Capítulo 13

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Ashley

Aquella sensación agridulce que me dejó el colgante de Rafael seguía resonando en mi mente. Aunque no recordaba haberlo visto antes, su presencia despertaba en mí una profunda sensación de familiaridad. Era como si nuestros caminos se hubieran cruzado en algún momento desconocido.

Sus ojos verdes apagados contrastaban enormemente con los ojos maliciosos de su hermano Mikael. Mientras que los ojos de Mikael brillaban con un aura maligna, los de Rafael transmitían confianza y tranquilidad. Era una sensación que solo Luzbel conseguía evocar en mí cuando estábamos juntos.

Aquella conexión especial con Rafael me intrigaba y, al mismo tiempo, me brindaba una sensación de paz.

Entré en mi casa y arrojé las llaves sobre el mueble de la entrada, siguiendo mi rutina habitual. Subí a mi habitación y me sumergí en mis estudios durante un par de horas. Sin embargo, mi concentración se vio interrumpida por el hambre que comenzó a molestarme.

Decidí bajar a la cocina para prepararme algo rápido.

Mientras me dirigía hacia la cocina, un ruido repentino me detuvo en seco. Miré hacia el salón, esperando escuchar el sonido nuevamente, pero todo estaba en silencio. Revisé el área, asegurándome de que no hubiera nadie allí. Me sacudí ligeramente la cabeza para despejar cualquier pensamiento inquietante y decidí continuar con mi camino hacia la cocina.

Justo cuando estaba revisando el frigorífico, un sonido mucho más fuerte resonó detrás de mí, provocando que me girara rápidamente, con el corazón palpitando con fuerza en mi pecho. Mis sentidos se agudizaron aún más, alerta ante cualquier posible amenaza o intruso en mi hogar. Mis ojos recorrieron cada rincón de la habitación, buscando alguna señal de lo que había provocado aquel sonido. El silencio volvió a reinar, pero una sensación de inquietud se apoderó de mí.

Cuando me disponía a llamar a Luzbel con el colgante, la puerta se abrió de repente, revelando a alguien con paso decidido.

—Si yo fuera tú, alejaría esa mano del collar de Lucifer — ordenó, mostrando una expresión sombría.

—Es solo un collar normal, no sé de qué estás hablando — tartamudeé un poco, manteniendo mi actuación.

—¿Y por qué te estas aferrando a él? — arqueó una de sus cejas castañas.

—Porque hay un loco en mi casa diciendo cosas raras y no tengo a nada a lo que aferrarme para sentirme segura — ambos nos quedamos en silencio brevemente, hasta que decidí romper el silencio —. ¿Qué haces en mi casa? — pregunté, sintiendo mi pulso acelerado.

—No finjas sorpresa, sé que recuerdas todo, Turbs — dijo, clavando sus ojos verdes en los míos.

Mierda.

—¿Qué estás insinuando? — fruncí el ceño, manteniendo la conversación en curso.

—¿No te has preguntado por qué hay fotos tuyas con personas desconocidas o ropa de una chica en la habitación de invitados? — entrecerró los ojos.

—En este momento tengo a un extraño en mi casa diciendo cosas raras... — me crucé de brazos —. ¿De verdad crees que me voy a detener a pensar en esas cosas ahora mismo? — mi mirada se desvió hacia su cuello.

Efectivamente, no llevaba su colgante.

—No voy a criticarte por haber formado rápidamente un vínculo con Lucifer y los demás, porque sé que eres así, incluso sin conocerlos — fruncí el ceño —. Tienes demasiada confianza con todo el mundo...

—¿Y cómo sabes eso de mí? — y para mi sorpresa, él sonrió.

—Sé que no logré borrar tu memoria, así que dejemos de fingir — se acercó, pero afortunadamente la isleta nos separaba.

Luzbel ( 2° Parte ) ||En Físico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora