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G o u c h e ;;

— ¡Señor salvador de gatos, mañana es mi cumpleaños! ¿Si lo invito a mi fiesta me dará un regalo? —

El escritor asintió con una sonrisa y su taza llena de azúcar en las manos, le agradaban mucho los niños; Jeonghan sólo admiraba a su pequeña siendo adorable a lado de Seungcheol.

— ¿Qué te gustaría para tu cumpleaños? —

Yena pareció pensarlo un momento, tanto Seungcheol como Jeonghan estaban atentos a la niña, esperando una respuesta.

— Quiero un hermanito —

Ambos adultos se atraganraron con su propia saliva al oír aquello.

— No creo que yo pueda regalarte eso, pequeña. ¿Hay algo más que quieras? ¿Un cuento o algo así? —

Jeonghan tosió un poco antes de sonreír, su hija a veces era tan ocurrente.

— Quiero el libro ilustrado del patito feo. Papá lo ilustró pero fue demasiado genial y no quedo copia para mi —

Jeonghan suspiro, realmente no podía darse el lujo de pagar una copia única de aquel libro, Seungcheol la miró y luego miró al padre.

— Intentaré encontrarlo —

Dijo tomando la taza llena de azucar antes de despedirse, dejando toda esa aura de misterio.
Jeonghan miró a su hija y suspiro, Yena ya sabía que su papá le diría que no era correcto pedir hermanitos así como así.

— Yena, cariño, ya hablamos de esto. Papá está ocupado y la abuela es mayor, no podemos tener un bebé en esta casa —

Yena frunció el celo con un puchero, ésta vez su papá había lanzado un buen pretexto, Jeonghan acarició los cabellos de la niña y besó su cabeza, sabía que su hija no podía enojarse cuando él hacía eso, Yena cruzo los brazos y se fue con su abuela, ella había entendido.

— ¿Dónde conseguiré esa versión? No tengo problemas en pagar una reimpresión pero estoy casi seguro de que si habían sobrado ejemplares, alguien me lo llego a ofrecer —

Seungcheol pensaba durante la noche mientras preparaba su cena, quería quedar bien con la pequeña Yena.

— ¿Wonwoo sabrá? Lo llamaré —

Tomó su teléfono y llamó a su amigo sin tener respuesta.

— ¿Estará con alguien? Pfff... Como si eso fuera pasar, ya me lo hubiera dicho —

Lo siguiente que hizo tras emplatar su cena fue llamar a su hermana menor, Choi Yerim, una joven cuidadora apenas unos cuantos años más joven que él.

— ¿Me extrañaste? —

Yerim soltó un pequeño gritito de emoción al oír a su hermano.

— ¿Cuándo regresaste? —

Yerim pregunto con curiosidad, Seungcheol sonrió, ella se mantenía igual de adorable.

— Hace apenas unos días, pero tenía unas cosas pendientes del trabajo —

Un "Ohhh" se escuchó de parte de la menor.

— ¿Soobin ha estado bien? —

Yerim rió antes de responder.

— Demasiado bien, nuestro hermanito parece tener novia, vi su instagram y luce muy linda. Si no mal recuerdo ella es unos tres años mayor, pero no los aparenta, se ve tan pequeña a su lado —

Seungcheol se sorprendió, su otro hermano Soobin parecía reservado y tímido con las mujeres, era como si aquello que vivía antes de irse se hubiese esfumado.

— ¿Y tú? ¿Sales con alguien? —

La chica suspiró antes de responder.

— Intenté algo con un compañero del trabajo... Pero no prosperó, ahora estoy conociendo a alguien más... Creo que ambos nos gustamos, aunque aún no salimos formalmente —

Seungcheol comprendía y estaba feliz por sus hermanos, al menos hasta que ella preguntó por él.

— ¿En Inglaterra no tuviste contacto con Jisoo? —

Seungcheol era ahora quien suspiraba.

— Si, nos vimos una vez; se casará con una modelo china. Es muy amable y hermosa —

Yerim parecía alegre por la noticia, contrario de Seungcheol, quien no quería recordar aquello.

— Espero encuentres a alguien que te haga así de feliz pronto, hermano —

Yerim habló tranquila, como si supiera de sus molestias, Seungcheol respondió y se despidió de su hermana antes de colgar. Sin apetito, alejo el plato de él e hizo su cabello hacia atrás, debía superar a Jisoo, él se casaría y tendría una hermosa familia con aquella mujer que era inocente de todo el desastre que era el escritor.
El timbre sonó y con un ronco jadeo se levantó, abrió la puerta y observó que se trataba de Jeonghan.

— Mi abuela me pidió que te diera esto, dice que parecías triste... No es de mi incumbencia pero ojalá pronto te sientas mejor —

Con aquellas palabras le dio un gran muffin de chocolate, Seungcheol lo aceptó y lo dejo en la estrecha cómoda a lado de la entrada; sus brazos rodearon la figura de Jeonghan quien ya estaba a punto de irse.

— ¿Qué es esto? —

Preguntó Jeonghan con cierta incomodidad.

— Sólo dame unos minutos, desde que regrese de Inglaterra he tenido que cargar solo con un dolor que ni yo pensé que sentiría —

Respondió a la brevedad Seungcheol, Jeonghan suspiró y rodeo la figura del hombre, dando unas palmadas en la espalda del escritor.

— Si que eres un idiota, no por ser adulto debes atravesar las cosas dolorosas solo, si haces eso te dañarás más —

Seungcheol escuchaba por primera vez la risa de Jeonghan, que justo en aquel momento sonaba tan hermosa para sus oídos. Soltando a Jeonghan se despidió, deseando poder volver a abrazarlo pronto; Jeonghan llegó a casa con un ardor en las mejillas, yendo directamente a la cocina su abuela lo observó.

— Estás completamente rojo ¿Ocurrió algo? —

Jeonghan rió negando.

— Sólo hacia un poco de frío —

La mujer asintió creyendo aquella excusa, Jeonghan en cambio sólo seguía teniendo aquella sensación de ser abrazado por el escritor y ello le hacia sentirse incómodo.

— ¿Cómo está el señor Choi? —

Preguntó Yena preocupada, Jeonghan se agacho a su altura y acarició su cabeza.

— Estará bien, él es fuerte pero si lo llegas a ver decaído trata de animarlo ¿Si? —

Yena asintió y corrió a su habitación, tenía que estudiar cómo hacer felices a sus héroes.

— El señor Choi es muy atractivo ¿No crees? —

Preguntó su abuela guardando algunos platos, Jeonghan encogió los hombros antes de robar una fresa del plato de la niña, antes de que la misma llegara.

— No lo sé, soy un hombre... No suelo fijarme en otros hombres —

La mayor soltó una risa alegre, pensando en que tan rápido podía caer el hablador que tenía por nieto.

— Si te llegasen a gustar los hombres, seria genial que fuese un hombre como Seungcheol —