Wolf & Red

X.

—Sabes, no entendía eso de "pequeños placeres de la vida" y creo que lo estoy empezando a comprender. Los demás no aprecian sus vidas. Se quejan de que son demasiado sencillos, de que es todo demasiado tranquilo. Ah, la gente sólo aprecia lo que tiene hasta que lo pierde, cuando hay personas que ni siquiera tienen ese privilegio, ni siquiera pueden perder algo porque desde el principio nunca poseyeron nada.

—...

—¿No es eso gracioso? La mayoría desprecia lo que otros buscan y desean con desesperación. Pero bueno, a lo que quería llegar con todo esto, es que nunca pensé que estar aquí en silencio haciendo mis cosas, mirando cómo tratas de hornear algo, me causara tanta familiaridad, como si perteneciera a aquí desde siempre. En este momento, soy feliz.

—Suga, ¿Qué tanto andas murmurando desde hace rato?

—Nada importante, pero dejando eso de lado, ¿no deberías checar el horno? Creo que tu masa radiactiva se está quemando.

—Es impresionante cómo preferiste limpiar tu pala en vez de ayudarme con esto, sabiendo lo malo que soy en la cocina.

—Yo sólo sirvo para comer, mi existencia simplemente no va con la cocina.

—Eso es tan inútil.

—Eso es tener swag.

—¿No saber cocinar?

—No, no intentarlo sabiendo del inminente fracaso, cuido mi reputación.

—Aqui no hay nadie más que nosotros dos.

—Es cierto, por lo tanto, ¿quién va a limpiar ese horno ahora que aquella masa ha explotado dentro porque no me has hecho caso cuando te advertí de que se estaba quemando? Ciertamente yo no.

—¡Carajo Suga! ¡Me había olvidado de ello!

—Será mejor que hagas algo al respecto antes de que termines explotando todo el lugar.

—¿No piensas ayudarme?

—No. Así que mejor que mueve tu culo porque la puerta del horno parece que volará en cualquier momento.

—Te divierte mi desgracia, ¿no es así?

—Pequeños placeres de la vida, qué puedo decirte.