Relación a escondidas

2.3K 99 17
                                    

Era casi media noche y Katara no podía dormir. Después de dar un par de vueltas alrededor de la casa de campaña, por fin se convenció que sería inútil conciliar el sueño, así que decidió ir al estanque y observar las estrellas; de cierta manera al verlas brillar le recordaban a su madre.

Aang la sintió alejarse del campamento y decidió seguirla con el mismo sigilo. Hace días había querido hablar con ella sin mucho éxito y por la cantidad de personas que había a su alrededor, era una misión casi imposible. El grupo había crecido mucho con sus nuevos integrantes; Zuko y Suki habían servido de gran ayuda en liberar algunos pueblos pequeños del reino tierra. Suki tenía muchas habilidades como guerrera y al parecer a Sokka le agradaba la presencia constante de su novia. En cambio Zuko era un maestro igual de exigente que Toph y eso era algo que confundía al chico, ya que no sabía si sentirse satisfecho o inquieto por la presión de sus dos últimos maestros. Aang solo imaginaba el hecho de que sus maestros fueran igual que Katara, la que nunca le arrojo su elemento a la cara como Toph y Zuko.

—¿Tampoco puedes dormir?. — Pregunto el monje sin dejar de admirar la belleza de Katara, que a la luz de la luna era hechizante.

—No, últimamente no puedo conciliar el sueño tan fácilmente. — Sin mirar a Aang a los ojos, la vista del cielo era mucho más tranquila para ella.

—¿Algo te preocupa?.

—Aang —menciona con la voz cortada. —Cada vez falta menos para enfrentar al señor de fuego, en la invasión no pude dejar de pensar en el hecho de que te podía perder para siempre. No quiero perderte. —Volteando a donde se encontraba él maestro aire.

—Para nada Katara, eso no sucederá nunca, yo no pienso perder esta batalla. El mundo no puede soportar una derrota más.

Ambos se quedaron en silencio. A Aang le temblaban las piernas y sentía un nudo en la garganta que dolían tanto como haber tragado espinas de un cactus, no sabía cómo hilar las palabras y confesarle sus sentimientos a Katara. En ese momento recordó los momentos que habían pasado juntos hasta el día de hoy, el beso en la cueva de los enamorados, cuando la conoció y tuvo que esconderle que era el avatar, no lograba dejar de pensar en su mirada desde ese primer día. Esa misma que lo hechizaba y le provocaba querer besarla. En su mente también recordó el beso antes de la invasión y en el tiempo que es cruel, tiempo que estaba contado y se desvanecía como un reloj de arena. Aang tomó valor de esos momentos y se preparó para confesar su gran secreto:

—Katara. Últimamente he pensado mucho en las decisiones que tengo que tomar antes de enfrentar al señor del fuego. —Katara se giró hacía él, prestando más atención a sus palabras. —Sé que tengo que enfrentarlo y sé que tengo que ganar, pero de igual forma no dejo de pensar en el hecho de que esto tarde o temprano tendrá un final. A lo que voy, es que no sé qué pasará después de que venza al señor del fuego.

—Aang habrá paz, esa paz que todo el mundo anhela. —Responde con algo de alegría en su voz.

—¿Y con lo nuestro?.

—¿A qué te refieres?.

—Nos besamos en la invasión y desde ese día no hemos hablado sobre el tema.

El ambiente se tornó un poco incómodo, Katara no sabía cómo finalizar esa conversación que le inquietaba demasiado, pero que por otra parte ambos necesitaban hablar. Dejar en claro sus sentimientos y tomar una decisión sobre lo que pasaría de hoy en adelante.

—¿Qué es lo que sientes por mí Katara? —se animó a mencionar Aang al no ver respuesta.

—Aang es algo complicado.

—¿Complicado?, ¿Por qué?. —No entendía nada, sí en verdad era complicado para ella, ¿Por qué correspondió aquel beso?.

—Estamos en guerra. Ahora no es tiempo para pensar en cosas como estas. No es correcto pensar en nosotros, cuando miles de personas están siendo sacrificadas por la nación del fuego.

—Yo te amo Katara.

Aang la miró con una expresión de felicidad en su rostro que se tornó a tristeza por el silencio de la maestra agua.

—Solo respóndeme. —agachando la cabeza.

