en su puerta. 

Alexander esperaba que algún pequeño niño se abrazara a las piernas de Vanessa o saliera corriendo, incluso que llamara ladre a ese árabe, pero no hay ningún niño, no hay nada y mientras regresa de nuevo hasta su país, no puede dejar de preguntarse:

¿Que paso con su hijo? 




Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora