25

2.2K 124 3
                                    

*Narra Bianca*

Me levanté para dejar marchar a Cameron con la mujer que al parecer lo iba a interrogar, y que no me hacía demasiada gracia.

Me senté de nuevo en la silla de la sala de espera, que era asquerosamente incómoda y empecé a pensar en que es lo que sucedería a partir de ahora. Las cosas iban a cambiar...Mucho.

Eso no me gustaba, odiaba los cambios. Porque podían ir a bien, o a mal, y esa sensación de no saber para que lado se iba a decantar la balanza del destino, era lo que más me preocupaba...

*Narra Cameron*

Seguí a la mujer de la qual aún no conocía su nombre, hasta al ascensor. Luego subimos hasta la azotea del hospital. Y ella se acercó a la barandilla, mientras contemplaba admirada las vistas de la ciudad, y los edificios iluminados por los primeros rayos de luz, que marcaban el inicio de un nuevo día.

-Bien, que quería preguntarme?-dije vagamente. Estaba agotado. Solo quería acabar con todo esto e irme al hotel a ducharme y a dormir un rato. Mi cabeza era un manojo de ruidosos pensamientos que no me dejaban tranquilo. Tenía tantas cosas en las que pensar...

-En qué clase de asuntos está involucrado su amigo, Sr. Dallas?-Me preguntó sin mirarme.

-No lo sé. Nunca me a contado nada respecto a sus trabajos partículares o extraescolares, como quiera llamarlo...-

-Sabe que si no me cuenta todo lo que sabe, puede tener problemas serios, no es así?

-Lo sé. Pero es que no sé nada, de verdad.

-Qué ha sucedido exactamente esta noche?

-Nash siempre tuvo problemas con su padre, el trabajaba en asuntos complicados, ya sabe, comercio con drogas y todo eso.

Esta mañana fuímos Nash, Matt, la señorita Bianca y yo a dar una vuelta por la parte oeste de la ciudad. Nash quería hablar con Bianca sobre como ibamos a organizar la fiesta sorpresa de Matt, porque su aniversario es dentro de poco, y no había tenido oportunidad de hacerlo antes, así que yo distraí a Matt y me fuí con él. Cuando Nash no me contestaba al móvil y ya había pasado más de una hora y media, decidimos empezar a buscarlos, ya que él se había quedado las llaves del coche, y no podíamos irnos. Cuando los encontramos, Nash estaba tirado en el suelo de un callejón y Bianca estaba reposada con la espalda en la pared, sentada en el suelo, llorando, paralizada, incapaz de moverse. Al parecer unos hombres que conocian al padre de Nash lo habían reconocido y los habían agredido a los dos, al final acabarón por disparar a Nash, pero por suerte no fué de extrema gravedad. Y lo resto ya se lo puede imaginar.-dije serio y cansado, mientras me frotaba el cabello tranquilo.

Había preparado la mentira?, En absoluto. Me lo acababa de inventar sobre la marcha. No sabía si había resultado del todo creíble, seguramente no demasiado. Pero no se me ocurría nada mejor.

Miré a la mujer de reojo. Ella me miraba fijamente, mientras parecía intentar escanearme para comprovar algún signo de debilidad en mis palabras.

-Esta bien...Hablaré con su amigo dentro de unos días, cuando se encuentre en mejor estado...Nos mantendremos en contacto.-Se dió media vuelta y se marchó.

Que mujer más extraña...

Me encogí de hombros con indiferencía, pero no me fuí aún de allí. Necesitaba refrescar mis ideas...Tenía que hablar con Nash, para que cuando la mujer le preguntara, todas las respuestas hasta los mínimos e insignificantes detalles concordaran. Tenía que llamar a Bryan y contarle lo sucedido, me había llamado como doce veces esta noche, pero no le había respondido aún, le explicaría la misma mentira. Cuando menos lios menos fallos, y más seguridad y firmeza tendría el plan.

Nash no se merecía que lo encubriera, no se merecía ni la mitad de las cosas que estaba haciendo por él. Pero nos hicimos una promesa, hermanos siempre, y yo mantenía mis promesas. No dudaba de que él también. Tendría que mentir, y no era especialmente algo que me gustara hacer, pero me había acabado acostumbrando.

Ahora, muchas cosas de mi vida formaban parte de una gran mentira. Lo que temía era acabar confundiendo lo que era verdad con lo que no...Como me estaba sucediendo con Bianca, ya no sabía distinguir cuales de mis sentimientos eran reales o no...

Marqué el número de Bryan. Él respondió de inmediato con un grito enfurecido.

-Dónde coño estaís?-dijo enfadado, su voz detonaba preocupación.

-Veras...A sucedido una serie de "inconvenientes", es largo de contar...-dije.

-Empieza.-me respondió firme.

-Bien...

Hold on {Cameron Dallas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora