Los casos de Madrid

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Takato y Junta pasaron al rededor de una semana en España, Junta tenia toda la intención de que Takato conociera a su abuela, la razón por la que la amada abuela de Junta no hubiera podido ir a la boda de su nieto no era otra más que un simple tema de cambio de horario.

Pero el pensar de Takato era un poco más dramático, pues al escuchar las historias de Junta y su relación tan cercana con su abuela, se notaba claramente que era la adoración de la mujer y por consecuencia tenia a Junta en un concepto de "ángel inalcanzable" ¿a que se refería?, era simple, desde que Junta se convirtió en actor a la mujer le costo bastante trabajo acostumbrarse a ese ritmo de vida que había elegido,  pues creía que el mundo de la farándula estaba envuelto en una serie necesaria de excesos, los prejuicios de siempre, sexo, alcohol y drogas. 

Aunque Junta era del más recercado y cauteloso lo cierto es que a su abuelita le había convencido su nuevo trabajo, pues era fanática de todos sus proyectos, por supuesto su dorama favorito era nada más y nada menos que "amor de medio día" tal era su fanatismo que cuando se entero de una segunda temporada y que seria lamentablemente una obra de teatro, Junta le consiguió de manera clandestina la grabación de los capítulos en escena, por supuesto que su abuelita presumía que tenia una estrella en Japón frente a todas sus amigas quienes también eran fanáticas del dorama.

 Aunque Takato estaba cociente y parcialmente de acuerdo en que en ese viaje Junta quería presentarle a su abuela una vez más y como siempre por fuera tenia una actitud completamente apática y despreocupada, pero por dentro ya se había imaginado un montón de escenarios de rechazo de la mujer hacia su inocente persona, si era cierto que su dorama favorito era "estrella de medio día" entonces era más que evidente que le conocía o por lo menos lo reconocería como aquel doctor de la serie.

Aun así usando sus increíbles habilidades de manipulación pues sabía que ese día llegaría tarde o temprano pero lo retrasaría tanto como pudiera.

-Chunta, llévame a la catedral y explícame todo, su estructura, su historia, todo, todo-

-haii, haii, Takato-

-Chunta quiero ir de compras, e escuchado que la fruta aquí es cara pero no tanto como en Japón, quiero comprar un melón y comérmelo en el hotel-

-de acuerdo-

-Chunta....- le habla sensualmente -ángel, tengo ganas-

Takato como ultimo acto de desesperación aquel día para evitar que volvieran a salir después de haber comprado ese melón, se le fue enésima al más alto y evitando completamente que volvieran a pasearse, pues Takato quería aprovechar muy bien su luna de miel, por lo menos teniendo un día completo metido entre las piernas de su esposo.

Aun así y usando todos sus trucos Takato no pudo evitar el gran día y muy temprano por la mañana se dirigieron al centro de Madrid y compraron varias cosas para la visita con su abuela, por supuesto que Junta y Takato le había traído presentes desde Japón, algunas yutakas, dulces y ese licor tradicional japonés que tanto le gustaba a su abuela, naturalmente no querían llegar con las manos vacias y Takato sugirio el tipico pastel como una muestra de ofrenda y tregua a una pelea que se formulaba solo en su cabeza.

Cuando llegaron a casa de la abuela de Junta, durante todo el camino Junta no paraba de hablar sobre la increible infancia que tuvo en Madrid y como se divertia al lado de su abuela, esa era la razón del perfecto español castellano del más alto, pues vivio una parte importante aqui y que decir de la cercania con su abuelita, ella lo cuido desde pequeño, se sintio completamente reflejado en él y por supuesto un poco celoso de tenerla viva.

Aunque eran relaciones diferentes si era lo que era Takato hoy en día era gracias a su abuela, y un aire nostalgico recorrio su pecho, ignorando completamente que se encontraba ya enfrente da la puerta de la casa de la abuela de Junta. Sus pensamientos se hicieron pedazos, cuando escucho el cerrojo abrirse y la señora asomandose un poco por encima de la puerta

Junta: sorpresa...-se pone enfrente de Takato-

-Junta mi amor, ¿cuanto tiempo ha pasado?, estas más alto

Junta: no, eso no puede ser posible

-bueno, estas más guapo-

Junta: eso si puede ser

-¿que haces aqui?, estoy realmente sorprendida, pero pasa no te quedes ahí parado-

Apenas la mujer despego la vista de su nieto se topo con Takato quien estaba detras mirando la escena completamente silencioso.

-¿recuerdas que te dije que me habia casado?, te presento a mi esposo Serijo Takato-

En cuanto pronuncio el nombre la miujer evoso una enorme sonrisa de oreja a oreja pues reconocia perfectamente al actor que acompaño a su nieto en el dorama de estrella del medio día, ante tal reaccion de emocion no pudo más que abrazarlo fuertemente, este acto sorprendio y avergonzo ligeramente al pelinegro quien traia el pastel en sus manos, trato de hacerlo a un lado para evitar que se aplastara ante tal acto de efusividad.

Honestamente Takato en un principio estaba bastante nervioso pero al pasar de las horas, resultaba que había descubierto de donde Junta habia sacado su encanto y la forma tan pelicular que tenia de acosarlo, pues la mujer no dejaba de tomarse fotos con ambos e hizo que le firmaran sus DVD del dorama y de los que le habia proporcionado su nieto.

Para al final de la velada, pensaba que tendria un triunfal y epico final pero no fue así, cuando Junta se dirigio a la cocina se quedaron rato a solas y el semblante de la abuela cambio completamente, dedicandole una mirada fulminante al mas bajo, siendo este notandose nervioso al ver su semblante

-va a asesinarme- penso Takato mientras veia cono la mujer se preparaba para hablar.

-despues de todo Junta finalmente encontro el amor-

Takato: -mirandola determinante sin decir nada-

-quiero decir, nunca lo habia visto tan feliz, tan lleno de vida, te lo debo a ti Takato-kun-

Takato parpadeo un par de veces antes de procesar la información, ¿no iba a matarlo? al contrario le estaba agradeciendo por haberse casado con Junta. Una vez más sintio los abrazos de la señora rodeandole pero esta vez se sentia de forma diferente, era calido y a la vez fraternal, se dejo llevar por ese abrazo y de igual manera correspondio de manera inconciente. Se dejo llevar por ese momento sin darse cuenta ninguno de los dos que desde la puerta de la cocina Junta veia con deleite como su abuela y su esposo se demostraban cariño, aunque no loe queria admitir no es que no iba a aprovar su matrimonio, más bien queria que ellos se llevaran bien y agradecia que una vez más se salio con la suya de una manera triunfante.




Después del marry me...Where stories live. Discover now