3.- La clave para desbloquear el celu

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Mi hija...

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Estaba medianamente aceptando esto de estar casado con dos tipos, pero una hija... ¡UNA HIJA! ¿Y DE QUIEN ERA LA NENA? ¿De Martin?, ¿De Manuel?, ¿De ambos?... ¡Perá eso no era posible!, ¡Físicamente no es posible!, pero somos países... ¿Y eso que mierda tiene que ver? ¡¡MI CUERPO ES EL DE UN HOMBRE!! ¡NO PUEDO CONCEBIR HIJOS! ¿O sí?

Un segundo niño se me acercó, este era más blanco y el cabello rubio también más claro, pero sus ojos eran marrones, como los de Manuel.

— ¡Tío Seba, Tío Seba!, la abuela Mapuche te mandó esta ramita de Boldo. ¡Dijo que si te dolía la guatita esto te iba a mejorar!— Trepó por la cama hasta sentarse en mis piernas y plantarme en la nariz una planta que agitaba con emoción.

— ¡Carlos, Lucia, sáquense los zapatos antes de subir a la cama!— Regañó Manuel.

— ¡Si papá!

— Ya tío.

Ambos obedecieron, el niño, pisó los talones para empujar los zapatos hacia afuera, y como proyectiles cayeron al suelo, mientras que ella estiró las piernas hacia Martin, el cual desabrochó los cordones.

— ¡Hijo, no te saqués los zapatos así, los vas a echar a perder!—reclamó apuntando al suelo. Aun no me acostumbro a escucharle hablar con ese acento.

— Pfffft, Je Je Je...todavía no me acostumbro a escucharte ese acento, Conti— se reía una chica que reconocí al instante. Isla de Pascua, la hermana adoptiva de Manuel.

— ¡Callate Rapa!, ¿Vos crees que esto fue fácil para mí?...Cuando nos juntamos, la gran mayoría de la población hablaba así y al resto...¡Se les pegaba el acento Che!, ¡Che!. Y ahora que ya han pasado más de dos generaciones de Conosureños, el voseo ya es inevitable, ¡La P*** madre que me pario!—Reclamaba al cielo, como si el voseo fuese una enfermedad o algún tipo de maldición.

— He He He, a mí también me costó acostumbrarme al acento, inclusive yo tuve que re-aprender el español— Comentó con su dulce voz.

Malvinas, Victoria ¿acaso ella regresó con Martin? ¿Cómo lo hizo?

— ¡Mirá!, uno de los anillos de mamá— La niña había encontrado sobre la cama una de las argollas que me quité.

— ¡Aquí está el otro!—Exclamó el varoncito, mostrándolo orgulloso, como si hubiese encontrado un tesoro.

Manuel me miró y después volteó hacia Martin, el cual le respondió en silencio ¿Qué le habrá dicho con esa mirada?, ¡Ni idea!

— ¡Dejáme ponértelos!—Pidió Lucia, emocionadísima.

No es gran cosa, pero a la mayoría de las niñas les encanta esto de las joyas, el maquillaje y la ropa, no es una generalidad pero se da mucho. Aunque para decepción de aquella nena tan bonita, yo no estaba interesado en ponerme esas cosas.

Quité la mano por acto reflejo, ella y los demás se sorprendieron. Martin se adelantó a cualquier replica por mi acción, extendiendo la mano hacia ella.

— ¿Por qué mamá no quiere que se los ponga?—Preguntó inocente y decepcionada. Aquello me hizo sentir muy mal, por alguna razón.

— Dáme, yo se los cuido. Lo que pasa es que tu mamá los iba a limpiar, por eso no se los quiere poner aún— Explicó guardándoselos en el bolsillo.

Esta explicación logró convencer a los niños y quizás a las pibas más grandes, pero no a Manuel, quien llamó disimuladamente a Martin.

— Te dejo el mate, descansá. ¡Vamos niños dejen descansar a Sebas!

— ¡¡Noooooo!!— Los dos se agarraron a mí con fuerza.

— ¡Vení!, ¡vamos a prepararle el boldo a tu tío!—Victoria tomó en brazos a Carlos, sin antes asaltarle en ataques de cosquillas.

