Valor de Fuego [Razas #2]

Capítulo VI: DEBER VS QUERER

—¡Por las estrellas! —Ian y Glen se separaron de golpe, estaban en un pasillo del complejo de residencias. Habían regresado hacia solo un par de minutos y como era tan entrada la noche, no encontraron problema en despedirse en el tercer pasillo sin temor de ser vistos, pero se equivocaron, en mitad del tercer beso de despedida Melvin apareció tambaleándose con una botella en la mano, Glen lo miró mientras recordaba como Urien había usado el nombre de este para informarle a la gente que tenían un líder de Tierra y pensó en que si esa gente le vieran entonces renunciarían a la causa de Urien en un parpadeo—. Debo estar muy borracho. —Melvin achicó los ojos y los miró de ida vuelta, soltó un eructo y luego preguntó señalándolos con la mano con la que sostenía la botella—. ¿Se estaban besando? ¿O yo he tomado demasiado?

—¿Qué hace despierto a estas horas? —preguntó Ian. Luego de la interrupción de Melvin los dos se apartaron un paso del otro por la sorpresa, por lo que ahora los separaba la gigante distancia de dos pasos, Glen se encontró detestando esa distancia y también sorprendida por ello. El Ceann caminó hacia ellos, cada paso suponía un milagro pues su ebriedad era muy obvia.

—No podía dormir. ¿Ustedes tampoco? —Empinó la botella y se rió mientras los miraba de nuevo—. Aunque parece que se divierten más que yo.

—Volvemos de la reunión de Artús. A la que se supone que usted iría. —Glen miró a Ian y este al percibirlo se encogió de hombros, como si supiera lo que ella había pensado de Melvin al verlo borracho, pero Melvin estaba ajeno a eso, seguía viéndolos con su sonrisa de borracho.

—Artús, vaya porquería... todos los buenos se murieron, no veo porqué seguir con eso.

—Todos los buenos se murieron —repitió Ian mirándolo de forma inquisitiva y luego agregando de forma burlesca—. No le falta razón. —De forma instintiva Glen le tomó el brazo, consideraba que estaba siendo grosero, pero Ian se rio y Melvin también.

—Vaya muchacho, te crees muy astuto. Déjame hacerte una pregunta, ¿tu madre ya te contó todo sobre Artús?

—Todo, señor.

—¿Todo sobre tu padre también?

—¿A dónde quiere llegar? —Melvin soltó una carcajada que Glen temió despertaría a las personas de ese pasillo, pero el lugar siguió tan desierto como hacia minutos. La carcajada de Melvin fue apagándose y pon un instante ella temió que se desplomara en el suelo, pero encontró su autocontrol.

—Tu padre se hizo muy amigo de un sujeto cuando la revolución Artús

—GarredKlose era su mejor amigo, lo sé. —Ian lo interrumpió con el entrecejo ligeramente fruncido, pero Melvin negó con la cabeza.

—Oh no, Garred no. Sí eran muy amigos y todo, pero había un chico Fuego, bueno ellos decían que no eran amigos, pero la verdad es que no engañaban a nadie. Se admiraban mutuamente y por eso intentaban superarse continuamente, ese chico se llamaba Osmed Karkom. —Melvin bebió de su botella al tiempo que lanzaba una mirada en Ian y luego una a Glen. Ella recordó lo que él le dijera el día anterior sobre las cargas pesadas, ¿sería posible que Melvin supiera cosas sobre su pasado? Pero lo sorprendente del caso era que parecía haber agarrado por sorpresa a Ian también, porque el chico lo miraba con confusión—. Por la reacción que tienen, juzgo que ya saben quién es ese tal Osmed, ese pilluelo desvergonzado. —Miró a Glen, sonriendo y esta dijo.

—Uh... si se refiere a que al parecer era mi papá, si, ya lo sabemos.

—Pero no saben lo más interesante.

—¿A qué se refiere? —Melvin miró a Ian con ojos de borracho risueño.

—Debo estar demasiado borracho —dijo en cambio, como si encontrara muy graciosa toda la situación, Ian tenía el ceño fruncido. El Ceann comenzó a reírse a carcajadas entonces y Glen casi sentía la tentación de tomarlo por el brazo y sentarlo en el suelo para evitar que se cayera y se hiciera daño, pero en su lugar preguntó.