~•||Save me||•~KOOKV~•

||Eureka||

Se alejan, y Tae sigue aferrado a mi espalda llorando. Cuando se da cuenta de lo que está haciendo, se aparta.

-L-lo siento...yo...
-Tae, ¿te han hecho algo?-pregunto con la mirada clavada en sus ojos rojos de tanto llorar.
-Jungkook...-y empieza a llorar más fuerte. Yo le atraigo hacia mí y le acaricio la cabeza-.N-no me han h-hecho nada, p-pero...,iban a hacerlo, y-y...-y vuelve a soltar un llanto demasiado fuerte.
-Vale, vale, Tae, tranquilízate, ¿vale? Ellos ya no están aquí. No te preocupes por nada...Ahora estoy contigo...

Me ha dolido tanto decir eso. No os lo podéis imaginar.
Me ha dolido decir que estoy con él, aunque sé que el dolor que me produjo su traición, harán que me vuelva a separar.
No quiero que le vuelvan a hacer daño, pero estar a su lado me hace más daño del que pensaba.
No soporto pensar que me mintiera respecto a su vida, y me traicionara.

-Jungkook...
-Dime.
-Yo no le dije nada a Jinhyung-dice de repente, y me empiezo a alejar de él.
-Tae, deja ya de mentir. Lo has hecho y ya no hay vuelta a atrás.
-¡Jungkook, a mí también me duele que no confíes en mí!, ¿por qué iba a estar insistiendo si yo fuera un topo para Jinhyung?, ¡si fuera su topo, tú me darías igual!-me grita con lágrimas en los ojos.
-No se me ocurre otra verdad para lo que pasó. Tú eras el único que estaba conmigo cuando te conté todo. No existe otra versión, Tae-explico lo más calmado que puedo.
-Te dije que no se lo iba a contar a nadie. Y así hice. Nadie lo sabe por mi boca. Y déjame decirte que yo estoy tan asustado como lo estás tú. Quiero saber quién y cómo se enteró de lo que estábamos hablando-me mira a los ojos y suspira-. Jungkook, déjame demostrarte que yo no fui, por favor-dice, con esa voz a la cual soy incapaz de resistirme.
-¿Cómo vas a demostrar algo así?
-Confía en mí.
-Tae...
-Sé que ahora te resultará muy difícil, pero confía en mí y te lo demostraré. Aún no sé cómo pero lo haré.

No me queda otra. Dije que él era la única persona en la que confío, y es la verdad. Si no fue él, quiero saberlo.

-Vale, ¿tienes algo pens...?
-¡Las cámaras!-grita de repente. Me coge del brazo y me lleva corriendo hacia su casa, supongo. Sigo sin tener ni idea de dónde estoy.

Cuando voy corriendo recuerdo que tengo que llamar a Namjoon para avisar de que no hace falta que venga, así que le escribo un mensaje.

Hey Nam, no hace falta que vengas a por mí ya, pero muchas gracias por ofrecerte. Te debo una cerveza! :)

Supongo que así será suficiente.
-Corre entra-me dice Tae aún con mi brazo en su mano. Yo le hago caso y entro a la casa-. Acompáñame.

Bajamos unas escaleras de las cuales ignoraba su existencia, y llegamos a una sala bastante oscura. En ella hay de todo. Una mesa de ping-pong, una de bingo, una barra con bebidas dentro, un piano de cola, e incluso una de esas máquinas recreativas de los años prehistóricos. Está muuuuy chulo esto. Supongo que esto es lo que utiliza para divertirse...¿con sus amigos?
¿Tiene amigos?
Nunca había pensado en eso.
Como siempre, estaba demasiado ocupado pensando en mí.

-Ven-dice él.

Obedezco, y voy con él hasta una puerta que hay en esa sala tan sumamente maravillosa. Entramos, y es lo que suponía.
Es como un centro de control de las cámaras que tienen instaladas por toda la casa.
Empezamos a ver una a una, y cuando ya creemos que no hay esperanza, Tae mete la última cinta.
Cinta 23.
La clave.

-Mira ahí. En la ventana-indica él.

Lo que estamos viendo es casi increíble.
La cámara está colocada en la rama de un árbol que da a la calle, y que apunta directamente a la ventana del salón, donde estábamos nosotros hablando.
Se puede ver claramente cómo alguien vestido totalmente de negro y con la cabeza tapada con un pasamontañas, coloca un pequeño aparato por dentro de la ventana.
Hemos supuesto que sería un auricular, porque si no, nada tendría sentido.