14.- El (temible) Imperio Mexicano

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—Em privado.

Obviamente se trataba de Paulo. Probablemente el nene le confesó sobre la amenaza que me hizo o quizás qué cosas pudo haber inventado. No soy una persona desconfiada; Pero no meto las manos al fuego por nadie, ni mucho menos si son de otro mundo. Aunque pensándolo mejor, el del otro mundo soy yo.

Estábamos en la entrada del salón de conferencias. Aún faltaba que llegara el Imperio Mexicano para que empezáramos. Por lo que Luciano, buscaba aprovechar esos minutos previos a la reunión. Sin embargo, los otros del Conosur se venían acercando por el otro lado. ¿En qué clase de punto de encuentro bélico me había convertido?

—Alejáte de él, Luciano —ordenó Martín.

—No considero el lugar ni el momento apropiados como para continuar con nuestra disputa —agregó Manuel.

—Eu não quero lutar. Eu quero falar com meu ex-marido. Esta conversa não é da sua conta —respondió, tensando la postura.

—Perdoná pero todo lo que le incumbe a mi marido, me importa —contestó Martín—. Además, ustedes dos nunca se casaron oficialmente y Sebastián ya estaba casado cuando te lo llevaste, por lo que NUNCA fue tu marido.

El rubio mostró, orgulloso, los anillos de nuestra unión conyugal.

—Qué curioso. Yo no sabía que el secuestro y el matrimonio eran la misma cosa —comentó Manuel con un pesado sarcasmo.

—¡Dejá de entrometerte, Manuel! —reclamó Daniel.

Paraguay parecía dispuesto a defender al Imperio de Brasil. ¿Que clase de relación tienen? Realmente necesito saberlo. Me re-calienta la sola idea de pensar que mi primo y mi novio estén casados y vivan en la misma casa, compartan una cama y críen juntos a mi hijo.


Los cuatro querían pelear de nuevo o eso al menos se percibía en el ambiente. Hasta que, de forma inesperada, Perú se metió rápidamente entremedio de ellos y los separó.

—¡Ya dejen esa huevada! ¡La emperatriz está por ingresar al recinto! —exclamó alarmado.


Esa frase fue todo lo que necesitaron para detener su pelea. No solo eso, todo él salón entró en un frenesí de pánico.

Martin corrió hacia la computadora, para asegurarse que el archivo que habia preparado estuviese en perfecto orden; Mientras Manuel revisaba una y otra vez las carpetas del proyecto. Mi hijo hacia algo similar pero con su discurso y Luciano le daba consejos de último minuto. Daniel, Rodrigo y Catalina se dedicaron a ordenar y revisar hasta el más mínimo detalle de nuestros puestos; Las sillas, los micrófonos, los escritorios, los vasitos de agua y hasta las flores decorativas.

Miguel daba vueltas en círculos, no alcanzaba a escucharle pero probablemente se repetía una y otra vez el saludo de bienvenida que le daría a Itzel. Jamás lo habia visto tan nervioso, nunca pensé que alguien como Miguel podría llegar a sentirse nervioso, Julio se le acercó para intentar calmarle. Ello dos tienen una muy buena relación fraterna ¿Cómo reaccionaría si supiera de las miraditas y los coqueteos de Perú con el Estado del Ecuador?

Luego, todos comenzaron a salir del salón, dejando la sala ordenada y perfecta.


—Vamos, Sebas. Debemos recibirla en la entrada —Martin se me acercó y me tomó de la mano.

—¿Tenemos que tratarla como si fuese una reina? ¿Cómo iremos a recibirla? ¿Arrodillados? ¿Haciéndole una reverencia a su majestad? —pregunté con gracia.

Latinoamerica:  Unida y casada [CANCELADA]Where stories live. Discover now