Capítulo 8: Fiesta

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Davis estacionó el auto y bajamos. Pude notar que tan solo el estacionamiento estaba a reventar, tuvimos suerte que alguien nos cediera su lugar del estacionamiento. Y digo suerte porque todo fue tan raro, no encontrábamos sitio, así que Davis bajó del auto y le pidió a una persona que moviera su auto y aceptó. Eso era muy extraño.

Nos encontramos con las chicas en poco tiempo. Al parecer no llevaban mucho tiempo esperando, considerando el tiempo de retraso que tuvimos a causa de la brillante idea de Harry de humillarme.

Entramos al sitio, había mas gente de la que pensé y eso ya era decir mucho considerando lo que vi en el estacionamiento. Al parecer esta fiesta era famosa en la ciudad, y yo no la conocía.

—Que poco originales fue esta gente con sus disfraces —comentó Nicole. Pasé mi vista por las personas que podía apreciar, y la verdad era que había mucha variedad.

—Pero si la mayoría tienen disfraces diferentes.

—Todas las chicas vienen de zorras, mira, pareciera que se están vendiendo. Aquí es cuando se nota quien tiene clase y quien no, pero supongo que es su triste intento por conseguir chico. Y ellos igual, queriendo mostrar su cuerpo para apantallarlas. Pero tu no Oli, el tuyo fue elegido especialmente para que las zorras se mueran por algo que jamás podrán tener. Y considéralo un regalo de bienvenida de mi parte Israel.

¿Por qué todos hacían esa clase de comentarios? No porque los dos seamos homosexuales quiere decir que nos vamos a gustar y salir. No era algo que me molestaría, a decir verdad, pero sus comentarios aun así no me agradaban.

—Muy bien, haremos turnos para estar con Israel y... —comenzó decir Rose pero rápidamente Nicole, Judith y los gemelos se marcharon— y por eso decía que solo seremos tu y yo, Oliver.

—¿Debería sentirme ofendido?

—Mas bien agradecido —corrigió Oliver— ¿O en verdad querías estar con los gemelos?

Ese era un muy buen punto. No quería pasar otra humillación mas, humillarme una vez está bien, yo lo hago casi a diario, pero dos veces ya sería una exageración. Hasta yo tengo mis límites.

—Muy bien ¿Y qué hacen un grupo de vampiros —susurré la palabra vampiro— en una fiesta? ¿Comer, beber, bailar?

—No te recomiendo comer ni beber nada —mencionó Oliver— no nos cae muy bien. Aunque considerando que casi todo lo que sabemos de vampiros tu lo ignoras, o me sorprendería que pudieras comerlo.

—Es porque soy Divergente y no puedo ser controlado.

—Por eso no tienes novio —comentó Rose e hice como si me hubiera ofendido pero obviamente no me creyó—. Y por cierto, pésimo libro.

—Yo no diría pésimo, el primero es bueno, pero van perdiendo el encanto, al último libro solo lo salva la muerta —refutó Oliver—. Pero no es algo que volvería a leer, detesto los libros protagonizados por mujeres, sobre todo si son juveniles.

—Oye, eso suena muy machista.

—No es por machista. Es porque generalmente son tontas, tercas y les encanta arriesgar su vida, o sea, el peligro no va a ellas, ellas se esfuerzan por siempre ir hacia el peligro —muchos ejemplos se me vinieron a la mente así que no podía decirle que mentía.

—Y otras, se la pasan llorando o son unas inútiles —agregó Rose— como cierta novela que nos causó muchos problemas a los vampiros, todas querían uno, tuvimos que mantener nuestro perfil aún mas bajo. La autora tuvo suerte de que el consejo no la asesinara.

I: Magia VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora