-Nuevos conflictos-

832 120 52
                                    

Pov Hiro 

Habíamos estado buscando a nuestros compañeros desde hace ya más de una hora, solo pudimos encontrar algunos rastros de ellos. Miguel había mencionado que sus aromas se habían combinado ya con el ambiente de putrefacción de algunos cuerpos que yacían en las calles. Lo que hacía las cosas más difíciles.

Estaba ansioso, se habían llevado  mi hermano y a todos de un momento a otro, el tiempo se estaba acabando y el día ya estaba llegando al atardecer. No llegábamos a ningún lado, no habíamos avanzado en absoluto.

-Chingada madre... todo el maldito olor no me deja concentrarme en uno.-dijo Miguel quién comenzó a reburujar sus cabellos.

-No deben de estar lejos...-hablé con mi mirada algo baja, en una parte de mi me decía que todo estaba perdido, pero otra mantenía la esperanza que los encontraríamos- continuemos buscando Miguel...

-Hiro ya esta por atardecer, ya es peligroso estar solos por este lugar...

-Pero no podemos dejarlos así...

-¡Ya sé!- me miró con molestia, yo solo di un paso hacía atrás al escuchar su enojo.- Lo siento Hiro...pero me siento tan pendejo por no hacer nada...

-Calma yo se cómo nos sentimos ahora- me levanté y me acerqué a abrazarle. Necesitaba un poco de apoyo para seguir con esto, habíamos llegado tan lejos , él aroma de Miguel me hacía calmar. Ya no me interesaba si el olor de la sangre en su ropa le hiciera algo muy desagradable.  Cuándo estaba a punto de separarme de él cuándo detrás de nosotros había una silueta viéndonos directamente. Miguel me miró  desconcertado, sin dudar, giró su vista a aquél lugar, pero, cuándo ambos lo miramos aquella silueta comenzó a correr.

-¡Ey espera!- gritó Miguel. Me tomó de sorpresa y me colocó a su espalda y fuimos detrás de él. Aquella silueta intentaba desaparecer de nuestra vista, pero no contaba que Miguel lo estaría rastreando. Volteaba botes de basura para ponernos un alto, subimos de nuevo a los techos para seguirlo mucho mejor. Estábamos alejándonos mucho de nuestra última ubicación, nos estaba haciendo que nos adentráramos más a la ciudad.

-¡Demonios es muy veloz!- exclamé.

-¡De seguro no es humano con lo que nos estamos topando! ¡Aquí vamos  hacía abajo!- saltó del edificio para comenzar a seguirlo detrás, estábamos a unos pasos de alcanzarlo. Ya habíamos llegado a calles dónde estábamos totalmente expuestos, yacían algunos letreros que mencionaban estar cerca del parque central del lugar. Aquella silueta corrió hacía la entrada del parque, Miguel sonrío al ver que aquello que seguíamos se detuvo.

-Es una...-de pronto una red nos hizo rodar por el suelo, provocandonos algunas raspaduras en nuestro cuerpo. Adolorido estaba apunto de levantarme cuando la punta de un arma se colocó frente a mi rostro, miré lentamente al responsable y mis ojos se abrieron de sorpresa al ver que era aquél chico de la mascará.

-Señor uno de ellos esta infectado- dijo otro tipo con mascara apuntaba a Miguel quien yacía quejándose a un lado. Otros más se acercaron para apuntarle, ya estaban listos para disparar.- Esperamos ordenes señor.

-¡Ora Ora... estoy de su lado!- respondió Miguel quién intento cubrirme de ellos.

-¡Acaba de hablar!- exclamó uno de ellos.

-¡Bajen sus armas!- miré que el chico que habíamos visto les ordenó de inmediato. Se agachó a observarnos  y sin más se levantó.- ¡Llévenlos al cuartel de inmediato!

-Pero señor...

-He dicho. Todos al cuartel de inmediato.-Los demás solo asintieron, nos tomaron y nos llevaron arrastrando hasta dónde estaba una camioneta. 

Punto Muerto (Higuel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora