C A P I T U L O 25.

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Los aurores se movían de un lado a otro investigando dentro de la reserva de criaturas. Los demás trabajadores se veían bastante nerviosos con su presencia. Cuando Voldemort regresó, todos los aurores se apostaron en las dependencias principales de los países y la reserva no fue la excepción en aquellos años. Tener a los aurores ingleses claramente les hacía recordar los tiempos en que andaban vigilando todo el tiempo.

Evanna no dejó su actitud a la defensiva, pero sí había dejado de ser grosera. Por lo que prefería evadirse y quedarse en silencio cuando ellos estaban hablando, sé que no le gustaba sentirse vulnerable.
Mi hermano había decidido ir a pasear por el lago mágico de Rumania para no estorbar, como yo había insinuado. Él sólo había venido de acompañante.

Nina y su equipo llevaban unos dos días trabajando intensamente, pero las pruebas que buscaban tardarían en aparecer si es que las habían ocultado. Se necesitaban conjurar hechizos convocadores y reveladores poderosos que tardaban en hacer efecto.

Yo estaba sumamente inquieto, ya que necesitaba saber realmente quién había convocado al dementor y con que fin. Y por qué había decidido atacar a Evanna, ya que era como si hubiesen querido que la atacara, como hace unos años habían decidido atacar a Harry Potter cerca de Surrey en Gran Bretaña. Honestamente en la Reserva todo iba tranquilo, las criaturas se mantenían bien, era solamente esta situación la que hacía que todos anduvieramos estresados.

Luego del almuerzo el equipo de los aurores se iba a revisar cada animal, solamente en caso de prevenir. Nadie quería que sucediera algo como lo que ocurrió cuando el dragón se descontroló en el evento de hace un tiempo.

Seamus Finnigan había sido compañero de mi hermano Ron y era muy agradable, Theodore Nott era bastante profesional y no se metía con nadie, en cuanto a Miles Shafiq no me atrevía a decir nada, era bastante callado, y sonreía cuando alguien decía algo divertido. Sin contar a Seamus todos eran de Slytherin de aquellos tiempos y que ahora habían coincidido en el trabajo en el ministerio de magia. Asumo que Nina había escogido a su propio equipo cercano dentro de la misma institución. Se veían muy cercanos y herméticos entre ellos.

En un momento un silbido de Nott hizo que Nina se acercara al lugar donde yo había hallado a Evanna atacada por el dementor. Yo también me acerqué para curiosear ya que me llamó la atención la manera cautelosa en que Nott la había llamado. Finnigan y Shafiq también se acercaron de inmediato como para asegurarse de que yo no viera nada que no debía antes de tiempo.

—¿Qué sucede? — pregunté sin intenciones de irme.

— ¿Tienen algún hechizo que proteja la reserva? — me preguntó Shafiq.

— Más que proteger, tenemos tinta que nos enseña que anduvo algún intruso. — señalé. — Encantamos la extensión y las pisadas se marcan de un color diferente.

Shafiq y Nina intercambiaron una mirada como si asumieran algo.

— Me dijiste que este no ha sido el primer incidente extraño aquí. — me reiteró mi cuñada.

— No, recuerda que te conté lo del dragón cuando estuvo el festival. La bestia se descontroló, pudo haber matado a personas.

— Necesito ver al dragón — comentó Nina con tono de duda. — Tengo que comprobar algo.

—¿Qué sucede? — insistí.

— No me distraigas y llévame al sitio.

Caminé con ellos guiándolos hasta donde estaba el animal, recordaba perfectamente cuál era.
— Demen un momento — les dije — Tenemos que tomar precauciones para que se acerquen.

Dragones y Canela [Charlie Weasley]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz