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¿Cansado de no hallar un rolplay omegaverse medio activo? Bienvenidx, en este rolplay encontraras variedad de escenarios para elegir el de tu preferencia. Deja t...
Una historia de amor verdadero... ¡Pero que cliché!, sí, eso pensabas a tus quince años de edad, era algo tan tonto pensar que algún día podrían encontrar el amor verdadero, es decir, ¿quién en su sano juicio piensa hacerlo así?. sabías perfectamente bien que solamente podría existir entre un Alfa y un Omega o entre un beta y un Alfa o viceversa. Eso te habían dicho desde pequeña, tú eres una omega se suponía que cumpliendo la mayoría de edad deberías de ir a buscar un mate obviamente alfa o beta así es que realmente no tenías opciones, encontrar el amor verdadero te parecía algo tan tonto y difícil de hallar, que básicamente no tienes esperanza de hallar.
Pero bueno las cosas cambian ¿no?. Una tarde después de la escuela fuiste a un parque el cual era llamado “El Jardín de las palabras” ya que se suponía que ahí había ocasiones en las que se hallaban mate a corta edad, y ¿porqué no ir?, quizás podrías ir a echar un vistazo y ver si hallabas a tu “amor verdadero”. Poco después de haberte Sentado en una banca,un chico que se sentó a tu lado este te miro y simplemente se mostró indiferente así que decidiste no tomarle importancia. Pensabas que idiota de chico tengo al lado pero resulta que no era tan tonto como tú creías.
Te comentó que era algo tonto ir a ese Jardín en busca de una mate que simplemente iba para perder el tiempo, te quedaste extrañada por lo que te acababa de decir considerando que tú no le habías tomado importancia o siquiera me has querido iniciar una conversación con él, pero finalmente le dijiste que compartían la misma opinión que el que simplemente había sido para comprobar que no era cierto. Ambos rieron levemente pero finalmente siguieron la conversación hablando de cosas tontas quizás. Y así fue cómo comenzó a tu aventura, cada tarde después de la secundaria ibas a verlo y a platicar con él así fue hasta cumplir los dieciocho años, básicamente saliendo de preparatoria. Nunca se dijeron al rango que eran, si él era alfa, beta u omega no lo sabías, ni mucho menos él sabía si tú eres una beta, omega o hasta una alfa.
Finalmente te confesó que era un alfa y que pronto subiría al mando, tú lo miraste incrédula y finalmente le dijiste que eras una omega. ¡Vaya sorpresa que se llevó!, aún así te miró con una sonrisa y poco a poco se fue acercando a tu rostro, ¿sería él tu amor verdadero?...
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Alfas;
Una historia de amor verdadero... ¡Pero que cliché!, sí, eso pensabas a tus dieciséis años de edad, era algo tan tonto pensar que algún día podrían encontrar el amor verdadero, es decir, ¿quién en su sano juicio piensa hacerlo así?. sabías perfectamente bien que solamente podría existir entre un Alfa y un Omega o entre un beta y un Alfa o viceversa. Eso te habían dicho desde pequeño, tú eres una alfa que se suponía que cumpliendo la mayoría de edad deberías de ir a buscar un mate obviamente omrga o beta así es que realmente no tenías opciones, encontrar el amor verdadero te parecía algo tan tonto y difícil de hallar, que básicamente no tienes esperanza de hallar.
Pero bueno las cosas cambian ¿no?. Una tarde después de la escuela fuiste a un parque el cual era llamado “El Jardín de las palabras” ya que se suponía que ahí había ocasiones en las que se hallaban mate a corta edad, y ¿porqué no ir?, quizás podrías ir a echar un vistazo y ver si hallabas a tu “amor verdadero”. Poco después de haberte sentado en una banca te diste cuenta de que había una chica sentada a tu lado, la miraste y simplemente te mostraste indiferente. Pensabas que la chica era linda, así que trataste de iniciar una conversación.
Le comentaste que era algo tonto ir a ese Jardín en busca de una mate que simplemente ibas para perder el tiempo, se quedó extrañada por lo que acababas de decir considerando que no te habías tomado importancia o siquiera había querido iniciar una conversación contigo, pero finalmente le dijo que compartían la misma opinión que ella simplemente había sido para comprobar que no era cierto. Ambos rieron levemente pero finalmente siguieron la conversación hablando de cosas tontas quizás. Y así fue cómo comenzó a tu aventura, cada tarde después de la secundaria ibas a verla y a platicar con ella así fue hasta cumplir los diecinueve años, básicamente la edad en la que no tardaría en ser alfa de la manada. Nunca se dijeron al rango que eran, si ellla era alfa, beta u omega no lo sabías, ni mucho menos ella sabía si tú eras un beta, omega o hasta una alfa.
Finalmente le confesaste que eras un alfa y que pronto subirías al mando, te miró incrédula y finalmente te dijo que era una omega. ¡Vaya sorpresa que te llevaste!, aún así le miraste con una sonrisa y poco a poco te fuiste acercando a su rostro, ¿sería ella tu amor verdadero?...
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