Flames •Taekook•

1.

"Recto, Mirada al frente" La regla de madera se posaba en el mentón del Joven príncipe y heredero corriendo la postura de este, Pero, al momento de bajar por un instante sus hombros fue golpeado fríamente por el pedazo de madera, haciendo un estruendo en toda la sala. "Te dije Recto TaeHyung".

" L-Lo siento" Volvió su mirada hacia enfrente, mirando así su reflejo en el enorme espejo.

" Nunca Tartamudees, Eso significa debilidad, Recuerda..."

" Siempre oculta la debilidad" Repetía esto como si de una grabadora se tratase, pues a su corta edad de 15 años, TaeHyung había sido educado de una manera muy dura, al principio era horrible y varias veces lloraba frente a la señorita Choi -Su maestra-, pero los golpes del pedazo de madera hacían que le diera miedo Llorar.

" Ya son las doce, Es tarde, Ve a tus clases de Cabalgata"

TaeHyung tomó un momento para respirar pues estas clases siempre le quitaban todo su aliento. Hizo una reverencia de cortesía saliendo de aquella sala.

Comenzó a caminar apresurado por aquellos pasillos del enorme castillo, si era distraído se podría perder en ellos. Personas del aseo y algunas damas de compañía hacían una reverencia hacia el joven príncipe, ya que dentro de unos años se convertiría en rey.

TaeHyung no rechazaba en absoluto el puesto, No negaba que era estresante prepararse, pero muy dentro de él quería ser rey, Quería ser mejor que su padre.

Al llegar al establo, no se encontraba nadie, ¿Acaso nadie le había avisado que se suspenderían las clases hoy?. Si es así, pudo haberse dirigido directamente a su habitación y pudo haber descansado un poco. Había perdido unos valiosos minutos de descanso.

"Joven Kim" Una persona del personal del palacio llamó a su nombre "Su padre canceló sus clases, quiere verlo en el salón principal, Ahora" el joven esperó a que el príncipe diera el primer paso, para poder ir atrás de él.

Al estar frente a la enorme puerta trago saliva y puso su cabeza en alto. Su padre tenía que ver que las clases que tomaba todas las mañanas rendían frutos. Hizo un gesto con la cabeza para que los guardias abrieran la puerta. Al entrar vio a su imponente padre -Y rey- Riendo y bromeando junto a un guerrero de la caballería.

" Llegas a tiempo hijo " ambas miradas de los adultos se posaron en él " ChungHo este es mi hijo".

El Caballero hizo una reverencia hacía Taehyung, en respuesta este hizo lo mismo.
Aquel imponente hombre con armadura encima había guardado silencio y miraba impaciente la puerta principal, como si esperara a alguien.

"Le he quedado mal su majestad, parece qu-.."

" Lo siento su majestad" una cuarta voz se unió en salón "He llegado tarde, No volverá a pasar, una sincera disculpa" Un joven se  hincó ante el rey y el joven príncipe, esperando una señal para levantarse.

El rey comenzó a reír. " Los jóvenes de ahora" detuvo su risa "levántate " Dicho esto el chico que había llegado tarde se incorporó y dio una pequeña reverencia para ir alado de ChungHo.

Taehyung y aquel chico pelinegro cruzaron miradas, el pelinegro le sonrió cortésmente, mientras Taehyung mantenía su ensamblaje frío.

" Su majestad, Él es mi Hijo, Jeon Jungkook" posó un brazo sobre el joven pelinegro "Lo he estado educando para que pueda servir en el palacio como un futuro guerrero"

" Prometo no fallarle su majestad, actuaré con valentía y equidad" Colocó su puño en el pecho, tras unos segundos volvió a su posición normal.

¿Un nuevo guerrero?, pensó TaeHyung, pero se veía muy joven, usualmente los guerreros nuevos se presentaban con una apariencia más grande, ¿Que tenía este niño de especial?.

" TaeHyung " El rey llamó a su nombre "Espero que sean buenos amigos, como lo somos su padre y yo" Dio un leve empujón a este para que avanzara y estrechara la mano con aquel joven.
Ambos estrecharon sus manos.

¿Amigo? TaeHyung No sentía la necesidad de tener amigos. Cualquiera te puede traicionar para obtener algo, es el príncipe, todos quieren algo de él.

Jungkook miraba el ensamblaje frío que mantenía el joven príncipe, entendía que podría desconfiar de él, pero los deberes del pelinegro eran claros, proteger al príncipe desde jóvenes, como su padre lo hizo con el rey.

...

"No necesito un amigo" TaeHyung se encontraba frente a su padre, estaba muriendo de miedo por dentro, ¡estaba contradiciendo al rey!, tenía que tener mucho coraje para hacer eso, pero ya no había vuelta atrás, ya podía sentir el olor del estiércol de los caballos, al menos dos semanas de limpieza en el establo le darían de castigo.

" Claro que lo necesitas " Para sorpresa de TaeHyung su padre estaba muy tranquilo "Este mundo puede ser muy cruel, y yo no estaré en todo momento para que puedas recargarte en mí..."

" No necesito recargarme en alguien " comenzó a avanzar hacia su padre, no estaba entendiendo nada, desde pequeño le habían enseñado a desconfiar de todos, y ahora llega su padre con la historia de su gran amistad con el guerrero principal del palacio, Y que él hijo de aquel guerrero tenía que ser su amigo, ¿Que un amigo no lo eliges tú?. " No comprendo esto, es absurdo, no quiero tener un amigo, estoy bien solo" 

" TaeHyung..."

" ¿Y si me traiciona? Las personas no son lo que demuestran, ¡Todos tienes secretos! Siendo el rey deberías saberlo, No puede ser que seas demasiado ..." estupido, pensó "Inocente" dijo completando su oración . Sentía un montón de sentimientos llegando a él, recuerda él como fue severamente regañado cuando era pequeño por querer hablar con un pequeño niño -Hijo de una de las cocineras del palacio- Recuerda las palabras y los castigos, No entendía nada, todo era contradictorio, todo contradecía su educación.

" Kim Taehyung, He tomado una decisión, ¿Acaso estas retando las palabras de tu padre? " Este se había puesto serio, no tenía tiempo para batallar con las crisis de su hijo adolescente.

TaeHyung respiro hondo, hizo una reverencia de despedida y salió de la habitación.
No se había percatado que era de noche, miró a través de las ventanas, encontrándose con aquel pelinegro, estaba hablando con algunas jóvenes del personal, ¿Estaba ligando?. Que descarado, absolutamente no lo quería de amigo.

Con un demonio, ¡No quería amigos!.