Aang sintió como todo su cuerpo se congelaba, quería huir de ahí. Era más que claro que Katara no tenía los mismos sentimientos que él sentía por ella, le causaba tanta tristeza su silencio. Pero sea cual fuera su respuesta él estaba dispuesto a escucharla, aunque lo desgarrara por dentro.

—Aang, eres una de las personas más importantes en mi vida, pero, tú ahora no debes tener este tipo de distracciones.

—Tú no eres ninguna distracción para mí —contesta con un ligero tono de rabia en su voz. —Aún no te das cuenta Katara, todo lo que hago, lo que eh echo y lo que pienso hacer es por ti, porqué te amo y porqué tal vez me sienta la persona más miserable si no te tengo a mi lado el resto de mi vida.

Katara se impresionó por las palabras del joven avatar, no sabía que el amor qué sentía Aang por ella era tan grande, igual de grande que la confusión que existía en su corazón.

—¿Qué es el amor?.

Aang no encontró sentido en la pregunta de su amada, pero a pesar de eso se decidió a responder con las palabras más sinceras que pudieron salir de su boca:

—No te encontré por casualidad Katara, no fue casualidad que pasará 100 años en el hielo, para después de tanto tiempo tus ojos fueran lo primero que los míos vieran, estábamos destinados a encontrarnos a pesar de lo que hemos pasado. —Se tornó un momento de silencio y Aang pudo observar que los ojos de Katara se humedecían. —Sé que es amor porqué me emociona tenerte a mi lado, verte reír y me da rabia verte llorar, sé que es amor porqué tengo esa necesidad desesperada de protegerte de cualquier cosa, incluso de mí. Pensar en ti primero antes de pensar en mí, necesito verte noche y día para sentirme vivo. Te amo Katara y sé que es amor porqué estoy aquí enfrente de ti, abriéndote mí corazón para qué entres a él y te quedes de por vida. Sé que es amor porqué a pesar de saber que me rechazaras, igual estaré feliz por ti, por cada logro, cada sonrisa e incluso cada beso que no me pertenezca pero que tus labios den. Porqué si eres feliz yo lo seré aunque no me pertenezcas.

Katara se secaba las lágrimas que resbalaban por sus mejillas, no tenía idea de lo real y puro que eran los sentimientos del avatar. No podía romperle el corazón. No después de todo lo que dijo.

—Aang me siento muy confundida, no logro entender lo que siento por ti.

Katara empezó a recordar los momentos con Jet, con él que creía tener algo especial pero al final salió lastimada. Así mismo pensó en Zuko, no comprendía por qué su cara aparecía en sus pensamientos en estos momentos. No dejaba de pensar en él, en sus ojos marones, su mirada seria que ha sufrido tanto y su cabello oscuro como la noche y la esperanza de tenerlo cerca y que en vez de Aang él estuviera aquí junto a ella. Se deshizo de esos pensamientos al instante y se culpó por ellos.

—No digas nada Katara, entiendo. Pero te aseguró que no pienso rendirme contigo, me encargaré de aclarar tus sentimientos, solo te pido una oportunidad. —Acercándose más a su cuerpo y así poder sentir su respiración, al menos eso quería llevarse de ella. —¿Puedes hacerlo por mí?, ¿Solo una oportunidad?. ¿Cómo lograras aclarar tus sentimientos si ni siquiera lo intentas?.

—Está bien Aang, podemos intentarlo.

—¿Enserio?.

El chico mostró en su rostro una expresión de felicidad que la maestra agua no había visto antes, pero que le agradaba apreciar. Él se acercó y la abrazó con tanta fuerza que ella apenas pudo abrir los brazos para corresponder el gesto y responderle:

—Solo que creo que lo más conveniente será que nadie del equipo se entere de lo nuestro Aang.

—Pero, ¿Por qué?.

—Por Sokka, ya sabes como es y aparte es mucho mejor estar así por un tiempo —acercándose coquetamente al avatar, para susurrarle al oído. —Será como nuestro secretillo.

Dándole un beso en la mejilla para retirarse al campamento a dormir.

Aang no pudo evitar dar un brinco de felicidad, las cosas habían salido mucho mejor de lo que se esperaba, y aunque él sabía de la confusión por la que estaba atravesando Katara, había esperanza y haría todo lo posible para que esa confusión se desvaneciera.

Ahora sus fuerzas por terminar con esta guerra eran mucho más grandes, por fin tenía un motivo mucho mayor por el que luchar.

¿Qué es el amor? #Wattys2019 [EDITANDO]Место, где живут истории. Откройте их для себя