— Lucy, vamos nosotras también— Tiare imitó a Victoria y se disponía a tomar a Lucia.

— ¡Hue, Hue, Hue, Hue!, ¡Yo me quiero quedar con mi mami!— La niña parecía más terca, pese a protestar entre carcajadas.

— Rapa, dejála, hace una semana que no estaba con Sebastián, se deben extrañar muchísimo.

Extrañar, ¿Acaso yo realmente extrañaba a esta niña y por eso la recibí con tanto amor?

— ¡¡Yo también extrañé al tío Seba!!— Reclamó Carlos, con pucheros de celos.

— ¡¿Che y que hay de tus papas?!— Exclamó Martín, aún más celoso.

El niño se detuvo un momento y respondió que también los había extrañado mucho a ambos. Y de paso darme a entender que Carlos solo era hijo de Martin y Manuel. Ahora tan solo quedaba descifrar el misterio de la "Paternidad" de la niña (y cómo miércoles la tuve)

Su cabelló, ojos y brillitos eran posiblemente míos (no sabía que los brillitos se podían heredar, ¡que bárbaro!) pero la piel tostada y esa forma de reírse...Me sonrojé repentinamente al pensar en que Luciano es piel morena y así es como él se ríe.

— ¡Quiero jugar con el tío Seba!— Reclamó en un nuevo intento de quedarse a mi lado.

— ¿Queres jugar con él o con su teléfono?— Manuel se cruzó de brazos, exponiendo las verdaderas intenciones del niño, el cual infló las mejillas y volteó la cara. Je, Je, eso me recordó mucho a Martin, cuando él era pequeño hacia esos mismos gestos.

— No lo sé...quizás no sea buena idea...

— Está bien...dejá que se queden— pedí.

Se me pasó por la cabeza que quizás esos niños podían ayudarme a resolver todo esto mucho mejor de lo que los adultos podrían. Ya me estaba comenzando a molestar este ambiente tenso entre los tres, me era razonablemente complicado aceptar esta poligamia en la que estaba metido. Y necesitaba estar tranquilo para entender esto, era eso o volverme loco.

Los tres que estaban más próximos a la puerta, aceptaron dejarme solo con los chicos, Aunque Manuel se volteó una última vez; Mirándome con preocupación o melancolía, no pude distinguirlo bien.

Martin me habló una última vez antes de dejarme con los niños y con el mate.

—Sebas, yo soy muy feliz. Todas las personas que amo viven bajo mi mismo techo, no podría estar más agradecido...

Así que Martin es feliz, dentro de toda esta locura surrealista él es Feliz, las Islas también parecen ser felices, Carlos y Lucia viven en una familia rodeada de amor y Manuel a pesar de todas sus quejas también parece estar satisfecho con esta vida. Me hacen sentir como la oveja negra en la manada.

Aunque siempre he sido la oveja negra. Ni España, ni Portugal, ni Brasil, ni Argentina pudieron conmigo; Pero Ahora estoy casado con Chile y con Argentina, ¿Qué significa realmente eso? .Conosureño debe ser el gentilicio de Conosur, así que esa idea de juntarnos a los tres en una sola nación finalmente se cumplió. ¿Cuándo? ¿Cómo? Y ¿Por qué? Son cosas que debo investigar.

Miré a Martin una vez más, antes de que se fuera con el resto de la familia. Quería que me dijera aquello que calló anteriormente; Pues su felicidad tenía ciertos matices de dudas.

Los pequeños se acostaron a un lado mío, yo me volví a servir mate, sin sospechar que tendría que compartirlo con ellos. Lucia tomó el móvil que estaba en la mesita, el que de seguro era mío, aunque no sabía ni siquiera como se desbloqueaba.

— ¿Te sabés la clave? — Pregunté al verla escribir tan segura.

— Ajah — Asintió sin sentir vergüenza alguna de violar la privacidad de su madre.

— Es fácil, yo también me la sé— Respondió Carlos buscando un juego.

— Bo, Decíme cual es — Le desafié, aunque obviamente estaba buscando una respuesta para mí.

— PaLuCa— Respondió con una sonrisa.

¿PaLuCa? ¿Qué se supone que era eso?

Latinoamerica:  Unida y casada [CANCELADA]Where stories live. Discover now