Fracaso de Escape

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Dedicado a @ZCReka

Capítulo 18: "Fracaso de escape"

Narra Sol

Me levanto de entre las sábanas de seda, lo más lentamente posible, no quiero vomitar otra vez. Dejo caer mi bata al suelo y camino al baño donde pongo a llenar la tina con agua caliente. Me aseguro de cerrar bien la puerta, no quiero visitas sorpresas de mi padre.

Con miedo, me miro el vientre que ya está empezando a hincharse, mi cara está más pálida que de costumbre, y el estrés me está carcomiendo por dentro. No sé cuánto tiempo lo podré ocultar, no se lo he dicho a Lucian todavía. Hace ya un mes que no voy a nuestra cripta.

Sé que, si lo digo, me querrá sacar del castillo, yo misma quiero salir de esta celda, de mi jaula dorada. Pero es imposible, es imposible salir de este castillo con vida.

Con trabajo, trago el nudo de angustia que tengo por la garganta y me meto a la tina caliente. Cierro los ojos, acariciándome el vientre con ternura, a mi cachorro, nuestro hijo. Aún no puedo creerlo, me asusté cuando comencé a vomitar y marearme por cualquier movimiento repentino, pero lo supe.

Se podría decir que por instinto, pero ahora que mi vientre se ha tornado redondeado, ya no tengo ninguna duda.

Sin poder evitarlo, unas lágrimas se derraman por mis mejillas, solo pido a los dioses que mi pequeño se salve. Solo eso pido, no me importa morir con tal de que ellos se salven.

Muy pronto tendré que ir con Lucian, juntos encontraremos una solución.

Narra Lucian.

Me seco el sudor de la frente, tomo nuevamente el mazo y sigo golpeando el hierro que arde al rojo vivo. Por más que lo intento, no puedo concentrarme. Hace demasiado tiempo que no veo a Sol, eso y las palabras del doncel no dejan de dar vueltas en mi cabeza.

—¡Hora de comer!-

Todos los demás dejan sus tareas y se acercan a los guardias quienes traen una carreta de comida, yo me quedo atrás y miro a mi alrededor, hace semanas que trabajo en la herrería, aunque no lo digan, sé que algo está pasando.

Hemos estado haciendo muchas armas y los guardias han bajado de número, al parecer Vladimir tiene problemas fuera del castillo.

—¡Lucian! —El grito de Arthur me saca de mis ensoñaciones. Arthur es un muchacho un poco menor que yo, llegó hace unas semanas y es el primer amigo que tengo. Me acerco a él con paso lento, tomo asiento junto a él en el suelo y acepto el cuenco de comida que me tiende.

—¿Cómo va el trabajo en las minas? —le pregunto.

—Pesado, sucio y caluroso —responde con un puchero, su tono infantil me saca una sonrisa, mira de un lado al otro con perspicacia y me dice en un susurro—: ¿Y bien? ¿cómo está nuestra bella dama?-

—¿Nuestra? —El suelta una risita, le encanta molestarme—. Aún no la he visto —respondo con pesar.

—Aún no. —El me regala una gran sonrisa—. ¡No te preocupes!, de seguro hoy la verás y tendrán una gran follada de recompensación. —Las fuertes palmadas en la espalda me hacen botar un poco de mi comida.

—Eso espero.-

—Oh, vamos, Lucian, deja esa cara de perro abandonado. —Me anima Arthur con sus ojos miel llenos de malicia—. Ella debe de ser muy bonita, ¿no? El día en que me la presentes, te la robaré de los brazos-

—No creo que a ella le gustes, cachorro flacucho, ella prefiere un lobo alfa y apuesto-

—¡No soy un cachorro, y todavía estoy en desarrollo! —exclama indignado—, algún día seré mucho más alto que tú-

Aullando bajo la misma lunaWhere stories live. Discover now