6.- Renovación del primer voto

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¡Perá!...

...¡Perá un poco!, En este mundo estoy casado con Manuel y Martín, ¡no puedo estar pensando en otro!

En mi mundo yo estoy enamorado de Luciano, pero aquí estoy casado con ellos dos. ¡Bo, que problema tan del or**! ¡Estoy en el horno! ¡Re metido en el horno!

— ¿Qué clase de amor es este? ¿Romántico, fraterno, de amistad? No te tengo una respuesta concreta...— Agregó Manuel— Somos la República del Conosur, un país fuerte y una de las potencias post guerra. Este mundo ya no es como antes, es un mundo que cambia y seguirá cambiando. Nos unimos por obligación pero nos quedamos porque cada uno de nosotros encontró lo que necesitaba.

Manuel habla constantemente de una guerra que cambió todo, que a causa de eso nos casamos, creo que Martín también la mencionó. No sé cómo se sienta o que piense el Sebastián de este mundo, pero no creo tener el derecho a arruinar su vida solo porque YO no entienda un pomo de la situación.

—Sebastián...— Manuel me tomó de la mano, sentí el impulso de alejarla, pero en este mundo no tenía sentido que lo hiciera—...A veces realmente extraño ser solo Chile, pero ahora tenemos una familia, una gran familia. Siempre pensé que estaría solo, pero cuando tenes una familia, un hogar, algo como lo que tenemos nosotros ahora, ya no lo queres perder...

—...Pero, es tu decisión, disculpa sí parece muy mamón lo que estoy diciendo pero eso es lo que realmente siento—Cerró dándome palmaditas en el dorsal de la mano.


Insisto, que problema tan del ort*


Un sonido metálico sobre la madera, como el sonido de una moneda al caer en la superficie, me sacó de mis pensamientos. Manuel había dejado sobre la mesa uno de los anillos.

—No sé si este es el que yo te dí, pero Martín me dijo que te lo entregara. Es normal tener dudas con respecto a esto; Un matrimonio entre dos personas ya es algo complejo, imagínate lo que es para nosotros.

Entonces deslizó la argolla de oro por la superficie, acercándola a mí.

— Cualquiera que sea tu decisión, la aceptaré e intentaré apoyarte.

—Eh... ¿No crees que le estas poniendo demasiado color, Bo? — pregunté rompiendo un poco su aura compungida, a veces este chileno es demasiado melodramático.

No iba a separarme de ellos; Ya que, básicamente este no es mi matrimonio y no tengo el derecho a inmiscuirme en él.

Manuel me miró desencajado, no sabía si enojarse por mi respuesta o matarse de risa, se me quedó viendo como un bobo por largos segundos. Hasta que me vio colocándome dicha argolla.

—Cucháme...— Llamé su atención mostrando su anillo en mi dedo—...Sé que he estado actuando raro, y voy a seguir ya que yo no soy...No soy quien vos crees que soy...

Traté de explicarle sin sonar como un loco, naturalmente no me entendió y no sé si llegaría a entenderlo alguna vez. Más continúe con mi explicación a medias

—...Hay cosas que no recuerdo, cosas que deben ser re importantes pero no las recuerdo, tengo Amnesia o algo así. No sé de qué guerra me hablas, ni por qué ni cuando nos casamos, ¿Por qué tengo una hija o hijos con Luciano y la chiquita llora cuando tu hijo habla de él? ¿Imperio de Brasil? ¿Qué mierda es el imperio de Brasil?, ¿Qué es exactamente el Conosur?, ¿Y Por qué decís que somos una potencia chabón? ¡Pa!, ¡¿De qué hablas?!...

— Sebastián...—Me interrumpió, mostrándome la palma de la mano— ¿No te acordas de La Guerra?, La guerra del '62, La guerra de las guerras.

— ¿Qué guerra de guerras?, ¡Ese término ni siquiera existe! ¿Qué guerra del '62, pelotudo? ¡Dejá de decir mentiras!

Manuel volvió a poner esa cara de bobo, esta vez la mantuvo hasta que Martin separó una silla y se sentó junto a él. De esta forma ambos quedaron frente a mí.

—Sebas ¿en serio no recordas la guerra de 1962? ¿La crisis de los misiles?, ¿La guerra civil de Venezuela? —Martín parecía realmente inquieto frente a mi completa ignorancia de esas fechas, haciendo que realmente me preocupara.

— ¿Durango?—Manuel arqueo una ceja.

—Ah... ¿Durango?...Ese no es un estado de México del norte...

— ¿Te acordas lo que pasó allí?—preguntó Martín, ambos estudiaban cada movimiento, cada reacción o palabra mía.

— ¿Ammmh? ¿Le pasó algo a Pedro?

Ambos se miraron con miedo, El ambiente tranquilo (e incómodamente romántico) cambió a algo realmente atemorizante, como si yo hubiese dicho algo que no debiese.

— Bien...te creo lo de la amnesia— Concluyó Manuel frotándose las manos con ansiedad.

— ¿Amnesia?—Preguntó Martín

—Seba no recuerda ni los eventos de la guerra, ni de nuestro matrimonio— Le respondió Manuel—  Y tal parece que tampoco recuerda nada hasta ahora.

— ¿Tampoco el conflicto de Chuy?

—... ¿El conflicto aduanero del 2008?—Me encogí de hombros. Aquello fue verdad, hubo un conflicto de camioneros entre mi frontera con Brasil aquel año. Más en este lugar, parecía una mentira inventada.

—No... no fue el 2008, fue en 1977...Y en esa fecha Luciano...

— ¡Basta!...¡No necesita recordar eso!— Martín le interrumpió apretándole fuertemente el brazo.

—Tampoco parece como si realmente le afectara— Sonrió y me señaló en su defensa. Mi completa indiferencia ante lo que acababan de decir terminó por sellar sus sospechas.

— ¿Luciano hizo algo en aquella fecha? ¿Por qué no me lo dicen?—pregunté desafiante. Finalmente obtendría respuestas y no les permitiría escabullirse.

—Necesito una birra, ¡Destapá una Manu!...nos tomará un par de horas contarte todo.

Manuel le acercó una botella y el destapador, mirándole como si no tuviese derecho alguno a darle órdenes.

—Creo que partiremos contándote lo de la guerra de 1962, La Guerra de las Guerras, La Tercera Guerra Mundial...

Latinoamerica:  Unida y casada [CANCELADA]Where stories live. Discover now