Capitulo 21

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La muerte esta tras nosotros

¿Donde estoy?

Una joven pelinegra cabello tan oscuro cual la noche, ojos tan profundos como el carbón, su vestido entallado color blanco manchado de sangre su cabello lacio y largo revuelto; corría por los pasillos de aquella mansión la cual estaba envuelta en llamas, no queria salir de ahí, no sin aquella persona, que lo mas seguro es que estuviera herida; fue un atentado ella lo vio pudo advertirles y no lo hizo confio en la fuerza de la creación de Vongola, debía dudar y no lo hizo.

El olor a tela y madera quemada inundaba sus fosas nasales, sus ojos demostraban dolor, tristeza, culpa, por que no los ayudo!, Giotto se lo prohibía y aun haci ella intento detenerlos la muerte del guardian de la Lluvia quedara en sus memorias para toda la vida, y las que le faltan. Por dios!, ella era una diosa por que hasta el ser mas místico sucumbía ante el sentimiento de amor.

Llego a la planta baja donde quedaba el unico integrante de Vongola, el estado de el era critico, podía salvarlo, podían huir!, bajo las escaleras con rapidez ignorando los vidrios rotos y el humo que salia de cada pared de esa chosa. Un crujido la alerto mirando la espalda del rubio y luego el techo; se estaba desmoronando sus ojos se dilataron ante el miedo, su amor estaba debil, demasiado, trato de correr... Pero no lo logro. En un parpadeo el techo termino por colapsar sobre aquel piso, aquel nivel callo con rapidez bañado en fuego, fuego asesino!, fuego que se llevo el alma de todos en esa casa, fuego que dejo carbonizados los cuerpos de los Vongola, fuego que carbonizó los anillos.

—ALAUDEEE!!!

El grito desgarrador de aquella doncella retumbo casi por toda Italia, desgarrando su garganta lloro, lloro como nunca penso que lo haria, cascadas de agua salada caían de esos hermosos ojos negros. Callo de rodillas importándole los vidrios y el fuego, su llanto cada vez era mas tenue; no tenia caso llorar a alguien que ya no estaba contigo, pero como dolia!, tomo una desicion, ella tenia que estar con esa tonta nube, tomo un trozo grande de vidrio y lo poso sobre su cuello, de momento a otros sus ojos cambiaron de color de negro a blanco, estaba teniendo una vicion, una sonrisa triste se deslizo por sus labios rosados.

—Espero que ustedes lo logren.

Susurro con amor, por mas mierda que este echa la sociedad en la tierra ella se enamoro de un humano y de lo hermoso que era ese planeta, pero sobre todo se enamoro de un genial hombre al cual amo, y amara para toda su vida. Y las que siguen.

Centrando todo el poder de aquella denominada joya Vongola restauro los anillos, haciendo que estos ocultaran su verdadero poder.

—El verdadero poder de Vongola renacerá cuando yo me reencuentre en otra vida con ustedes Vongole Family.

Entre jadeos debido a que aquel cristal perecía, protegio los anillos en una corteza bastante solida, Giotto sedio el mando a su Primo Ricardo cuando el llegue la corteza se romperá y el legado de Vongola continuara. Sin pensarlo mas el vidrio atravezo su cuello haciendo que de este saliera una excesiva cantidad de sangre la piel de la chica se tornaba gris y su cuerpo se hacia debil. Estaba muriendo.

Hanna

Hanna

Anna

Han

Gohan!!!

El nombrado desperto de golpe, ese lugar estaba calido, era el pecho de kioya y el grito fue de Yamamoto.

—Que alegria— suspiro aliviado el moreno —Hibari no dejes que vuelva a cerrar los ojos!.

El nombrado solo miro serio a Yamamoto.

El Sayayin que Enamoró al Demonio de Namimori [FINALIZADA]Where stories live. Discover now