Esto de jugar a ser fuerte ya no es divertido.
Tuve que elegir salir herido
o herir a alguien más.
Marché al ritmo del compás,
pero solo he conseguido
matar al ave en su nido
tan solo por ser rapaz.
¿Cuándo pasamos de ser todo
a simplemente no ser nada?
Somos agua estanca en medio de tierra baldía,
el sol de mediodía nos evaporizaba
hasta no quedar nada,
solo la triste sequía.
Un millón de palabras no te traerán de vuelta,
lo sé, porque tantas veces lo intente,
tampoco un millón de lágrimas
te devolverán a mi puerta,
lo sé, porque también las llore.
Extraño tanto hablarle a tu vieja versión,
no a la actualización,
esta posee tantas funciones nuevas.
Extraño ser tu poema y canción,
pero soy la destrucción
del poco afecto que queda.
Quisiera ser la vida de tu ecosistema,
pero estoy en un dilema,
¿Me quedo o me voy?
Lo que vivo solo es otra secuela
de anteriores penas que me hicieron lo que soy.
Tras tantas tormentas mentales
mis ojos llovían,
mi boca no sonreía;
deseaba fallecer.
No te podía tener,
¿Vivir de qué me servía?
Mi cuerpo era poesía
y tú no sabías leer.
Fuimos tan expertos en sexo
y tan vírgenes en amor,
Nuestra llama hoy es carbón,
no se enciende ni en un beso;
sólo hubo en exceso un falso calor
y nuestro rol cayó por su propio peso.
Tal vez lo nuestro era conocernos,
pero no estar juntos.
Los recuerdos que hacen bulto no nos sirven de nada.
Todo lo que empieza acaba,
aún más si se piensa a lo bruto.
Vistamos de luto
ya que nuestra luz se apaga.
Esta relación tuvo flores,
pero nunca echo raíces.
Vimos nuestras cicatrices
y allí herimos con violencia.
Esclavos de la demencia,
con la razón en crisis;
cuando se ponía difícil olvidamos la paciencia.
Me quede con las ganas
de ser la mejor historia de amor,
pero nuestro autor tuvo un bloqueo creativo.
El pesimismo adictivo se volvió el productor
de la depuración de aquello que un día sentimos.
Otra novela de traición, heridas y desengaños,
otro sentimiento extraño que llega a su fin.
Colorado colorín.
La marca durara años.
No me hago fuerte con el daño,
no soy un Sayajin.
No pasare página,
mejor quemare el libro
y echaré sus cenizas a lo profundo de la mar,
allí no podrá dañarme,
ni me hará correr peligro;
evitare que mi boca te vuelva a invocar.
El amor es un acto violento
donde nos herimos mutuamente con mentiras rítmicas.
Basta de decir que por mí causa lo nuestro iba lento;
podría hacer origami con tu papel de víctima.
Ojala sintiese enojo,
pero solo es decepción.
Ojala esta filmación tuviese escena post-crédito.
Ojala hubiese un médico que extirpase la aflicción.
Nuestra melodía y canción
sólo fue otro tema inédito.
¿Para qué tanto hablar en medio de esta desidia?
He cruzamos la línea,
fuimos echados del huerto.
No existe forma de retomar
la vida que está a tantas millas.
Necrofilia,
porque este amor ya estaba muerto.
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20 Inviernos
Poetry¿Qué es el invierno sino la estación de la introspección, de la búsqueda de uno mismo, de la confrontación con la realidad? Nos invita a mirar hacia adentro, a reconocer nuestras sombras, nuestras heridas, nuestras cicatrices. Nos despoja de las il...
