Transiciones

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Observó su reflejo en el espejo por enésima vez durante lo que llevaba del transcurso de la mañana. Tomó un mechón de sus cabellos que antes fueron su fleco, confirmando lo cortos que ahora estaban.

Sonrió. Le encantaba su nuevo aspecto. El corte le había sentado de maravilla. Ése era él. No aquella chica con el cabello largo, sujeto con pinzas y pasadores, para aparentar que lo tenía corto. No. Ése era él, un chico de cabellos cortos y desordenados, que no debía preocuparse por peinar nunca más.

A su mente vinieron recuerdos, de cuando se forzaba a sí mismo a aparentar ser algo que no era, vistiendo vestidos, faldas, blusas en diferentes tonalidades de rosas, incluso llegó a maquillarse en un par de ocasiones, tratando de encajar en lo que se considera "femenino" y "apropiado" para una chica.

Recordó también las veces que empezaba a vestirse con la ropa que se encontraba en la sección masculina, a pesar de que físicamente se sentía mucho más cómodo, las miradas de desaprobación y desconcierto lograban hacer que se sintiera como un nuevo espécimen, recién descubierto, siendo observado en un laboratorio, por un grupo de científicos que trataban de entender lo que era. Por lo que debía volver a esconderse debajo de la máscara de chica, siendo preso de lo que decía la sociedad, estaba correcto.

Mas ahora, por fin se sentía libre. Sabía que el asunto de su transición apenas estaba comenzando, pero el corte para Izuku era un gran paso. Era una gran manera de demostrar que no se dejaría callar por los estereotipos o por la opinión del resto del mundo. Él era quien era y defendería su derecho a la felicidad con la misma perseverancia que un héroe de algún cuento de hadas, que debe enfrentar al villano, para alcanzar su final feliz.

- ¿Izuku? -la voz de su madre sonó desde la planta baja, sacando al mencionado de sus pensamientos y devolviéndolo a la realidad- Todoroki-kun llegó -anunció.

- ¡Ya voy! -respondió el menor, sintiendo su corazón comenzando a acelerarse por la visita de su novio.

El peli-verde volvió a revisar su aspecto y ansioso salió de su habitación, casi tropezándose al cruzar por la puerta, pero recuperando el equilibrio por poco al llegar a las escaleras. Descendió los escalones de tres en tres, dando un salto al llegar al último, recibiendo una breve reprenda por parte de su madre, que le repetía por milésima vez lo peligroso que podía ser correr en las escaleras, a lo que el pecoso se limitó a disculparse, sin sentirlo realmente y mostrarle una amplia sonrisa a su progenitora, que soltó un largo suspiro de cansancio.

- ¡Sho-chan! -exclamó el peliverde, saltando a los brazos de su pareja, quien tuvo que aplicar de toda su fuerza en sus piernas, para poder soportar el peso de ambos y no caer.

- Izuku -saludó el mayor, dándole un pequeño beso en la frente al mencionado, quien recibió el gesto con gusto, cerrando los ojos y sonriendo ampliamente.

El de cabellos bicolor bajó al pecoso, con sumo cuidado, hasta que los pies de este encontraron el suelo, pues aunque no pareciera debido a los rizos del más bajo, tenían una gran diferencia de alturas, que le permitía al mayor cargarlo y darle vueltas sin que sus pies tocaran el suelo en ningún momento.

- ¿Qué tal? -preguntó Midoriya, dando una vuelta frente al chico de ojos heterocromáticos, presumiéndole el corte de su cabello y que ahora tenía más apariencia de chico, una actitud muy tierna en opinión de Shoto.

- Te cortaste el cabello -mencionó llevando la punta de sus dedos, para poder tocar las esponjosas hebras verdes frente suyo, que se regocijaban de su reciente corte- te queda muy bien, Izuku.

El oji-esmeralda adoraba cuando Todoroki pronunciaba su nombre de ese modo, ya que era el único que lo había apoyado desde el inicio, sin dudar en ningún momento, siempre estando ahí cuando lo necesitó y sin retroceder jamás. Ante el pecoso era increíble que existiera alguien como su novio, ya que ellos comenzaron a salir antes de que él comenzara su transición, incluso antes de que se lo dijera a alguien en voz alta. Midoriya esperaba que cuando se lo dijera, Shoto se sorprendiera, le pidiera un tiempo para poder procesarlo, o incluso le pidiera que terminaran, algo que sin duda lo habría lastimado mucho, pero que habría aceptado sin mucho revuelo; mas en cambio, el de cabellos bicolor, tan solo sonrió y prometió apoyarlo durante todo el proceso, diciéndole lo orgulloso que se sentía por él.

Todoroki en ningún momento faltó a su palabra. Incluso cuando los amigos del menor se alejaron un tiempo de él, el mayor nunca se apartó. Cuando los profesores seguían llamándolo con su anterior nombre, su novio era el primero en quejarse diciendo que su nombre era "Izuku". El día en que le dijo a su madre, Shoto incluso se ofreció a estar presente, para brindarle apoyo moral y defenderlo en caso de que la situación se saliera de control, petición que el peli-verde rechazó amablemente argumentando que era algo que debía hacer solo.

Aunque Midoriya no lo supiera, Shoto en realidad era pansexual, aunque se la pasaba excusándose al llamarse bisexual, ya que el anterior era muy difícil de entender para algunos, así que la transición nunca le causó conflicto al muchacho, pues el sexo de su pequeño Izuku, no era algo que le importara, así como tampoco le importaba el género. A él le gustaba por su hermosa sonrisa, su forma de ser, la manera en que actuaba, todas sus pecas, su risa; al heterocromático Izuku le gustaba por ser Izuku.

- ¿Estás nervioso? -preguntó Todoroki, sin dejar de hacer mimos a su pequeño novio, que se encontraba acurrucado a su lado en el sofá de la sala del de ojos verdes.

- ¿De qué?

A veces Midoriya podía ser realmente distraído.

- De empezar con la T. Por lo que entendí, empiezas mañana ¿no?

- ¡Ah! ¡Eso! -exclamó soltando una suave risilla, avergonzado de haberlo olvidado- pues, más que nada, ansioso. Ya quiero comenzar a notar los cambios.

El de cabello bicolor le dio un suave golpe en la frente al pecoso, a lo que este se quejó, murmurando un par de cosas que el otro no entendió.

- No seas ansioso. Las transiciones serán algo que debemos llevar con calma...

- De acuerdo...

Just you and meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora