Esclarecimientos...

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-De acuerdo, Rebecca. Estaré allí más tarde.

-Tu prima viene hoy aquí. ¡Quiere llevarle a Tay en la librería! Así estaremos más cómodos.

¿Él apenas se contenía cerca de ella y la mujer hablando de "ponerse más cómodos"? El chico sonrió. Esa tarde prometía grandes sorpresas.

-Me pondré de acuerdo con Laur, y apareceré allí. ¿Vale?

-Vale. Estaré esperando.

-Adios!

-Hasta al rato.

Mientras Ed sonreía alegremente mientras apagaba el celular. Rebecca se preguntaba si había hecho lo correcto con el teléfono todavía en la mano. No sabía que tenía ese chico, pero ella no podía olvidarlo. Solo esperaba no arrepentirse después.

Lauren estaba acostada en su habitación leyendo en uno de sus raros momentos libres cuando escuchó un golpe en la puerta. Pensando que era Ed o su hermano, la chica dijo sin ni siquiera mirarlo:

-¡Adelante!

La puerta se abrió y el aroma floral invadió la habitación, de modo que la delantera sabía quién acababa de entrar. Camila.

Lauren se sentó en la cama y miró a la chica que estaba allí, apoyada contra la puerta. Camila estaba hermosa.Su falda blanca le quedaba sobre su piel morena, y la blusa azul con tirantes, resaltaba la tonalidad de sus ojos. Su cabello castaño estaba atado en una cola de caballo.

-¡Hola! – dijo simplemente rompiendo el hechizo hipnótico que su imagen había causado en Lauren – ¡Tu hermano dijo que podía subir!

-¡Siéntate! – dijo la delantera señalando el sillón – ¡No esperaba verte aquí!

Camila aceptó la invitación de Lauren y se sentó. ¡Se veía tan hermosa con esos pantalones cortos! Sus ojos insistieron en devorar esas piernas expuestas.

-Sé que no quieres saber nada de mí. Pero necesitaba hablar contigo – comenzó la levantadora – Sé que estuvo mal lo que hice y...

La misma Lauren estaba sorprendida por su reacción. Pero, ¿cómo podría sentarse allí ante esa cosa hermosa y no tener ganas de agarrarla? El beso fue más que inevitable entre ellas.

Camila apenas tuvo tiempo de soltar el bolso y Lauren ya estaba de rodillas frente a ella, besándola enamorada. Las manos de la levantadora la abrazaron con ternura, y sus piernas se abrieron para permitir una cercanía más placentera.

Los besos iban desde llenos de deseo hasta tranquilos. Las bocas ni siquiera querían separarse o alejarse una de la otra.

La levantadora detuvo las manos de Lauren, cuando esas invadieron su falda.

-¡Lau, detente! ¡Tenemos que hablar!

-¡Después! – dijo la otra besándola con urgencia – ¡Te tengo ganas!

Camila sonrió. Lauren siempre fue tan carnal de esa forma desesperada que la dejaba más caliente. Sosteniendo su rostro entre las manos, la levantadora la miró seriamente.

-Hablemos, Lauren. En serio. ¡No quiero pelearme contigo otra vez!

Un poco malhumorada, la delantera concordó. Usó toda su fuerza de voluntad para apartarse de Camila y se sentó en su propia cama.

-¡Está bien! Estoy aquí escuchándote. ¡Puedes hablar! – dijo abriendo los brazos.

-No tienes que ser irónica conmigo, ¿vale? – dijo Camila recuperándose del momento anterior – ¡Vine aquí para que nos entendamos!

Jugando Con El Amor ||Camren||Where stories live. Discover now