24. Lysandro

4.1K 180 8
                                    

Pedido de: TUMBLR__MC

La mayoría creen que eso que se ve en las películas para adolescentes en donde cada cosa que hagas todo el mundo te presta atención, te tachan de algo, eres lo mejor o lo peor, es una mentira y que la realidad es que simplemente eres una persona más.
Yo también creía eso pero lamentablemente no es así, no en mi caso.

Gracias a un par de fiestas y un par de gente, las personas comenzaron a verme como "la loca que se acuesta hasta con el perro de la directora".
Y si bien es cierto, la gente sólo exageró los hechos, sí me acuesto con algún que otro chico ¿y? Como si ellos jamás lo hubiesen hecho.

Seguro deben tener envidia de que tenga más vida que ellos, en fin.

Ser así no es algo me enorgullezca pero tampoco es para morirse.
Sin embargo, desde que lo conocí a él todo cambió, Lysandro, simplemente fue algo asi como amor a primera vista.
Todo fue muy rápido, de un día para el otro dejé de acostarme con los chicos con los que solía hacerlo sólo por Lysandro.

Él sólo llegó con su amabilidad y estilo victoriano regalandome una sonrisa sin juzgarme como los demás, me hizo sentir que yo no era así, que no era como esos rumores que yo, en el fondo, creía.

Básicamente me enamoré de Lysandro y hace unos cuantos meses nos hicimos novios. El día en que me atreví a confesarle estaba hecha un manojo de nervios por miedo al rechazo pero aquel chico de ojos de distinto color me aceptó, con esa sonrisa que tanto amo me dijo que era recíproco y nos besamos.

Todo era perfecto, Lys era un amor conmigo y yo con él, cualquiera diría que nuestro amor se notaba desde kilómetros.

En fin, era perfecto.

Estaba junto con Kentin en mi casa, habíamos organizado para hacer una tarea, en pocas palabras, una maqueta sobre la fauna y que se yo. Asi que fuimos afuera porque tuvimos la idea de arrancar plantas reales así quedaría mejor.
Mala idea ya que de un momento a otro, mientras intentaba arrancar una hoja de un arbusto, una araña saltó sobre mi brazo haciendo que me tire hacia atrás del susto mojandome toda la espalda a causa de la regadera que había detrás.

-¡¡Ken quitamela!!- gritaba a todo el pulmón.

Fue toda una batalla, tanto que hasta Kentin quedó mojado. Tuvimos que ir adentro a secarnos.
Dejé que se cambiara en mi habitación mientras que yo dejaba mi camiseta en el lavarropas.

-¡Lumi no encuentro los pantalones que me dijiste!- solte un bufido y entré sin importar que estuviera sólo en boxers frente a mí.- ¡¡Qué haces!! Ponte algo encima.

-Exageras.- finalmente encontré algo de ropa.- Ten.

-No me voy a poner eso.- dijo señalando una camiseta bastante grande que tenía un unicornio rosado como estampa.

-¿Por qué? ¿Daña tu masculinidad?- él rodó los ojos y la tomó con brusquedad.

En ese momento pude notar que me estaba mirando las malditas tetas.

-¡Ya basta estúpido!- con demasiada fuerza golpee su rostro con una almohada haciendo que caiga de espaldas sobre la cama.

-¡Oh no me dejaré ganar!- entonces me tiró sobre él para intentar bofetearme con otra almohada.

Era realmente divertido, sin embargo, la diversión acabó en cuanto en ese preciso instante alguien entra a la habitación.

Lysandro.

-¿Lumi...?

No pude ni siquiera darle una maldita explicación porque por más que lo intentara no me creía. Incluso Ken intentó ayudarme pero... simplemente no me creyó y odio pensar que sea por los rumores, pero es lo que él dijo.

-Al final, esos rumores tenían algo de razón, realmente creí que me amabas. Realmente te creí.

[...]

4 años después...

Estaba emocionada, ya que hoy tenía una entrevista de trabajo por la mañana así que decidí a pasar por un café primero para ver si me levantaba de este sueño que llevo encima, digamos que no dormí muy bien a causa de los nervios.

-Son 7$.- me dijo el mesero de rasgos asiáticos, le entregué el dinero y me senté a beber mi buen café.

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que algo llama mi atención, un hombre que acababa de entrar, no pude ver su rostro pero sí su largo cabello plateado/blanco.

Eso me recordó a él.

Suspiré, creo que, por más que me cueste admitirlo, una parte de mi no supera que las cosas con Lysandro acabaran así de mal.
Ese día simplemente se fue diciendo que terminabamos y jamás volvió a dirigirme la palabra, como estabamos a punto de acabar el año el tiempo ni siquiera me alcanzó el tiempo para ir detrás de él, cada vez que lo intentaba me esquivaba de una u otra manera.
Simplemente habiamos perdido contacto, o más bien, él perdió contacto conmigo.

-Hola, buenas días.- una voz varonil hace que me despierte de golpe de mis propios pensamientos.

No puede ser...

-¿T-te conozco?- parpadee varias veces al ver al hombre que tengo en frente.

-Yo sí, ¿tú?- mierda es él.

Es Lysandro.

Mi corazón comenzó a latir como loco. ¿Acaso de tanto pensar en él hice que apareciera?
Realmente costó un poco reconocerlo, como mencioné, su cabello es más largo y lo tiene amarrado en un moño, tiene puesta una camisa de botones negra con detalles en gris y creo que logro ver algún que otro nuevo tatuaje en sus brazos.

En pocas palabras, está malditamente bueno.

-Lysandro...

-El mismo.- me sonríe, esa sonrisa irreconocible.- ¿Cómo haz estado todos estos años?

-Yo... bien, ¿y tú?

-Bien.- no doy más de los nervios, lo único que hago es mirar mi café, desde que di por hecho que lo nuestro había acabado nunca me llegué a imaginar un reecuentro.- Yo... lamento lo que pasó entre nosotros, supongo que es lo estás pensando ahora ¿no?

Levanté la vista para mirarlo y sonreir, siempre tuvo esa clase de "poder" para adivinir mis pensamientos.

-Sí bueno, pasado es pasado ¿no? De todas maneras me alegra volver a encontrarte.

-Lo mismo digo Lumi.- suelta un suspiro y, una de sus manos toma la mía de sopresa haciendo que mi corazón de un salto de emoción, por decirlo así.- Antes que nada quiero que sepas que era muy joven en ese entonces, al poco tiempo me di cuenta que fue todo un malentendido pero ya era tarde, lo digo porque seguro debes tenerme renconcor de haber terminado nuestra relación.

-¿Qué? N-no yo... está bien, Lysandro, y tienes razón éramos jóvenes y un poco ilusos ya sabes.- él me sonríe, en ese momento veo el reloj ¡se me hace tarde!- Mierda debo irme ahora.

-¿Quieres que te acompañe o...?- mentiría si dijera que esa propuesta no es tentadora, una parte de mí, específicamente mi yo niña se está haciendo ilusiones.

-Claro.

-¿Sabes? Si quieres algún día podríamos ir a cenar.- una sonrisa se dibuja en mi rostro.

-Me encantaría.

Creo que al final, habrá una segunda oportunidad para nosotros.

Espero que haya sido como lo pedías!
Por cierto, los pedidos se cierran temporalmente, quiero terminar todos los que me han pedido y cuando ya acabe con todos volveré abrir sino es un lío.

One-Shots | 𝗖𝗗𝗠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora