Sirits bajo la mirada y se dio la vuelta, mi tío Remus abrió la boca y la cerró, su expresión volviéndose afligida.

—Tu no ibas a nacer, Laila—tragó Black, captando la atención de todos, lo vi confundida y él siguió—. El embarazo de tu madre era demasiado fragil, nadie creía que sobrevivirías los 6 meses...quedamos...quedamos devastados, pero tu madre, ella nunca se dio por vencida, lucho hasta el final por ti.
—¿Que tiene que ver Morgana?
—Ya llega—Mi padrino me tranquilizo.
—Lizzy busco todas las maneras, toda la Magia posible, hasta que dio con la leyenda de las almas. Morgana Lefay una de las brujas ocultas más poderosas de nuestra historia había guardado su esencia y alma en un anillo que pasaba de generación a generación Lefay, cuando una bruja fuera capaz de hablar con la difunta Morgana, y acceder a que le confiriera su esencia y poder, tendría los poderes de una bruja extremadamente poderosa y antigua. Lily y Elizabeth hicieron esto solas, aunque también Dumbledore estuvo implicado y McGonnagal,  después nos lo explicaron, el anillo Lefay; Elizabeth lo había encontrado en el último año de la escuela, en su habitación, lo había guardado desde entonces sin saber su verdadero valor. Ella y Morgana hicieron un trato ; su esencia y alma pasarían a ti, ella vive en ti,  y tú nacerías siendo sana y salva, siendo tan poderosa como ella, por esa razón tienes Legeremancia...
—Por eso puedo hablar con los animales...—murmure, luego lo vi—. ¿Que más?
—Nos advirtió que habrían consecuencias cuando crecieras, está Magia debe ser controlada, sino ...pueden causar cosas terribles.
—¿Pusieron una bruja oscura en Laila?—preguntó Hermione casi sin poder creerlo.
—Era eso o perderla—Mi tío Lupin explicó.
—¿Me metieron los poderes de una bruja medieval adentro?—suspire y luego vi—. Ella me susurra cosas.
—¿Que cosas?
—Cosas no bonitas—negué con la cabeza.
—Una vez matará a Harry, tú, serías criada como uno de ellos, serías su arma para él.
—¿El anillo? ¿Él que tú tenías era ese?—pregunté y mi tío asintió sin embargo me vio extrañado.
—¿Tú lo robaste?
—Lo tiene Cody III—asentí, luego vi a Black—. ¿Quien es ese Alaistar?
Su expresión se tornó enojada y pude ver cómo apretaba los dientes, su puño temblaba.
—El último de los Lefay, descendiente de Morgana. Cree que por derecho el poder es suyo.
—Bueno...¿y no lo es? Digo no hay forma de quitarme a esta bruja de encima?
—No que sepamos—negaron con la cabeza.
Mire a mi tío Remus:
—¿Como llegue a las manos de mis bisabuelos?
—Fui el único que pudo sacarte de esa cuna—respondió mi padrino—. Recuerdo haber visto a tu madre...en el suelo junto a tu cuna, empapada en sangre...—él tembló y Black se dio vuelta—. Por mi condición no pude criarte, pero tú madre avisó a tu tía Andromeda que te pusiera en manos competentes. Ella pensó en quedarse contigo, pero él saber que se trataba de ti, los otros Black comenzaron a alegar sobre tu custodia, Lo primero fueron los padres de tu madre pero ellos...
—Se rehusaron—gruñí—, lo se.
—Tu tía Andromeda decidió que para que ninguno de sus familiares se quedara contigo, lo mejor era dejarte con tus bisabuelos.
—¿Mi tía Andromeda? No...no la recuerdo...¿si me quería porque nunca ha ido a verme?
—Pensó que estarías más segura si no te visitara—mi tío respondió.
—Ojalá pudiera conocerla—suspiré.
—Lo harás, te lo prometo...De acuerdo —dijo mi tío Lupin,—. Ron, no sé arreglar huesos como la señora Pomfrey pero creo que lo mejor será que te entablillemos la pierna hasta que te podamos dejar en la enfermería.
Se acercó a Ron aprisa, se inclinó, le golpeó en la pierna con la varita y murmuró:
—¡Férula!
Unas vendas rodearon la pierna de Ron y se la ataron a una tablilla. Lupin lo ayudó a ponerse en pie. Ron se apoyó con cuidado en la pierna y no hizo ni un gesto de dolor.
—Mejor —dijo—. Gracias.
—¿Y qué hacemos con el profesor Snape? —preguntó Hermione, en voz baja, mirando a Snape postrado en el suelo.
—No le pasa nada grave —explicó Lupin, inclinándose y tomándole el pulso—. Sólo se pasaron un poco. Sigue sin conocimiento. Eh... tal vez sea mejor dejarlo así hasta que hayamos vuelto al castillo. Podemos llevarlo tal como está. —Luego murmuro—: Mobilicorpus .
El cuerpo inconsciente de Snape se incorporó como si tiraran de él unas cuerdas invisibles atadas a las muñecas, el cuello y las rodillas. La cabeza le colgaba como a una marioneta grotesca. Estaba levantado unos centímetros del suelo y los pies le colgaban. Mi tío tomó la capa invisible y se la guardó en el bolsillo, Presidente Besos se levantó y trotó hasta mi, salto a mis brazos y lo tome de inmediatamente, él ronroneo y vi a Harry,
—Dos de nosotros deberían encadenarse a esto —dijo Black, dándole a Pettigrew un puntapié—, sólo para estar seguros.
—Yo lo haré—se ofreció Lupin.
—Y yo —dijo Ron, con furia y cojeando.
Black hizo aparecer unas esposas macizas. Pettigrew volvió a encontrarse de pie, con el brazo izquierdo encadenado al derecho de Lupin y el derecho al izquierdo de Ron. El rostro de Ron expresaba decisión. Se había tomado la verdadera identidad de Scabbers como un insulto, y como no hacerlo? Crookshanks saltó ágilmente de la cama y se puso el primero, con la cola alegremente levantada. Presidente Besos al parecer no quería hacer lo mismo q ir el toro gato y se negaba a hacer el esfuerzo de caminar, estando en mis brazos.
Crookshanks bajaba las escaleras en cabeza de la comitiva. Lupin, Pettigrew y Ron lo seguían, como si participaran en una carrera. Detrás iba Hermione y a su lado el profesor Snape, flotando de manera fantasmal, tocando cada peldaño con los dedos de los pies y sostenido en el aire por su propia varita, con la que Sirius le apuntaba. Harry y yo cerrabamos la marcha.
Fue difícil volver a entrar en el túnel. Lupin, Pettigrew y Ron tuvieron que ladearse para conseguirlo.
Lupin seguía apuntando a Pettigrew con su varita, los veía avanzar de lado, poco a poco, en hilera. Crookshanks seguía en cabeza. Sirius continuaba dirigiendo a Snape, este, de vez en cuando, se golpeaba la cabeza en el techo, y Sirius no hacía nada por evitarlo. No podía creer lo que acababa de pasar hace solo unos minutos; mi madre había sido asesinada por mi,...mi padre en realidad no es un loco asesino y tengo mucha más familia de la que pensaba.
—¿Sabes lo que significa entregar a Pettigrew? —nos dijo Sirius , mientras avanzaban por el túnel.
—Que tú quedarás libre —respondí—. Y todos sabrán quien es el verdadero culpable.
—Sí... —dijo Sirius, luego vio a Harry—. No sé si te lo ha dicho alguien, pero yo también soy tu padrino.
—Sí, ya lo sabía —respondió Harry
—Bueno, tus padres me nombraron tutor tuyo —dijo Sirius solemnemente—, por si les sucedía algo a ellos... —fruncí el ceño— Por supuesto —prosiguió Black—, comprendo que prefieras seguir con tus tíos. Pero... medítalo. Cuando mi nombre quede limpio... si quisieras cambiar de casa....
—¿Qué? ¿Vivir contigo? —preguntó, golpeándose accidentalmente la cabeza contra una piedra que sobresalía del techo, reí un poco—. ¿Abandonar a los Dursley?
—Claro, ya me imaginaba que no querrías —dijo inmediatamente Sirius—. Lo comprendo. Sólo pensaba que...
—Pero ¿qué dices? —exclamó Harry; con voz tan chirriante como la de Sirius—. ¡Por supuesto que quiero abandonar a los Dursley! ¿Tienes casa? ¿Cuándo me puedo mudar?
Sirius se volvió hacia él. La cabeza de Snape rascó el techo, pero a Sirius no le importó.
—¿Quieres? ¿Lo dices en serio?
—¡Sí, muy en serio!
En el rostro demacrado de Sirius se dibujó la primera sonrisa auténtica que había visto en él. La diferencia era asombrosa, como si una persona diez años más joven se perfilase bajo la máscara del consumido, su sonrisa; mi misma sonrisa, que había reconocido en la foto de sus compañeros de curso al hombre que sonreía en la boda de los padres de Harry, yo sonreí un poco, y él me miró esperanzado;
—Laila...se que...sé que obviamente preferirías vivir con tus bisabuelos que volver conmigo pero...
—Basta—negué, le sonreí amablemente, diablos, tal vez incluso me iba a poner a llorar—. He querido saber por años quien eras, y ahora que se quien eres, quien verdaderamente eres; me encantaría pasar mis vacaciones de verano contigo. Soy tu hija, soy...soy Laila Black. Seremos una familia de nuevo, y...me podrías...me hablaras de mamá.
—Te diré todo lo que quieras saber de ella; era una mujer extraordinaria—el suspiró.
—Lo se...—sonreí, y sentí la mano de Harry en la mía, sin embargo mire a Sirius cansada—. Pero...pero hay algo que me ha molestado estos trece años de existencia...¿¡Por que de entre todos los nombres del mundo...tenían que llamarme...¿¡Fleuphemia?!
Harry se quedó en su lugar viéndome estático, parpadeó.
—¿Tú nombre vergonzoso que nunca me has querido decir es...¿Fleuphemia?
—Está es tu oportunidad para reírte—dije, pero él negó.
—No, no, en realidad es un nombre bonito que...
—Harry, se cuando me mientes, hazlo ahora.
Harry comenzó a soltar la risa que había contenido, vi la sonrisa de Sirius, no era cómica, sino nostálgica.
—Los abuelos de Harry fueron como los padres que tú madre siempre quiso; amorosos, preocupados, fuertes...Fleamont y Euphemia Potter le dieron el cariño que sus padres no pudieron darle, estuvieron con nosotros en todo momento; el embarazo, Morgana...aunque quiero aclarar que yo y todos estábamos en contra de ese horrible nombre.

No volvimos a hablar hasta que llegamos al final del túnel. Crookshanks salió el primero, disparado. Evidentemente había apretado con la zarpa el nudo del tronco, porque Lupin, Pettigrew y Ron salieron sin que se produjera ningún rumor de ramas enfurecidas.
Sirius hizo salir a Snape por el agujero y luego se detuvo para cedernos el paso. No quedó nadie dentro. Los terrenos estaban muy oscuros. La única luz venía de las ventanas distantes del castillo. Sin decir una palabra, emprendiendo el camino. Pettigrew seguía jadeando y gimiendo de vez en cuando. Todavia todo esto se sentía irreal, Sirius no era un asesino y agarró podía ir a vivir con él, el mejor amigo de sus padres. ¡Por fin él dejaría esa horrible casa con sus horribles tíos y primo muggle! ¡Podríamos pasar las vacaciones juntos!
—Un paso en falso, Peter; y... —dijo Lupin delante de nosotros, amenazador; apuntando con la varita al pecho de Pettigrew.
Atravesamos los terrenos del colegio en silencio, con pesadez. Las luces del castillo se dilataban poco a poco. Snape seguía inconsciente, fantasmalmente transportado por Sirius, la barbilla rebotándole en el pecho. Y entonces...
Una nube se desplazó. De repente, aparecieron en el suelo unas sombras oscuras. La luz de la luna caía sobre mi cabello y supe que algo no iba bien.

AL FIN SE HA REVELADO EL NOMBRE.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO por que nos veremos en una semana! Ahora estoy haciendo el trailer del libro cuatro de Laila, y terminando de escribir mis fanfics de Marvel.
¿Opiniones?

Laila Scamander y El Prisionero De AzkabanKde žijí příběhy. Začni objevovat