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Ésta historia es diferente a la que comúnmente se narra, no estabas en el bosque en busca de un mate o siendo casada a la fuerza con un alfa, es más ni siquiera sabías qué era uno. Más bien estabas en el bosque corriendo por tu vida, ya hacía cincuenta años de aquellas historias, después de una guerra entre la manada de el este y la manada de el sur quedó casi todo devastado, los pocos sobrevivientes que quedaron tuvieron que empezar de nuevo, no eran más de cien, ente ellos alfas, betas y omegas. Pero lo que terminó por casi extinguirlos fue una epidemia que mataba a los más débiles, los alfas deberien cuidar a los betas y omegas quienes se suponía eran más débiles, pero aquella epidemia terminó por matar a todos los alfas de que quedaban, como todo algunos omegas y betas también fallecieron.
Los que quedaron tuvieron que sobrevivir como podían, tenían que aparearse de otra forma su supervivencia acabaría, y eso hicieron, tú naciste aproximadamente hace unos veinte años siendo hij@ de dos omegas, cosa que rara vez se podía lograr, por ende tú eres un omega también. Solías oír historias sobre el pasado, las cuales decían que alguna vez hubo cuatro manadas que se regían cada una por un alfa, un hombre o mujer fuerte y dominante, cuando estos se sentían listos para procrear Iván a un bosque en busca de su mate, a base de su olor le hallaban y después la marcaban como suy@.
Según una leyenda se creía que en las montañas residían estos alfas y que solo bajaban de allí si armaban un alboroto demasiado grande, matando a todo quién estuviera en su camino, simpre creíste que era verdad y que algún día podrían hallarlos ya que eran imprescindibles para su superviviencia, ya que quedar preñada entre omegas o entre un omega y un beta era extremadamente difícil, y si se lograba el bebé o la madre morían en la mayoría de los casos. Todos te tiraban de loca, así que decida a encontrarlos te fuiste de tu aldea, y por ello ahora te hallabas corriendo con todas rus fuerzas para no ser devorada por un animal salvaje, qué irónico, ¿no?.
Sin darte cuenta poco después tropezaste y rodaste colina abajo, las piedras golpeando tu cuerpo y las heridas que comenzaban a hacerse por eso era demasiado doloroso, finalmente te detuviste en un llano, estabas aturdid@ y solo lograste oír fuertes sonidos, se comparaba a como cuando caía un rayo de el cielo pero el sonido duraba menos, poco después los rugidos cesaron y sentiste que te cargaban, estando tan adolorida no abriste los ojos, eso fue hasta horas después cuando despertaste en un lugar extraño, tus heridas estaban vendadas y la habitación donde estabas era grande.
En eso un hombre grande y fornido entró en la habitación, te miró con una leve sonrisa de laso y cruzándose de brazos se recargó en el marco de la puerta, otra cosa nueva para ti. Pero no era un omega, su aroma no era ese, tampoco era un beta, ¿sería un alfa?...
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Alfas;
Ésta historia es diferente a la que comúnmente se narra, no estabas en el bosque en busca de un mate o siendo casado a la fuerza con una omega, es más ni siquiera sabías qué era una. Más bien estabas en el bosque buscando una omega, ya hacía cincuenta años de aquellas historias, después de una guerra entre la manada de el este y la manada de el sur quedó casi todo devastado, los pocos sobrevivientes que quedaron tuvieron que empezar de nuevo, no eran más de cien, ente ellos alfas, betas y omegas. Pero lo que terminó por casi extinguirlos fue una epidemia que mataba a los más débiles, los alfas debieron cuidar a los betas y omegas quienes se suponía eran más débiles, pero aquella epidemia terminó por matar a todos los alfas de que quedaban, como todo algunos omegas y betas también fallecieron.
Sin que nadie se enterara omega y dos alfas escaparon hacia las montañas para refugiarse, más sabiendo que la omega esperaba cachorro de uno de ellos, vieron desde arriba el desastre que había pasado, pero debían asegurar su supervivencia, la omega dió a luz y casi enseguida su esposo se encargó de que quedara preñada de nuevo, y así fue, poco a poco una manada fue creciendo, debido a las condiciones todos eran alfas, uno que otro beta u omega, pero era extraño que fuese así. La supervivencia se fue haciendo más difícil conforme a los años, pero gracias a los avances que lograron tener no eran unos "salvajes" como los terranos que vivían montaña abajo.
De niño te contaron una leyenda; se creía que bajo las montañas residían los omegas, alejados de todos ellos. Simpre creíste que era verdad y que algún día podrían hallarlos ya que eran imprescindibles para su superviviencia, ya que quedar preñada entre alfas o entre un alfa y un beta era extremadamente difícil, y si se lograba el bebé o la madre morían en la mayoría de los casos. Todos te tiraban de loco, así que decido a encontrarlos te fuiste de tu aldea, y por ello ahora te hallabas caminando en el bosque, eso hasta que viste a una chica siendo perseguida por animales salvajes, qué irónico, ¿no?.
Poco después tropezó y rodó colina abajo, las piedras golpeando su cuerpo y las heridas que comenzaban a hacerse por eso te hizo ayudarla, finalmente te acercaste y lograste dispararle a los animales, los alejaste con el ruido que poco después los rugidos cesaron y bajaste para ayudarla, al verla inconsinte la cargaste en tus brazos y la observaste un momento, estando tan adolorida no abrió los ojos pero te pareció una chica bastante linda, aun qur no se comparaba su aroma con el de un beta o un alfa.
Decidiste llevarla a las montañas, lo bueno es que tenías ciertos atajos, al llegar pediste que la atendieran y todos quedaban confundidos y asombrados ya que como tú también habían percibido que no se trataba de un alfa o un beta, tu padre dijo que posiblemente sería una omega. Te asombraste y pediste que la dejaran descansar en cuanto terminaran, y que por ordenes de él nadie se le acercara hasta que despertara. Unas seis o siete horas después fuiste a verla y la hallaste sentada, le sonreíste y te cruzaste de brazos mientras te recargabas en la puerta, debías admitirlo, era muy bella. ¿De verdad se tratará de una omega?.
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