Serpa

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Darien había pasado toda la tarde rompiéndose la cabeza con que le compraría a Anubis. Su chucho le había regalado una manilla y él había caído en la cuenta que nunca le había dado nada. Así que quien mejor para resolver esa encrucijada que Tobías.

Ahora estaban los dos de aquí para allá visitando las diferentes tiendas buscando las recomendaciones por parte del rubio.

Podía escuchar al dios protestar cada vez que desaparecían entre el tumulto de personas en algún local. Seguro que no pelearía tanto si supiera que todo era por él. Por supuesto, el exigente y tirano de Tobías lo había hecho cargar más de lo planeado, alegando que necesitaba algunas cosas para la casa, pero aún no se habían topado con aquello que le impactara para regalar.

Por último y casi dándose por vencido, lo vio allí. Iluminado por los rayos del sol en una lujosa vidriera de una tienda. Eso era genial. Lo quería. Había traído consigo algo del dinero que aun mantenía, aunque Tobías había insistido en comprarlo. Se notaba que tenía más billetes que el que pudiera gastar, incluso cuando no lo demostraba, ni con su apartamento no inmenso y su ropa simple. Eso sí, si te fijabas, de marca.

Agarró a Tobías del brazo y lo arrastró mientras le pedía a Anubis que esperara. Quería darle una sorpresa.

El aire acondicionado golpeó su rostro más el olor artificial a rosas. El piso pulido, las paredes de mármol y las estilizadas dependientas lo hicieron vacilar.

-Eh, Tobías, mejor nos vamos a otro lugar-

-¿Qué ocurre Darien? Acaso no me acabas de decir que lo habías encontrado-

-Sí, pero me parece que lo puedo encontrar en otro lugar más barato-

El rubio chasqueó los dientes

-Señorita- Una de las dependientas se acercó con una hermosa y radiante sonrisa- Puede darle lo que desee el chico, yo pago- Señaló a su acompañante que abrió los ojos con sorpresa y levantó las manos negando.

-En serio Tobías, no tienes porque-

Pero el joven solo lo ignoró. La mujer se dirigió hacia Darien muy formalmente.

-¿Qué desea comprar-

El chico bajo la cabeza, avergonzado y señaló hacia la vidriera

-Eso. Está bien- la dependienta tomó el objeto y lo llevó hacia el mostrador dándosela a su compañera para cobrarlo.

Darien dirigió a Tobías hasta allí y esperó, con las palmas sudadas, el precio y se quedó con la quijada abierta al oír la cifra.

-Son 6 500 dólares ¿Lo llevará?-

-Empáquelo en el sobre mas dorado que tenga- Tobías rebuscó entre el bolsillo de su pantalón y sacó la tarjeta de crédito mientras el otro joven miraba del objeto a él y viceversa. No podía creer que esa cantidad de dinero se fuera en aquello tan pequeño.

La mujer le entregó el sobre a su dueño temporal contenta con la gran venta de hoy y él lo recibió, con la exuberante compra. Lo sostuvo entre sus dedos como si fuera cristal. No buscaba algo tan rebuscado. Siendo Anubis un dios seguro tenía de todo, pero él quería por lo menos devolver la acción, solo no se imaginaba que esa acción tuviera cuatro cifras. En su vida había tenido tanto dinero alrededor, ni el más rico de sus clientes llevaba ese dinero en la billetera. La vida del pobre.

-Espero que lo disfrute- la radiante sonrisa de la mujer detrás del mostrador parecía fingida y cortés a la vez.

Darien asintió bajando la cabeza otra vez, la cual al levantarla fue salpicada de gruesas gotas de sangre mientras el cuerpo ante él era desfigurado por una garra golpeando la estrecha cintura.

Un silencio mortal después. Un cristal rompiéndose, un grito desgarrador y él volvió a la tierra.

-Corre- Tobías lo agarró de la mano y lo empujó esquivando apenas el zarpazo de la bestia ante él.

-Pero qué demonios- gritó exaltado a Tobías.

-Es un Serpa está detrás de tu cuello. Corre- lo empujó hacia donde debía estar la puerta-

Otro vidrio se rompió al estrellarse, en él, el cuerpo de la dependienta y salpicando la sangre por todos lados. Los chicos se quedaron petrificados. Aquel ser de más de dos metros de alto y a saber cuánto de largo, con su cuerpo entre una serpiente y un felino, sus largas garras, el cuello largo con escamas rodeadas de pelaje manchado, la cola terminada en púas y la cabeza felina de donde salían dientes chorreantes de sangre, era suficiente para exaltara a cualquiera.

Darien se puso delante de Tobías que parecía algo desorientado con el inmenso sonido de las alarmas y el bullicio. Retrocedió lentamente llevándoselo consigo.

La bestia siguió sus movimientos hasta que se lanzó con un salto sobre ellos.

Tobías agarró el brazo de Darien y lo tiró a un lado recibiendo él en su hombro el impacto de las filosas garras que le hizo soltar un grave quejido y caer de rodillas sintiendo el doloroso veneno empezar a penetrar su cuerpo.

Darien miró la escena y la herida desaparecer de su cuerpo como por arte de magia, solo quedando la ropa rasgada. Pestañeó nervioso. No era tiempo de impresionarse por eso, ya podría interrogarlo más tarde.

La bestia se enfocó en su actual víctima, pero antes que pudiera volverlo a agredir Darien se puso ante Tobías y enterró la daga en la zarpa que se avecinaba.

El metal corto la piel con tanta facilidad que dio satisfacción. La bestia retrocedió alzando la pata herida y mostrando sus colmillos, de seguro más molesta.

El cuerpo del humano tembló completo. Tenía un golpe de adrenalina y solo sabía que debía defender a Tobías, le debía su vida y no podía fallarle.

El Serpa se sacudió poniéndose firme para volver a atacarlo cuando otro igual a él lo golpeó levantándolo del suelo e impactando ambos contra una columna de mármol, destrozándola a su paso.

El cuerpo grande de Anubis se puso delante de los chicos a modo de escudo mientras Horus se ubicaba es trágicamente a unos metros.

Los cuerpos de ambos dioses estaban sudados y algunas partes de sus camisas con salpicadura de sangre.

Ahora Darien entendía porque no habían sido socorridos. Ellos no habían sido los únicos en peligro.

¿Que demonios estaba ocurriendo?

nota: se que las disculpas no son suficientes, pero mis estoy super enredada la verdad. Publicare todas las semanas pero la actualizacion del sabado esa puede variar el dia, aunque me aseguraré que siempre haya. e serio lo siento, pero espero que comprendan que tengo una vida muy ajetreada fuera de wattpad y la responsabilidad del trabajo me llama.

Sin más muchos besitos, los amo por su comprensión y paciencia hasta ahora y espero el capitulo les guste y estén preparados

El beso ©® Trilogía Dioses CautivadosWhere stories live. Discover now