Parpadeé, un poco asustada.

—Mira, no es por meterte presión... bueno, un poco sí. Ahora mismo, eres como su pilar —me dijo Sue—. Si tú lo abandonas, se cae el edificio entero.

—No tengo ninguna intención de abandonarlo —le aseguré.

Me quedé unos segundos en silencio, pensando.

—¿Cómo sabes tú eso?

—Estoy estudiando psicología. Algo sé sobre el comportamiento humano.

—Un momento —la detuve—, ¿tú estudias psicología?

—Pasaré por alto el tono de sorpresa.

—¿Podemos volver a centrarnos en Ross? —propuso Naya.

Sí, tenía razón.

—¿Cuánto tiempo estará así? —pregunté, mirándolos.

—No lo sé —murmuró Will—. Pueden ser semanas... pero... lo más seguro es que dure algunos meses hasta que tengamos que dejar de preocuparnos. No es fácil salir de eso.

Mi cerebro ya funcionaba a toda velocidad. Me paseé por el salón, un poco inquieta.

—Entonces, alguien debería decir a Joey que cancele todo lo de estas semanas, ¿no? —pregunté.

Will dudó un momento antes de estar de acuerdo, así que agarré el móvil de Jack, que se había dejado en la barra, y busqué su número. Esperé pacientemente los dos primeros tonos.

—Si es mi estrella favorita —saludó Joey—, espero que estés listo para esta tarde, tenemos entrevista con...

—Hey —la interrumpí suavemente—, soy Jennifer. Soy... eh... una amiga de...

—Oh, sí, sé quien eres —sonó un poco sorprendida—, ¿ocurre algo?

—En realidad... sí —murmuré, pasándome una mano por la frente—. Ross no podrá ir a ninguna entrevista por una temporada.

—¿Que no...? ¿Es una broma? ¡Está en plena promoción!

—¿Y pasa algo si no va?

—Sí, querida. Que seguramente no volverán a llamarlo para ir a ningún lado.

—Joey —mi voz sonó más firme—, está intentando quitarse toda la mierda que tiene ahora mismo en el organismo, ¿crees que es un buen momento para que se ponga delante de un micrófono? ¿No es mejor esperar a que se recupere?

Silencio. Por un momento, incluso creí que me había colgado.

—¿Se está desintoxicando? —preguntó, perpleja.

—Acaba de empezar —recalqué.

Silencio de nuevo.

—Te he llamado a ti porque Ross sabía que tú tendrías alguna solución —añadí suavemente, esperando que funcionara.

Ella suspiró.

—Puedo cubrirle por tres semanas como máximo —murmuró—. Podría inventarme algo y que vayan solo los actores principales. No debería darnos ningún problema si lo hacemos bien. Pero... no podré arreglármelas mucho más.

—Gracias, Joey —respiré hondo.

—Algún día, escucharé un gracias de la boca de tu novio, ¿verdad?

Sonreí, divertida.

—Seguro que sí.

—Me pasaré en unos días a verlo. Cuídate. Y cuídalo bien.

Antes de diciembre / Después de diciembreWhere stories live. Discover now