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~"Separate las nalgas y tose "~

-Isuku tesoro, ¿estas bien?- preguntó su madre tras la puerta del baño.

-si mamá...solo necesito pensar un poco-

Entre gemidos ahogados el chico de cabello verde se ocultaba de todas las personas que estaban en el exterior a ese cuarto de baño. Esto debido principalmente por una noticia que lo golpeó tan fuerte, que lo rompió.

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-¿acaso no estas cansado de las repeticiones de rescates y persecuciones?- preguntó el peliverde acostado en su cama junto con su novia y prometida.

-Claro que no...siempre espero a que el prófugo sea alcanzado...ya sabes..porque eso me exista un poco-

-¿e..en serio a..ahora?-

-Izuku quedamos en que tendríamos un bebe y no descansaré hasta tener a un pequeño "nosotros" succionandome las entrañas hasta dejarme casi anémica y dependiente de las grasas saturadas-

La rubia se quitó los lentes para sentarse en la cama y arrodillarse provocativamente hacia el pecoso que estaba nervioso e inquieto ante el contacto de su novia.

-haces como si nuestro hipotético bebe fuera parte de las películas de Alíen-

Justo antes de que el de ojos esmeralda cayera en la tentación propuesta por la rubia, su teléfono sonó sobre su mesa de noche. En un segundo la rubia fue apartada, casi cayéndose de la cama, por el pecoso. Este se levantó como pudo y agarró el teléfono, contestando rápidamente.

'¿si buenas noches?'

'¡Midoriya huye!
No pude evitarlo, dije
la verdad. ¡Irán por ti!'

La llamada se cortó de golpe...

Poco después de la corta conversación, la puerta sonó estrepitosamente alertando a ambos jovenes. La rubia recogió sus gafas y se acercó para abrir la puerta, al acercarse miró por la mirilla de la puerta. Eran policías, armados, que insistían con el toque en la puerta.

-¡¿Se encuentra Midoriya Izuku?!  Es la policía de las fuerzas especiales UA-

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-¿tienes todo lo que necesitas?-

-Melissa deja de tratar esto como si fuera algo bueno-

-lo siento...yo solo-

-si, perdón...tengo todo-

Se estaban acercando, dentro de un coche, a su destino. Él pecoso había decidido entregarse y con el apoyo de su madre, que no pudo estar en ese momento con él, y su prometida encontró las fuerzas para hacerlo.

Ya en la entrada la rubia se aparcó. Un oficial fue hacia los dos con un ceño fruncido y una mano en su cachiporra, a modo de advertencia.

-lo siento, pero el horario de visitas terminó como hace dos horas-

-no no, enmm y..yo vengo a entregarme-

-¿es enserio?-

-¿si...?-

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⏰ Last updated: Jun 22, 2019 ⏰

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Behind the cages of the heores Where stories live. Discover now