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- ¿Vivir juntos? Pero si yo nunca voy a morir, a menos que tú decidas ya no darme sangre.

- Me refiero a que permanezcas aquí en mi departamento, mientras yo te doy de mi sangre ¿Qué dices?

- Está bien, pero tienes que prometer que me vas alimentar siempre.

Y como si para Jungkook fuese un gran trabajo lleno de sacrificio, asintió.

- Oye, tengo una curiosidad.

- La responderé si puedo ¿Está bien?

-Vale ¿En serio ibas a matarme?

- Claro que sí. Yo te elegí en la piedra que me entregó el señor Park, tu sangre es pura.

- ¿Pura? Qué lástima, porque yo nunca conocí a mis padres.

- ¿Padres? ¿Eso es comida?

- Bueno para ti digamos que sí, pero para mí eran más bien personas que se suponía que no tendría que extrañar.

- Jungkook ¿Cuántos años tienes?

- Veinte ¿Y tú?

- No lo recuerdo. El señor Park dijo que nunca envejecería.

- ¿En serio? Oye, todo estoy es difícil de digerir ¿Sabes? Tengo muchas dudas, si algún día ves a ese señor Park dile que quiero hablar con él.

Jungkook se levantó de la cama tomando una toalla en dirección del baño.

Yoongi empezó a volar con sus pequeñas alitas tras él.

Jungkook empezó a dejar caer el agua en la ducha empezando a tararear una canción, y estaba por poner shampoo en su mano cuando dio un grito del susto al ver al vampiro observándolo.

- ¡Mierda, Yoongi, casi me cago del susto ¡Joder!

- Yo... lo siento, amo ¿No puedo estar aquí?

- Obvio que no. Escucha... -- Jungkook empezó a restregar su cabello con fuerza -- Existe algo que se llama 'Espacio personal' Ese espacio personal es algo que todos tenemos, incluso hasta tú lo tienes. Se trata de que a veces necesitamos estar solos y el hecho de que ya nos hayamos visto desnudos no quiere decir que siempre va hacer así.

- ¿Mh..?

- Ah ¿Sabes qué? Sólo quédate ahí -- Jungkook se dio al vuelta tratando de evitar la vista del otro, pero le era imposible no sentir su presencia. Él vivía solo, y estaba acostumbrado. Entonces por obvias razones se sentía incómodo, así que terminó de asearse, y salió rápidamente del baño.

De momento a otro el gruñido del gato de Jungkook entrando por la ventana fue audible, y nada eso, si no que el animal saltó tomando las piernas de Yoongi, quien forcejeaba para que lo soltara. Las uñas del animal estaban apretando sus medias, y no parecía querer soltarlo.

- Jungkook, dile que me suelte, por favor. -- suplicó el vampiro, entonces el aludido tomó la cola del animal, haciéndolo sacar un maullido, y lo sacó por la puerta para después cerrar las ventanas.

- Gracias. -- Yoongi se tiró, apresando todo su cuerpo, quedando totalmente enganchado en el cuerpo del castaño -- Me salvaste.

- Sí, sí, lo que digas. Me duele dejarlo fuera, pero se comportó como un lunático ese gato loco. Ahora suéltame, por favor; que necesito cambiarme.

Yoongi obedeció, soltándo el cuerpo del menor, aún sonriendo.

Jungkook fue a su habitación, y empezó a cambiarse, suspiró en resignación, pensando que le costaría adaptarse a la presencia y los ojos de Yoongi, pero tenía que hacerlo o ese tal señor park llegaría a matarlo por no haber servido para alimentar al vampiro como debía.

Jungkook salió del cuarto, yendo hacia la cocina, puso agua a calentar, y sacó una sopa de ramen.

-¿Qué es eso, amo?

-Ramen. Y sí, es comida.

- ¿Es sangre?

- ¡No! -- Hizo una cara de asco -- Claro que no. -- Yoongi hizo un puchero.

- ¿Los humanos comen otra cosa que no sea sangre?

- Por su puesto que sí.

- ¿Pero no comen sangre?

- No. Bueno... de la tuya sí, pero no siempre. Hay personas que tienen sus fetiches, sabes, y no las culpo si piensan que son excitantes. Agradezco ya no ser virgen para poder decirlo orgullosamente. -- Jungkook sonrió poniendo el agua en su ramen, y tapándolo, caminó hacia la sala encendiendo la televisión.

Pero en un instante la pantalla estaba siendo apresada por los brazos del pálido.

- ¿Pero qué mierda?

-¡Corre Jungkook, corre, yo lo detendré! -- dijo alarmado, y Jungkook no sabía como sentirse.

Estaba experimentando duda porque, joder, el vampiro estaba actuando demasiado raro.

También gracia porque le parecía un tanto ridículo.

Pero también excitación por que el trasero de Yoongi estaba frente a él viéndose tan lindo y suave. Las imágenes de hace un rato, cuando lo estaba follando, llegaron a él.

Así que mejor caminó tratando de quitarlo, pero Yoongi seguía forcejeando.

- Déjalo, mierda. Sólo es el televisor.

- Tú no entiendes, Jungkook. No sabes que puede haber dentro de esta criatura. Tengo suerte de poder usar mis poderes, si no ya estuvieras muerto.

Jungkook puso sus ojos en blanco, suspirando fue por su ramen, y se sentó en el sofá.

- Yoongi, deja el televisor, obedece, soy tu amo.

Entonces el vampiro soltó el aparato, y se hincó frente a Jungkook.

-Me he portado mal ¿Verdad? si quiere puede castigarme.

-Vale, veamos, tu castigo será... ¡Ah! Ya sé, siéntate aquí - dijo señalando el sofá a la par suya -Y no molestes.

Yoongi se sentó con sus ojitos grandes haciendo un puchero, pero inmediatamente lo olvidó cuando la televisión se incendió mostrando un programa de comedia, y Jungkook empezó a reír.

Yoongi ni siquiera veía la tele, para él la imagen de ver a Jungkook tan feliz le parecía más entretenida que algo que no entendía, y no es porque él no hablara el mismo idioma, si no porque en el vocabulario de los guiones utilizaban varios términos que no lograba aún captar.

Pero estaba muy cansado del vuelo. Entonces Jungkook apagó la TV al finalizar el programa, sintiendo la cabeza de Yoongi en su hombro. Estaba dormido, y entonces el más alto pudo apreciar lo bonito que se veía con unas pequeñas y particulares pecas bajo sus ojos cerrados.  Su respiración agitada y su linda figura tendida en el sofá. Cubierto por una camisa holgada, unos shorts largos, junto a unas medias algo sucias.

Pensó que talvez ese día solo se trató de un sueño, pero lo que estaba sintiendo en ese momento le demostraba que no era así y deseó que se pudiera acostumbrar a su nueva vida.

Y a su nueva compañía.






Bébeme • [Kookgi]Where stories live. Discover now