Pesadilla [COMPLETA] [+18]

Capitulo 3

Ya había amanecido, eran alrededor de las 11 am y nos encontrábamos fuera de esa tienda de la nos habló Sunny, una vez dentro comenzamos a recorrerla; había veladoras de todos colores, cristales, figuras, amuletos, hierbas, era una autentica tienda de lo oculto. A lo lejos lograba ver a Sunny y Anne hablando con la señora encargada de atender, al fondo estaban Rose y Stella admirando la excentricidad del lugar. Más al fondo lograba ver una cortina blanca, me daba mucha curiosidad, quiero entrar, pensaba; en eso una mujer joven se acercó a mí.

—¿Quieres una lectura de tarot?— Ofreció la chica

—En realidad no, solo vi la cortina y me dio algo de curiosidad ver que había detrás— Respondí

—Solo hay un par de sillas y una mesa, la habitación es iluminada por velas. Puedo notar que no crees en nada de ésto, ¿no es así?

—La verdad, creo que es algo ridículo

—Bueno, cada persona tiene su opinión, pero las energías, los demonios y los ángeles son todos muy reales. Sabes, hasta el mismo Lucifer se vería tentado por el tesoro que tienes entre tus piernas

Mis ojos se abrieron hasta quedar completamente redondos, parpadeé varias veces. No tenía ni idea de qué decir, ¿Cómo sabía ella eso?

—No sé de qué me hablas— Intenté ocultar mi expresiva sorpresa ante su muy acertada y segura afirmación.

—¿No?, tus ojos me dicen todo lo contrario— Sonrió— Tranquila, no tiene nada de malo pero entrar a este tipo de lugares poseyendo semejante pureza, no es muy sabio

¿Qué le pasa a esta tipa? No hace más que hacerme sentir curiosidad. Ha logrado intrigarme.

—¿Pureza? ¿Hablas de mi virginidad?

—Sí y la tuya es muy especial

—¿Por qué dices que no es sabio que entre a estos lugares?

—Hay amuletos que roban la energía y te debilitan mucho, sobre todo si se tiene un cuerpo puro. Saliendo de aquí te sentirás con sueño o hambre, te recomiendo comer algunos dulces o dormir un poco.

—Eso es muy tonto— No pude retener mi pensamiento, de inmediato me sentí apenada y cubrí mi boca con mis manos— Disculpa, yo...

—No te preocupes— Me sonrió con dulzura y mientras acariciaba mi cabello, dijo— Tranquila, hablaremos cuando vuelvas. Corre, tus amigas están por irse.

¿Volver? ¿Yo? Me limite a verla con duda. ¡Es cierto!, recordé de golpe que le quería preguntar el por qué era tan especial pero en eso Stella tomó mi mano sacándome del lugar, ya habían conseguido lo necesario para el ritual. Mientras almorzábamos intente dejar de lado lo que me había dicho aquella mujer, no tenía importancia, después de todo no es como que fuera a volver a ese lugar... ¿Cierto?